Darwin Passaponti

Por Eduardo Rosa

Ese 17 de octubre de 1945 la sangre te bullía
Como me pasaba a mí, aunque era un niño
Tal vez esa mañana te viniste desde Moreno
En el ferrocarril oeste, no digamos como se llamó luego
Tus 17 años no comprendían, pero sabías
Que algo importante estaba pasando
En tu patria querida.
Venía el tren lleno de gente gritando ¡Perón!
Te contagiaba la alegría… tal vez en el vagón
Iniciaste los viejos cantos que aprendiste
con tus camaradas, en tantas pequeñas heroicidades
callejeras o escolares
¡Patria si/colonia no! ensayaste
y el vagón lo repetía, porque esos obreros
eran desde ese día tus compañeros de lucha
y vos eras uno de ellos.
Lucías orgulloso tu cruz de malta de la UNES
Y ellos le agregaron el mástil con la camisa
Porque los llamaron descamisados y ellos alegremente
se sintieron mas interpretados que insultados.
Te juntaste con tus amigos,
Y fueron en bullicioso grupo a la plaza de Mayo
Cantaron, gritaron y tal vez se te refrescaste en la fuente.
Llegaste a saber que lo habían conseguido
¡El pueblo había rescatado a Perón!
Y luego, al volver, tal vez algo le gritaron
Al pasar por el diario Crítica,
una cueva de resentidos
Obreristas despechados, proletarios de café.
Y ellos contestaron con tiros
Uno de ellos acabó con tus 17 alegres años.
Pero no del todo.
Tu memoria aún perdura
Y tu antorcha sigue pasando de mano en mano
Tal como un día; adolescente
La recibiste vos desde el fondo
De la historia….

Eduardo Rosa – Octubre del 2004

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