Entrevista Francisco Pestanha sobre FORJA

 

La siguiente entrevista fue realizada el 16 de febrero de 2016 en la Localidad de Remedios de Escalada, Partido de Lanús.

Francisco Pestanha es abogado, Director del Seminario “Introducción al Pensamiento Nacional y Latinoamericano” en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Vicepresidente de la “Comisión Permanente de Homenaje a FORJA”, y docente universitario.

JG: Juan Godoy (entrevistador)

FP: Francisco Pestanha (entrevistado)

JG: Querría que me hables de tu acercamiento a FORJA, y algunas cuestiones referidas al ideario.

FP: yo un poco voy a apelar a la memoria de hace más o menos 12 años, las cosas que fuimos viendo, que fuimos encontrando. El trabajo que nosotros hicimos sobre FORJA tenía un sentido claramente político. Cuando nos encontramos con la Colección Capelli, tuvimos una idea que era la siguiente: la generación anterior a la nuestra había conocido al peronismo por Menem. El peronismo para la generación joven estaba absolutamente identificado con el periodo de Menem. Entonces nosotros lo que queríamos hacer en aquellos tiempos era mostrar que el peronismo era otra cosa. Era muy difícil para los jóvenes disociar lo que era del menemismo de Perón. Estaban sumamente asociados.

Dijimos, nosotros tenemos que ir al surgimiento, al origen del peronismo para que los chicos lograran entender cómo surge el peronismo y por qué. Que no pareciera el peronismo como un hecho dado, sino como un proceso. Y ahí nos encontramos providencialmente con el Archivo Capelli. Nosotros conocíamos de FORJA vestigios de Jauretche, de FORJA y la década infame, conocíamos el libro de Scenna, conocíamos los relatos de Goldar (que no fue forjista, pero aprendió de FORJA, eran sus maestros), algunas cosas de Alessandro y nada más. Nosotros sabíamos que para que el peronismo sea resignificado había que separarlo del menemismo. El espíritu que nos llevó a recuperar FORJA, no era solo recuperar la importancia de una agrupación proto-peronista.

JG: ¿Qué vieron de FORJA?

FP: Miramos por ejemplo la cuestión de la comunicación. Los de FORJA sentían que eran, junto con algunos otros intelectuales, un grupo minoritario que habría descubierto la situación semi-colonial de la Argentina, pero les costaba mucho transmitirlo a los demás, los demás vivían como una especie de ficción como decía Goldar, la Argentina vivía una gran ficción: una República, con convulsiones, con momentos económicos con altibajos, y ellos empiezan a descubrir, angustia de por medio, que la Argentina está configurada como sociedad a partir de lo que conocemos como una relación semi-colonial. Y que justamente lo que era una de las bases de sustentación de la colonización pedagógica era la comunicación. Entonces Scalabrini va a lo clásico, va a la literatura política que siempre es de círculo. Scalabrini se obsesiona con la literatura política. Él quiere hacer conferencias y

quiere hacer textos de fondo, que son aportes de esclarecimiento para minorías en algún punto. El tipo del pueblo, del llano, no los leía. Scalabrini se había iniciado en los cenáculos vanguardistas. Entonces va a lo clásico, a las conferencias. A Scalabrini lo respetan más los nacionalistas que a Jauretche. Pero Jauretche es un hombre de mundo, y estaba de acuerdo con Scalabrini, pero piensa en que nosotros tenemos que comunicar de otra forma. Nosotros no podemos dedicarnos a la literatura política que queda en un cenáculo. El nacionalismo por esos años había ganado la calle. La calle no la tiene FORJA. La calle la tienen distintos sectores del nacionalismo. Scalabrini es respetado por el nacionalismo, Jauretche no tanto, viene del radicalismo (se había hecho radical por Manzi). Pero Jauretche es un tipo que se da cuenta, que piensa en que hay que llevar las ideas al lenguaje popular. Entonces el que se encarga en armar la estrategia comunicacional, a partir de estrategias fuertes y poco desarrolladas. Generalmente el que organiza, el que aporta a la formación de los contertulios es Scalabrini, aunque acepta que Del Mazo y todos los reformistas escriban en las revistas. Scalabrini descree en la tesis de Jauretche del radicalismo recuperado. Jauretche aspira, creo, secretamente a conducir un sector del radicalismo nacional. Scalabrini se concentra en la clásica: libros, cuadernos, llamar a Doll, a los que estaban, no para afiliarlos a la organización a lo cual se opuso, sino más bien él tenía mucha desconfianza, descreía absolutamente en lo del radicalismo. Sí coinciden en que había un alumbramiento, en que algo va a pasar. Ese algo va a pasar para Jauretche es un yrigoyenismo, en cambio para Scalabrini es otra cosa. Los imaginarios de los dos no coinciden. Los dos coinciden en la sensibilidad de que va a pasar algo, no coinciden la forma ni los actores. En cierto sentido, Scalabrini es más radical que Jauretche, radical en el sentido de radicalización.

JG: Y la comunicación entonces…

FP: Ahí se define la comunicación, Scalabrini más clásico, dice: yo escribo las masas me siguen. Pero el que piensa la estrategia, inclusive las ramificaciones provinciales, es Jauretche. Y seguramente, no lo tengo probado, pero la inducción de Jauretche es a comunicar a través de consignas fuertes y penetrantes, consignas que se autodefinan. Nosotros tenemos conciencia que somos una semi-colonia, cómo lo comunicamos para las mayorías. Jauretche entonces piensa en la consigna, e indujo la forma de publicación de estas pequeñas revistas, contienen consignas que no son grandes desarrollos.

JG: Se encuentran a medio camino entre los cuadernos y la consigna, ¿cierto?

FP: Exacto, es eso… A medio camino… Jauretche es el que los induce, y después cada publicación adquiere su propia vida de acuerdo al núcleo forjista que lo impulsa, y al compromiso que tiene el grupo. En Entre Ríos está Maya, importante, que opciona por la gestión, lo mismo que el grupo de Bahía Blanca, fuerte, el de Mar del Plata, fuerte, Aragón, Tucumán. Ahí la comunicación, lo importante es la capacidad de Jauretche que tiene de absorber estas denuncias desarrolladas, y esta nueva sensibilidad en consignas. Y para mí eso es lo que influye fuertemente en esas pequeñas revistas, pasquines, como se las quiera llamar.

JG: Vos decías Jauretche es el que diseña…

FP: Si, si, se da cuenta que la gente habla con palabras cortas, el tipo que labura en los ferrocarriles ingleses ya saben que son ingleses y que lo explotan. Hace falta darle las consignas que encierren los contenidos, simples. ¿Los argentinos somos zonzos? es la que mejor resume, es ¿los argentinos somos tontos? Ahí hay influencia de Ortíz Pereyra, el manual de zonceras es una apropiación de los aforismos sin sentido. No son original de la Argentina, hay un autor inglés que escribe sobre esto… Jeremy Bentham. Son aforismos sin sentido, pero que tienen un sentido. Es decir, el no sentido se transformó en un sentido. Por eso Jauretche hablaba del sentido común, que no es el sentido común de Pierre Bourdieu, sino el sentido común de darte cuenta dónde estás y quién sos. Dice Jauretche: la prensa sustenta un régimen a partir de una serie de aforismos sin sentido., pero que son dotados de sentido, por quiénes, por la autoridad de quien emerge. Es decir que serían los intelectuales orgánicos. Estos construyen aforismos sin sentido, producen el sentido. Nosotros tenemos que atacar ese sin sentido que constituye el sentido del régimen. Entonces hay que patearlos con frases polémicas, porque la polémica permite perforar. Por eso recurre a la polémica. No es exclusivamente un polemista, sino un tipo que recurre a la polémica porque considera que la forma de perforar los aforismos sin sentido que constituyen el sentido del Régimen, se perforan con consignas polémicas. A partir de ahí construye la difusión. Son frases muy vivas. Para mí no es un sociólogo nacional, sino un tipo que hace psicología social y comunicación. Entonces las pequeñas publicaciones, es

lógico, no se puede imaginar las publicaciones que sean reproducciones de los cuadernos, no te los lee nadie, menos un trabajador, un tipo de a pie. Hay que construir las consignas, entonces para entender esto hay que entender al tipo de a pie. Es Jauretche, Scalabrini en eso no se mete. Se mete en la matríz, en el descubrimiento, pero no en la comunicación popular. Es el gran logro de Jauretche en FORJA. FORJA como agrupación es un desastre, no cumple ninguna función plutocrática en la Argentina, fracasa en la estrategia de reconstruir el radicalismo, cuando deja de ser radical, se van los radicales, tipos muy valiosos. El que recorría y hacía campaña era Jauretche, están las fotos de los núcleos forjistas, y en las fotos está Jauretche.

JG: Y justamente los núcleos, ¿recordás particularidades de alguno?

FP: Los núcleos más importantes es el de Bahía Blanca, el de Mar del Plata que era obrerista…

JG: ¿Cómo era el vínculo con el movimiento obrero ahí? ¿Cómo articulaba?

FP: Eso lo tendrías que preguntar a Delia María García, ella trabajó eso. Pero ahí Capelli se preocupa especialmente del mundo sindical. FORJA todavía tiene un espíritu agrarista-nacional, hay un proto—industrialismo, no es una agrupación claramente industrialista.

Están viendo más la producción de los recursos estratégicos qué es lo que hacemos con estos recursos.

JG: Y qué otro núcleo… ¿recordás algunas particularidad?

FP: El de Tucumán es prácticamente Raúl Roque Aragón. En general son mediante algún caudillo… Recuerdo el de Entre Ríos era importante… Hasta ahí llegamos…

JG: ¿Cuál te parece que es la particularidad de las publicaciones en la difusión del ideario?

FP: Son publicaciones consignistas, algunas con mayor desarrollo, con distribución muy militante. Tendría que verlas ahora también. Nosotros tratamos de meternos en la vida de cómo ellos habían diseñado y construido esto. Lo que sí, el que se encarga de supervisar eso es Jauretche. Es un comunicador moderno.

JG: Y la relación de FORJA con la revolución del 43, que comienza a tejer vínculos y demás…

FP: Ahí en primer lugar el primero que desconfía de la revolución es Scalabrini. Para mí, posiblemente, el sector militar que termina triunfando en la revolución del 43 es industrialista, poca confianza podía tener Scalabrini en un grupo de militares, de ese origen. No creía en ese tipo de factores. Los que montan guardia es la tropa de Jauretche. Lo tejen antes de la revolución, ellos están avisados de la revolución. Hay un Mayor Estrada que teje vínculos con Perón y Jauretche. El núcleo de ese pronunciamiento, es pronunciamiento no golpe. No así Scalabrini, que está alejado en esa época.

JG: Para cerrar ¿por qué te parece que FORJA se desintegra con el advenimiento del peronismo?

FP: Con la pérdida de Scalabrini FORJA pierde cierta luz, y decide involucrarse en el barro. En ese sentido, pierde un tipo central, pero por otro lado gana FORJA, en realidad la revolución que viene es esta con estos tipos. No somos nosotros. Es el problema de todo intelectual, Jauretche dice bueno, en definitiva la revolución termina comiéndose a sus padres. Como diciendo, nosotros hicimos todo, le dimos de comer a la vaca, la ayudamos en el parto, y cuando vino el asado, se lo comieron otros, y eso es muy normal. En general se da así, hasta la Revolución Rusa termina matando a los intelectuales. Nosotros hicimos mucho ejercicio de cabeza de cómo ellos funcionaban, de cómo operaban, con nada hicieron mucho. Logran penetrar con su comunicación, muchas consignas son tomadas por el peronismo. Todas las filiales mandaban sus periódicos a la sede central.

JG: Pensaba también le puede servir, una vez que se van fundando los núcleos, si bien se les deja cierta iniciativa, para que haya una homogeneidad de pensamiento, Jauretche se preocupa mucho por eso, por mantener una coherencia ideológica. ¿Cómo lo ves?

FP: Es el único que se preocupa por eso. También está en campaña, se tiene que hacer conocer. Jauretche es un político, le encanta “la rosca”, Scalabrini en cambio es un asceta. Jauretche quiere hacer “la rosca” con Sabattini, con Perón. Fue una relación simbiótica, que duró poco, Scalabrini le dice me meto, no me afilio, dejame hacer esto. No hay que buscar tanto en Scalabrini la comunicación, sino en Jauretche.

FP: ¿Y Manzi?

JG: En las publicaciones, en las consignas… Cuando ayudamos a hacer el guión de la película* eso está muy claro. Es un mundo de políticos y artistas. Es un mundo muy cultural también, no solo de políticos, hay políticos como Del Mazo, por ejemplo.

* El entrevistado se refiere a la película sobre Homero Manzi: “Manzi. Un poeta en la tormenta”.

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