CARTA DE JUAN PERON A RAUL SCALABRINI ORTIZ

Al señor Raúl Scalabrini Ortiz

Buenos Aires

Mi Querido Amigo

He leído con profunda emoción su carta del 28 de febrero contestación a la que yo le dirigiera. En ella, usted expone puntos de vista sobre la política Argentina que no están contaminados por egoísmos personales ni partidistas si no que responden a una inmensa pasión patriótica.

Coincido plenamente con esas opiniones, y a tal respecto creo que dos documentos que usted seguramente conocerá traducen esa identificación de pensamiento, el mensaje a todos los peronistas y las directivas dirijan a los comandos tácticos peronistas de 6 y 10 de marzo respectivamente. Allí he fijado una conducta que responde a las necesidades del país desoyendo toda incitación a la violencia sin sentido o ductilidad oportunista.

El peronismo tiene una misión histórica que cumplir, y de allí no se apartara toda su táctica esta subordinada a los grandes objetivos que justificaron su aparición y que confirman su vigencia, por lo que la búsqueda de minúsculos dividendos de politiquería inmediata es ajena a la esencia y a la razón de ser del movimiento.

En tal sentido, he comprometido el apoyo de del movimiento a un programa de restauración nacional y popular que se comprometió a cumplir el nuevo presidente. Mientras  él haga fe a su palabra, no tendrá que estar cuidándose las espaldas mientras lucha con el enemigo de afuera: de ese me encargo yo. Tengo una esperanzada confianza en que no obstante el mediocre entourage político del Dr. Frondizi se mantendrá ala altura de las gravísimas  circunstancias  nacionales. En su elenco figuran hombres que siempre han combatido en las filas de lo antinacional, lo cual no han sido obstáculo para que nosotros los consagráramos con nuestro voto para la alta función publica. Esa es la demostración de que esperamos que prevalezcan las posiciones enunciadas por Frondizi, por sobre la conjuración de los mediocres que intentaran desviarlo de los objetivos nacionales libertadores. Hemos hecho lo que debíamos y seguiremos haciéndolo solo nos resta entonces encontrar idéntico espíritu por parte del nuevo mandatario y el coraje para despreciar las incitaciones al compromiso, al hedonismo y a equilibrios mezquinos.

Como usted me dice de la clase media es atinado y oportuno. El fenómeno que se produce en América Latina es el de una clase media con más sentido clasista que el proletariado. Los obreros tienen mas claramente fijado el concepto de la integración nacional y de la necesidad de presentar un frente unido al adversario común. Las clases medias en cambio, tienen extraordinaria tendencia a concentrar su espíritu combatiendo en antagonismos internos y artificiales a menudo creados y siempre alentados por la propaganda imperialista. Es evidente que sectores cuya suerte que esta unida indisolublemente a la clase trabajadora tiene su vista puesta sin embargo en la oligarquía que por su interrelación con el imperialismo esta marginada de los anhelos y las necesidades nacionales

Las causas de este contrasentido son numerosas, y han sido analizadas por algunos escritores que siguen los asuntos del país. Pero entre esas causas ocupa un lugar preponderante la propaganda de la  ”intelligentzia” usted es uno de los intelectuales Argentinos que siempre vio claro, y denuncio al enemigo real, dando su ubicación y detallando los disfraces que adopta para predicar la desintegración del país. El peronismo fue el primer movimiento político social que entablo la lucha en los verdaderos términos del conflicto. Nuestro antiimperialismo fue practico y efectivo adecuado a la realidad y no a declamaciones teóricas. Eso que el pueblo sabía, después del 16 de septiembre de 1955 lo comprendieron algunos intelectuales que ahora buscan sumarse a la corriente nacional y popular en la que siempre estuvo enrolado.

De manera que no soy yo con una carta quien lo hace entrar en la historia, si no su obra incansable, su vocación patriótica y su sacrificada trayectoria, nosotros siempre lo consideramos de los nuestros, y cada una de sus líneas es un aporte al movimiento peronista que valoramos debidamente y apreciamos como parte de nuestro acervo.

No reconsiderare el pedido que formula, porque el estaba supeditado a sus modalidades, usted ejerce una jefatura espiritual innegable no le pido que la transforme en un mandato político si no que la emplee para nuclear esfuerzos, para evitar dispersiones que no responden a la realidad. En el campo intelectual como en los demás frentes de lucha se han ido conformando bloques antagónicos e irreconciliables que libran batallas enconadas y continuaran combatiéndose implacablemente. Nosotros no queremos apaciguamiento ni transacciones ni eclecticismos de conveniencias con lo que representa intereses antinacionales y antipopulares. Pero jamas ahondaremos divisiones con quienes están en la línea de pensamiento que sobrepone los intereses de la patria a toda consideración de otra índole. Lo que sobran son puestos para esta lucha que nadie se aleje de ellos por incomprensión, por suspicacias, por plantear mal las cuestiones.

En esa obra de persuasión es que reclamo su concurso para que aclare panoramas que algunos no ven con nitidez para que termine con fricciones y antagonismos artificiales la historia tiene sus fueros y siempre los hace valer las soluciones para el país son peronistas y quienes no lo comprendan giraran en el vació, lo cual a su ves impone a nuestro movimiento la obligación de desechar sectarismos absurdos y planteos miopes para constituir la gran fuerza que integre los empeños para realizar el gran destino nacional. Seremos intransigentes hasta cualquier extremo en la preservación y la defensa de los ideales, pero jamás mezquinos guardianes de las formas sacrificando objetivos a diferencias tácticas.

La etapa que se abre con las nuevas condiciones políticas creadas por el triunfo popular el 23 de febrero requerirá de nosotros una acción vigilante y enérgica al mismo tiempo que dúctil para adaptarse a las variantes de cirscunstancias.

La masa tiene disciplina y madurez, lo mismo que muchos cuadros del movimiento que se han templado peleando en las condiciones mas adversas. Queremos que los intelectuales también cumplan adecuadamente las funciones que los destina su actividad. Nadie mejor que usted para decir la palabra orientadora y llevar el mensaje que los alinea para mejor defensa del programa que el país reclama.

Yo parto en un corto viaje, a cuyo regreso volveré a escribirle. Le ruego mantenga contacto con el Dr. Cooke, que ha conversado conmigo largamente sobre todos estos temas y esta compenetrado de mi pensamiento sobre estas y otras materias.

Hasta entonces, le reitero mi amistad y afecto, lo abraza

Juan Perón

FUENTE:  WWW.PERONVENCEALTIEMPO.COM.AR

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