En justo homenaje y reivindicación histórica para quienes entregaron su
sangre y su esfuerzo en defensa de la Soberanía Nacional, recordamos a
los médicos que socorrieron a nuestros heridos en el combate de Vuelta
de Obligado,
Dr. Sabino O’Donnell
Dr. Mariano Marenco
Dr. Claudio Silva
Dr. Mariano Martínez
Dr. Cornelio Romero
*Por la memoria y en reconocimiento a la labor y abnegación de nuestros
héroes de la salud, destacamos la actuación de la Patricia Argentina*
*DOÑA PETRONA SIMONINO DE SILVA *
*Petrona Simonino de Silva
La samaritana de la Vuelta de Obligado*
Organizó y dirigió con un grupo de mujeres nicoleñas voluntarias, el
cuerpo de sanidad que asistió a los heridos en el campo de batalla,
llevando agua y socorriendo a nuestros milicianos gauchos.
Nació Petrona Simounin allá por el año 1811. Su padre, Antonio Simounin,
era francés, y su madre, doña María Eustaquia Almada, pertenecía a una
de las familias de la alta sociedad del pueblo de San Nicolás de los
Arroyos.
En 1832 contrae matrimonio con un joven hacendado de la zona llamado
Juan de Dios Silva. Ellos tendrán ocho hijos: Juan, Úrsula, Carlos,
Emiliano, Felisa, Petrona, Ciriaco y Juana. Según se desprende de
algunas viejas crónicas, el último de sus hijos nació en 1845.
Pero la dulce vida familiar se verá truncada cuando las autoridades del
gobierno patriota de Juan Manuel de Rosas comienzan a reclutar gente
para defender las costas del río Paraná, ante las reiteradas amenazas de
las fuerzas imperiales del momento que en su afán de transitar los ríos
internos argentinos estaban dispuestos a iniciar acciones bélicas de
grandes proporciones.
Para ello, el jefe de las fuerzas federales, general Lucio Norberto
Mansilla, designa al esposo de Simonino, Juan de Dios Silva, como
capitán de milicias del arma de artillería.
Juan de Dios Silvahabía prestado servicios con anterioridad al ejército
federal. Un parte que Mansilla le dirige a Rosas en los días previos a
la batalla de Vuelta de Obligado, decía así: /”Un solo capitán he
nombrado, y es el ciudadano federal don Juan de Dios Silva, por su
capacidad, honradez, constancia y servicios en el pasaje de caballos [a
Oribe].”/
Petrona Simonino marchó junto a su marido a Obligado, dejando su hogar y
sus hijos, todo lo cual constituye un inmenso acto de amor por la patria
y la ratificación de su genuino deber de esposa.
Vivía cómodamente y pudo no haber ido al campo de batalla, pero el lujo
y el bienestar no le interesaron en las horas decisivas del momento que
se vivía.
Al inicio de las acciones, el 20 de noviembre de 1845, la valiente
nicoleña auxilió a los infantes, artilleros y milicianos que defendieron
con denuedo sin par la soberanía nacional.
Simonino, como otras que también descollaron por la hospitalidad
brindada en la contienda, hacían las veces de enfermeras. En medio de la
polvareda infernal y el calor del fuego enemigo, Sus tareas consistieron
en socorrer a los patriotas con agua fresca, primeros auxilios y la
colocación de vendajes, y trasladando los heridos fuera del alcance de
las balas y el cañoneo anglo-francés que provenía desde el río Paraná.
Incluso, arrancaban partes de sus vestidos para hacer tacos a los
cañones nuestros, o bien, los deshilachaban para cubrir las heridas de
los cuerpos lacerados por la metralla, cuando la urgencia era extrema.
La tarea de Petrona Simonino adquirió ribetes del más puro altruismo
dado que 100 cañones de grueso calibre disparaban contra las fuerzas
federales sin parar, lo cual ocasionaba que las piezas argentinas sean
arrancadas de sus cureñas, lo mismo que los parapetos de las
fortificaciones, que volaban por los aires.
El desenlace, que con el correr de las horas se hizo cada vez más pesado
y angustiante, podía notarse cuando en las barrancas se veían centenares
de patriotas heridos, mutilados o ya muertos.
Y en medio de esa apocalíptica escena, digna de la tenacidad con que se
defiende la tierra querida, surge la figura de Simonino, que atendía a
los defensores sin importarle que el fuego enemigo pudiera arrancarle la
vida en un segundo.
El parte de guerra, confeccionado por el general Mansilla, la cita a
Simonino de forma especial con la siguiente mención: /”.tuvieron que
dejar aquel lugar, bajo un fuego abrasador, para alejar las carretas del
Parque, con crecido número de heridos y familias, en las cuales se
distinguió por su valor varonil la esposa del capitán Silva, doña
Petrona Simonino.” /
Corría el año 1887 y Petrona Simonino tenía 76 años de edad.Olvidada por
las administraciones que vinieron tras la ilegal destitución de Juan
Manuel de Rosas en 1852, muere en medio de los recuerdos que su memoria
guardaría, seguramente, de aquella jornada de la batalla de Vuelta de
Obligado, donde lo que estaba en juego era, ni más ni menos, que la
soberanía nacional.
Petrona Simonino es uno de los tantísimos ejemplos del rol que desempeñó
la mujer criolla en nuestro devenir histórico.
*FUENTES:*
- – Fermín Chávez; Fundamentos históricos para la denominación de las ESCUELAS “PATRICIAS ARGENTINAS”. Bs. As., 1974 (Informe presentado al Dr. Santiago Carrillo, quien creó ocho Escuelas de Enfermería “PATRICIAS ARGENTINAS” en la ciudad de Bs. As. Una de ellas se denominó “Petrona Simonino”, ubicada en el Policlínico “Guillermo Rawson”. Las Escuelas “PATRICIAS ARGENTINAS” funcionaron entre 1974 y 1976. Arch. FUNDACIÓN “Dr. RAMÓN CARRILLO”).
- – La Gazeta Federal: www.lagazeta.com.ar
- – Efemérides. Patricios de Vuelta de Obligado.
- – Ramírez Juárez, Tcnl. Evaristo; “Discurso pronunciado con motivo de la inauguración del monumento en Vuelta de Obligado el 20 de Noviembre de 1934.” Cuadernillo impreso, Buenos Aires MCMXXXIV.
- – Ramírez Juárez, Tcnl Evaristo; “Petrona Simonino, la nicoleña, es un símbolo de la mujer argentina”. Publicación El Hogar, Noviembre 22 de 1935, Argentina.
- – Turone, Gabriel O.; “Petrona Simonino, una mujer de la Patria”.
*FUNDACIÓN Dr. RAMÓN CARRILLO*
Prof. Lic. Teresita Carrillo, presidente.
Prof. María Cristina Carrillo, vicepresidente.
French 3036, Buenos Aires (1425), República Argentina
Tel.: (54 11) 4826-5715
Tel./Fax: *(54 11) 4306-7314
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