VARSAVSKY Y EL ESTILO CONSUMISTA . Por José Luis Di Lorenzo

 

Hace más de 30 años, Oscar Varsavsky anticipaba el modelo de país que padecemos en la actualidad.

 

El libro “Proyectos Nacionales, Planteos y Estudios de Viabilidad”, solamente puede hallarse en el sótano de alguna librería, ya que los 20.000 ejemplares publicados fueron quemados. Oscar Varsavsky, su autor, fue perseguido por el proceso militar, condenado a muerte, falleciendo en agosto de 1976 en el obligado exilio, producto de una fuerte depresión. Este libro, publicado hace más de 30 años, patentiza lo que hoy parece obvio: La Argentina no tiene proyecto nacional. Sin embargo, resulta sorprendente visualizar el modelo construido desde 1976 que se asemeja al estilo consumista visualizado por aquel entonces por el autor

Varsavsky sostenía lo que parece seguir siendo un imperativo actual: hallar de una manera clara y convincente una propuesta posible y superadora de imágenes simplificadoras como las que se limitan a plantear para el futuro una patria “sin pobres ni ricos”, “sin clases” o “con justicia social”.

Para ello, organiza su pensamiento en un cuadro, que como el mismo sostiene, cuenta con valor heurístico. Distintos proyectos son allí sintetizados: El estilo “creativo”, quees una posible alternativa cultural nacional en “aceleración evolutiva”, solidaria en vez de competitiva. El “consumista”, que coincide en buena parte con el “desarrollismo”, es una extrapolación optimista de la tendencias de la sociedad argentina de los años setenta, orientada cultural y tecnológicamente por la sociedad afluente norteamericana. En tanto el “autoritario” es una posibilidad que nunca puede descartarse en América del Sur.

Pensaba Varsavsky que “el menos viable de los tres primeros, para un país como Argentina, parece el consumista”, la realidad lamentablemente ha dicho todo lo contrario, por lo que resulta indispensable repasar cómo lo describía.

ESTILO CONSUMISTA. Principales aspectos.

El nivel de consumo material es el más alto posible en bienes y servicios. El concepto de ciudadano se hace equivalente a “consumidor”. El consumo suntuario es la mejor medida de “status” y prestigio. Esta organización social no permite incorporar a todos según estas pautas de consumo y queda fuera un grupo creciente de “marginales”, cuyo nivel de vida es muy inferior.

En cuanto a la Salud,baja la prioridad a la medicina preventiva, salvo para evitar posibles peligros generales: control de epidemias y contaminación. Se atiende al enfermo-cliente, no a la enfermedad. En lugar de Solidaridad y seguridad social,este modelo intensifica la sensación de desamparo y anomia y el espíritu de competencia por los medios de vida.

El Acceso a la información y la comunicación será a través de medios masivos, controlados por empresas privadas, con censura o autocensura, financiados por la publicidad. El Contenido se basará enmás entretenimiento que en información general. Habrá noticias seleccionadas por monopolios internacionales de información, incompletas y deformadas.

Formalmente, como Núcleo Social Básico se mantiene a la familia, pero sus lazos internos se debilitan mucho por la inestabilidad de los matrimonios en todos los grupos sociales y la menor autoridad sobre los hijos, que resulta de la inseguridad acerca de los valores sociales que deben transmitirles y de su imagen del mundo.

Las Libertades individuales garantizadas serán las de gastar dinero, de la que por supuesto sólo pueden gozar quienes lo tengan. La libertad de prensa se reduce a elegir entre los pocos diarios capaces de financiar esa costosa actividad. Hay también libertad de editar nuevos diarios, siempre que se cuente con la financiación necesaria. La libertad de investigación se reduce a elegir alguno de los temas puestos de moda por los grandes centros científicos internacionales, que por lo tanto cuentan con alguna posibilidad de ser financiados. Lo mismo ocurre con la libertad de enseñanza y hasta con la libertad política.

La Educación se entiende sobre todo en el sentido de “formación de recursos humanos” o sea mano de obra adecuada para una industria intensiva en capital. Los grupos medios logran acceso completo a la universidad, donde adquieren preponderancia las carreras cortas. Para los grupos altos se crea una educación cuaternaria, de más prestigio, en general privada.

No habrá Participación popular verdadera en ninguna decisión de importancia para el país. Habrá democracia formal, limitada a elegir entre partidos comprometidos a defender el sistema y controlados desde arriba, esto es, “libertad de oferta”. La Autonomía política será formal, sometida a presiones externas importantes y en general exitosas. Se alentarán las inversiones extranjeras y existirá una pérdida casi total de autonomía en las decisiones económicas.

Resolución de conflictos sociales: Existirá incapacidad de incorporar a toda la población a la actividad consumidora, y no por falta de recursos productivos sino distributivos. El sistema se irá haciendo cada vez más autoritario y rígido y los conflictos sociales promovidos por los marginales serán reprimidos por la violencia.

A nivel de las unidades productivas, se advertirá gran preponderancia de empresas grandes, filiales de los gigantes multinacionales, y que por razones de mercado producen para varios países de la zona en conjunto. Las empresas medias y pequeñas, de vida azarosa por dificultades de financiación, se van convirtiendo en apéndices de las más grandes, suministrándoles partes y servicios diversos y adaptando su producción a las necesidades de ellas, hasta perder toda independencia de decisión.

El estilo consumista no es explícito. No se lo puede llamar un Proyecto Nacional. No estimula por lo tanto la crítica ni la aparición de alternativas, salvo entre minorías intelectuales.

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Texto publicado en “Propuesta para un Proyecto Argentino”, Diario Página 12, 5/4/2004

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