En oportunidad de mantener uno de la últimos conversatorios que, junto a Ernesto Adolfo Ríos, mantuvimos con Fermín Chávez en su domicilio particular, nuestro maestro nos señaló entre otras cuestiones que el manifiesto y progresivo debilitamiento de las legitimidades de la dirigencia política local se debía – entre otros factores – a la multiplicación de OPERADORES y OBTURADORES políticos surgidos especialmente a partir de la recuperación de las instituciones democráticas en 1983.
Mientras para él los primeros (desde la opacidad) fueron asumiendo cada vez con mayor frecuencia labores de articulación entre dirigentes y/o facciones con los distintos factores de poder, constituyéndose (como decía) en arquitectos de “sociedades u asociaciones tácticas” con un ostensible sentido pragmático y divorciado del campo de las ideas y del espíritu revolucionario, los obturadores cumplían – sutileza y mendacidad mediante – la misión de impedir que nuevas conducciones surgieran a partir del esfuerzo, la mística, la formación y el sacrificio, e imposibilitar que se manifestara un sana tradición y su consecuencia natural, el esperado trasvasamiento.
Fermín no negaba la necesidad transitoria y excepcionalísima de recurrir a este tipo de “actores”, pero observaba que la recurrencia progresiva a ellos, corría en detrimento de la constitución de nuevas camadas de conductoras y conductores, y además, atentaba contra la formación doctrinaria y moral que requería retomar el sentido histórico específico por el cuál había surgido el movimiento al que Chávez consagró su existencia. Culminó aquél día con una sentencia: si la política se transforma en asunto de operadores y obturadores el futuro de aquella épica y de aquél espíritu de liberación que nutrió el movimiento está absolutamente comprometido e indudablemente condenado a perderse en los laberintos del olvido.
Afortunadamente acabo de enterarme que cuanto menos dos equipos de investigación académica, se encuentran estudiando profundamente dicho fenómeno partiendo de un recorte temporal (1983-2015) y muñidos de fuentes sumamente precisas.
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