El 31 de Julio de 1974 Rodolfo Ortega Peña cae acribillado por las balas de la Alianza Anticomunista Argentina.
Provenía de una ilustre familia y debido a su desmesurada inteligencia pudo haber gozado una existencia prestigiosa en la tranquilidad de los claustros académicos o en el ejercicio de la actividad privada como profesional del Derecho.
Se había recibido de abogado a los 20 años, paralelamente estudió filosofía y ciencias económicas, y también se interesó por la historia y la literatura. Poseía un talento extraordinario y una formación fuera de lo común. Leía en inglés, francés, alemán, italiano, portugués, latín y griego.
Al momento de su muerte “El Pelado” era diputado nacional en ejercicio, defensor de presos políticos y director de la revista Militancia. Fundamentalmente un intelectual solidario comprometido con las causas populares. Tenía 38 años. Quienes le arrebataron la vida privaron a la sociedad argentina -nos privaron- de una de las mentes más lúcidas de la generación del 70. Parafraseando a León Gieco en el sentido tema dedicado a Pocho Leprati, El ángel de la bicicleta, los soretes defensores del sagrado estilo de vida occidental y cristiano nos robaron un genio y a cambio nos dejaron toneladas de mierda.
Así lo recordaba su socio, amigo y compañero Eduardo Luis Duhalde en un artículo del año 1998, reproducido por la revista La Maga en 2003:
Rodolfo Ortega Peña (1936-1974), modelo para armar
Por Eduardo Luis Duhalde
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