Malvinas: una causa de la Patria Grande, por Delmira de Cao*


Sabemos que Malvinas conmovió y conmueve profundamente el alma de todos los pueblos de la Patria Grande.

Durante demasiados años estuvimos separados, tratando infructuosamente de construir un destino mejor para cada República, sin comprender que ello es imposible si lo encaramos divididos.

Los sueños de unidad de nuestros Libertadores, se adormecieron durante demasiado tiempo, un poco por nuestra responsabilidad, y mucho por la acción de los imperios, que nos dividieron para dominarnos.

Esto que afirmo ahora, los familiares de Malvinas no lo aprendimos en los libros, porque entre las formas de dominio del imperio, se destacó la colonización cultural y educativa, en especial sobre nuestras dirigencias. Esto lo aprendimos con el inmenso dolor de haber dado lo más importante que un ser humano puede dar, que es la vida de un ser querido.

Tuvimos que transitar por muchos dolores e incomprensiones, y por un largo proceso de aprendizaje, para llegar a entender por qué el vendaval de la historia con sus razones profundas, nos había quitado la presencia de nuestros seres queridos.

Gracias a Dios, nuestro pueblo -aquél que no es noticia casi nunca en la prensa grafica o televisiva-, supo expresar su gratitud a los soldados de Malvinas, erigiendo a lo largo y ancho de la Argentina, miles de “adoratorios” en su memoria.

Eso nos fortaleció, dándonos la fe para continuar nuestra lucha.

A lo largo de estos 29 años, pudimos organizar 27 viajes a Malvinas, para rezar al pie de sus tumbas, y dos viajes a la zona donde fuera hundido el Crucero General Belgrano, un crimen de guerra todavía impune.

Trabajamos en todo el país acompañando las iniciativas populares por la memoria de los Héroes. Logramos la construcción e inauguración del Monumento Nacional a los Caídos en Malvinas en el mismo Cementerio de Darwin, que fue declarado “Lugar Histórico y Cementerio de Guerra”.

Luchamos, con muchas dificultades, contra la persistente campaña de desmalvinización, derribando cada una de sus actos de propaganda derrotista. Jamás creímos que nuestros seres queridos debieran ser tratados como “víctimas”, sino como Héroes.

Escribimos libros, hicimos películas, instalamos muestras artísticas, para contar nuestras verdades a todos quienes las quieran escuchar, especialmente a los jóvenes de nuestra América morena.

Logramos que Malvinas este en la actual Ley de Educación Nacional, y trabajamos para constituir el Museo Nacional de Malvinas y el Instituto de Investigaciones “Malvinas, Patagonia e Islas del Atlántico Sur”. La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se comprometió a brindarnos las herramientas para hacerlo posible, como legado a las nuevas generaciones.

Las madres y los padres de Malvinas nos encontramos al final de nuestros caminos. No queremos irnos sin haber dejado a las nuevas generaciones, las herramientas que les permitan ser libres.

Como ofrenda, tenemos el ejemplo de nuestros hijos, que dieron su sangre por su libertad.

Una libertad que no se conquista de manera individual, sino colectivamente. Porque como dijo uno de nuestros más importantes dirigentes del pasado siglo: “o nos salvamos entre todos, o no se salva nadie”.

Durante estas casi tres décadas de la guerra de Malvinas, hemos visto transitar muchos gobiernos. Algunos nos acompañaron, otros no tanto.

El actual Gobierno Nacional se encuentra librando batallas fundamentales para el futuro, como la democratización de los medios de comunicación social, la mejor distribución de la riqueza y la defensa de nuestra Soberanía en Malvinas.

Estas batallas no se podrán ganar sin un pueblo organizado y claro en sus objetivos.

Los familiares de los Héroes Caídos, y los combatientes en Malvinas, estamos dispuestos a librar esas batallas, a seguir brindándonos con toda la pasión, la prudencia y el compromiso que la historia nos reclamara en 1982.

(*) Delmira de Cao es la Presidenta de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur


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