Seminario “Pensamiento Nacional y Latinomericano”.
– Universidad Nacional de Lanús –
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GENERAL PERÓN: … Ahora estamos más o menos, en contacto, he estado un poco “babucho”, como dicen los italianos… No, los españoles, y después la convalecencia me ha tenido un poquito atado aquí. Pero, lo que yo quisiera es saber cómo están organizados, porque eso todavía no estoy muy en claro, de cómo está organizada la juventud, cómo está articulada la juventud Peronista. Porque he visto tanta “jotape” con algún aditamento que ahora no sé quién es quién en esa organización. ¿Quiénes están aquí, por ejemplo?
Un representante de Montoneros: No sé, General, si usted prefiere que cada grupo se presente…
Gral. PERÓN: Claro eso sería lo mejor. Porque yo los escucho a todos…
Un representante de la Juventud Trabajadora Peronista: Entonces, nosotros somos de la Juventud Trabajadora Peronista, estamos divididos en siete regionales. Más que divididos (risas), organizados, mejor dicho.
Gral. PERÓN: Muy bien.
Un representante de JTP: Yo soy el delegado de la regional Buenos Aires. Estamos organizados por agrupaciones. O sea, en cada gremio la Juventud Trabajadora Peronista tiene sus agrupaciones…
Gral. PERÓN: ¿Es por sindicato?
Un representante de JTP: Claro, cada sindicato…
Gral. PERÓN: (interrumpiendo) Eso ya lo conozco, todo eso.
Un representante de JTP: En cada sindicato hay una agrupación. Eso se reproduce a nivel nacional y por regionales. Acá está presente el delegado de cada regional. Son los representantes de todas las regionales.
Gral. PERÓN: Muy bien. Que son todos trabajadores, ¿no?
Un representante de JTP: Todos trabajadores, exactamente.
Gral. PERÓN: Muy bien.
Un representante de la Tendencia: Nosotros somos Juventud Peronista, mi General, divididos en siete regionales.
Gral. PERÓN: También lo conozco eso, sí. También es lo mismo, más o menos.
Un representante de la Tendencia: Lo que habría que explicar sería cómo están divididas esas regionales.
Gral. PERÓN: Yo conozco eso, sí. Antes que se hiciera lo conozco (risas).
Un representante de la Tendencia: Entonces hemos venido cada uno de cada regional.
Gral. PERÓN: Muy bien. Eso es lo que me interesa a mí. Ahora, ¿los que vienen quién los manda, la regional?
Un representante de la Tendencia: Sí.
Gral. PERÓN: Quiere decir que están todas las provincias representadas, el interior, más la Capital Federal. Perfecto. En eso estoy en claro. Ahora, los otros, las otras siglas. Yo veo siglas por todos lados, no sé qué quiere decir.
Un representante de Fuerzas Armadas Revolucionarias: Nosotros, General, somos de la FAR, hemos venido dos compañeros en base a lo que conversamos el otro día.
Gral. PERÓN: FAR, muy bien, también los conozco. Han estado conmigo todos ustedes. Han estado en Madrid y aquí. Muy bien. En claro sobre eso. ¿Quién más está?
Un representante de Montoneros: Montoneros.
Gral. PERÓN: Montoneros, también los conozco.
Un representante de Fuerzas Armadas Peronistas: De las Fuerzas Armadas Peronistas, General. Soy El Kadre y tuve oportunidad de estar con usted en el año 63, ahí en Madrid.
Gral. PERÓN: Sí me acuerdo. Lo han tenido medio mal después, ¿no? (risas).
Un representante de FAP: Sí, hemos estado de vacaciones pagas por el Estado (risas). También ha venido otro compañero.
Gral. PERÓN: ¿También de… las Fuerzas Armadas Peronistas?
Un representante Fuerzas Armadas Peronistas 17: De Fuerzas Armadas Peronistas 17 de Octubre. Hemos resuelto agregarle ese nombre, 17 de Octubre, para diferenciarnos de otras Fuerzas Armadas Peronistas, que hasta ese momento funcionábamos juntos; a raíz de que no compartíamos la posición de ese otro sector, digamos, de mantener una postura crítica frente a todo el panorama que se está presentando ahora. Que de alguna manera, nosotros estamos aquí con los compañeros de FAR y Montoneros trabajando juntos y tratando de llevar adelante una política común dentro del Movimiento: democratización de las estructuras, y de participación plena dentro del proceso electoral que viene ahora el 23 de septiembre, y todo eso.
Gral. PERÓN: Muy bien, eso es muy importante. Deben empezar por organizarse ustedes, por respetarse ustedes, para poder desde ahí dar el buen ejemplo. Porque el Movimiento, en el resto de los otros sectores está organizado, está bastante organizado ya. Ahora lo único que hay que hacer, hay que darle un poco de sedimento representativo, que no tiene porque hasta ahora no ha sido posible. Durante la lucha no se pueden estar haciendo elecciones. Ahí el que va adelante, va adelante, y la conducción es conducción de lucha y tiene que ir adelante con lo que sea. No se puede estar…; pero ahora, en este compás de espera que vamos a tener, es mejor organizarse. Porque un sector orgánico es siempre mejor que la inorganicidad que lleva a cualquier deformación, a cualquier infiltración o cualquier desviación. Muy bien, muy de acuerdo, entonces estamos en claro. Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Un representante FAP 17: ¡Peronistas! 17 de Octubre.
Gral. PERÓN: Peronista, 17 de Octubre. Fuerzas Armadas Peronistas. Ustedes son los de la otra (risas). Se diferencian por una letra (risas).
Un representante de las Brigadas de la Juventud Peronista: Nosotros somos de las Brigadas de la Juventud Peronista.
Gral. PERÓN: Ahá.
Un representante BJP: También han venido compañeros de las distintas regionales, también estamos regionalizados de la misma manera, en todo el país, entonces hay un compañero delegado de cada una de las regionales por Brigadas de Juventud Peronista.
Gral. PERÓN: Muy bien, también las conozco las Brigadas, y las he visto.
Un representante de la Juventud Universitaria Peronista: Yo soy de la Juventud Universitaria Peronista, la misma estructuración por regionales, están presentes los compañeros y tenemos agrupaciones en todas las facultades de todo el país.
Gral. PERÓN: Sí, los vi desfilar también, y todo. Lindo, son muy lindos los… ¿Qué otro más hay?
Un representante de la Juventud Secundaria Peronista: General, yo soy de Juventud Secundaria Peronista.
Gral. PERÓN: ¡Ah, la UES!
Un representante JSP: No, Juventud Secundaria Peronista, la UES la hizo usted…
Gral. PERÓN: Porque los otros días la vi desfilar. Unión de Estudiantes Secundarios. A esos tenemos que devolverles las cosas que les han robado. Porque esos tenían un buen patrimonio antes. Tanto en Olivos como en Núñez. Los marinos parece que se las… (risas). Uno llega a la conclusión de que no hay que tener nada que esté cerca de la mano de los militares o de los curas, porque chau (risas).
Un representante JSP: Nosotros estamos organizados en las 16 provincias, divididos en siete regionales, y la tarea principal que nos damos es, persuadir a los compañeros de nuestras consignas y organizarlos para descolonizar; para hacer una verdadera cultura peronista.
Gral. PERÓN: Ahora va a ser muy importante todo este asunto, vamos a tener que pensarlo muy bien, las organizaciones, creo yo, tanto para los sectores de la juventud, como para las organizaciones de la UES, o de los estudiantes secundarios. Volver a los clubes. Nosotros teníamos noventa clubes de barrio aquí en Buenos Aires. Es decir un local, ¿qué mejor local que este? En primer lugar que saca a los chicos de los potreros, que hay que sacarlos, porque esas son escuelas de delincuentes, los potreros. Y llevarlos, si pudiéramos volver; porque eso lo han robado todo, también no…
Un representante JSP: Nosotros, General, la Juventud Secundaria Peronista, vemos la importancia que tienen los locales, así, tanto por un lado para que se junten a discutir o a charlar o a hacer deportes o a hacer todo eso. Entonces lo que hemos hecho, por ejemplo en la regional sexta, hemos hecho los “sucuchos de secundarios”. Los fortines de secundarios.
Gral. PERÓN: Bueno, pero lo mejor, de eso, es hacer… Son clubes donde hay canchas de fútbol, donde hay varias canchas de básquetbol, donde hay un gimnasio de boxeo, un teatrito porque a algunos les gusta el teatro, ¿cómo se llama…? Vocacional, en fin como habíamos hecho nosotros. En Buenos Aires había en 1955 noventa de esos clubes. Algunos deben quedar.
Un representante JSP: Los estudiantes secundarios, a pesar de que no participan directamente en la elección, salvo en los nocturnos, estamos interesados en que usted sea Presidente de la Nación, y han formado comisiones Perón Presidente en todos los colegios y ayer, por ejemplo, pusieron cincuenta mesas electorales en la Capital Federal.
Gral. PERÓN: Sí, es una novedad que ha llamado la atención eso. Muy inteligente el asunto, muy lindo. Por eso vamos a tener que resolverlo, y es dentro de La Organización. Hay que tener siempre, para mí la experiencia me dice que lo mejor son los clubes, donde en cada barrio puede haber, en la Capital Federal, y en las provincias exactamente igual. Es decir, que vaya teniendo la juventud sus locales, porque todavía ustedes no tienen nada de eso, ¿no?
Un representante JSP: Nosotros lo que tenemos, es por Colegios, Ateneos.
Gral. PERÓN: Claro, ustedes tienen los Colegios.
Un representante JSP: Y vamos a los campos de deportes de los Colegios, para desarrollar actividades con los estudiantes.
Gral. PERÓN: Claro, pero los demás, no.
Un repr. JSP: No, vamos con los compañeros de todo el Colegio.
Gral. PERÓN: Bueno, los Colegios sí, pero ellos tienen también que… (refiriéndose al resto de la juventud).
Un repr. JSP:La Juventud Peronista tiene unidades básicas y Casas de la Juventud.
Gral. PERÓN: Bueno, hay que ir creando esos locales. Yo soy partidario de los clubes, que los he visto en Europa, y eso es una cosa que todo lo que se va poniendo allí, se va construyendo. No se subdivide. Hay una concentración por lo menos por barrio. En fin, eso se pensará después. Sigamos entonces. ¿Quién más hay?
Un repr. JSP: General, yo quería decir otra cosita y es que la Juventud Secundaria Peronista también está organizada por las siete regionales, pero he venido únicamente yo de la Juventud Secundaria Peronista porque en este momento los compañeros de todas las regionales están realizando un congreso; el Segundo Congreso Nacional de Estudiantes Secundarios Peronistas “Presidente Perón”, en la ciudad de Rosario. Que ya debe haber empezado, debe estar muy lindo me imagino, iban a ir arriba de 1500 compañeros secundarios de todo el país. Iba a haber una parte del Congreso donde se iba a hablar de la participación de los pibes en la Reconstrucción Nacional, por qué usted, General, de Presidente, por ser el único que nos da la posibilidad de realizarnos, en el marco de una Nación que se realiza, y además…
Gral. PERÓN: Yo voy a hacer el empeño, vaya a saber cómo sale (risas).
Un repr. JSP: Además, de ahí, se hace en un colegio eso, iba a haber una marcha por todo Rosario hasta el Monumento a la Bandera, donde se va a enterrar tierra de los lugares históricos de las distintas provincias, y se va a hacer un juramento de lealtad a usted. Después se va a hacer una peña donde se conozcan los compañeros de las distintas regionales…
Gral. PERÓN: Eso es lo que hay que hacer. Sí, sí, crear una generación de amigos, que la amistad es sin duda una de las fuerzas más extraordinarias para cohesionar.
Un repr. JSP: La consigna que preside el congreso, es de crear una generación de emergencia y de excepción, una generación que por su abnegación, por su solidaridad, por su desinterés personal, y por sobre todas las cosas, por su firme voluntad de vencer, ¿no es cierto?, sea una generación que asombre y que sirva de ejemplo a todos los pueblos del Mundo.
Gral. PERÓN: Muy bien, muy bien, de eso ya vamos a hablar, que el problema que existe es un problema muy serio. En el país ya hay una generación usada, que somos nosotros los viejos, que ya estamos llegando al final de la carrera, después viene un claro, una generación intermedia que no sirve para nada. El ochenta por ciento son ladrones y bandidos que están metidos en la administración pública haciendo todo lo que pueden hacer. El resto… En la Municipalidad me encuentro yo con que son todos jefes. Barrenderos no hay (risas). Todos eran barrenderos, ahora son jefes. Y yo le decía al Intendente, mande los jefes a barrer, por lo menos (risas). Y todo está así muchachos, todo está así. La presidencia de la República, en la época mía, tenía en total trescientos agentes. Hoy hay tres mil, y andan a los empujones porque no caben. Hay cosas que verdaderamente son pavorosas que habrá que arreglar. Y entremedio de todo eso hay que ver para qué han ido allí, porque lo importante es saber por qué han ido. Cuando uno ve por ejemplo cómo se vendía la carne, ha sido un robo liso y llano al país. Entre unos y otros. Lo mismo las cosechas de cereales, exactamente igual. Aquí hay una organización, diremos, para saquear al país. Y esa generación intermedia que ha sido una generación de amanuenses, que han obedecido a todos estos gobiernos que han pasado en estos dieciocho años, que se han ocupado de eso, no se han ocupado de otra cosa. Han vaciado al país, ¿no? Y para mejor nos han dejado esta gente, que no sirve ni para Dios ni para el Diablo, que es una generación… Después vienen ustedes y no les arriendo las ganancias, si nosotros no les arreglamos un poco el asunto y les entregamos las cosas ya más o menos arregladas.
Ese es el problema del país. Algunos se apuran, y yo siempre digo, hay que andar con cuidado.
Los otros días me encontré con unos muchachos y me dijeron por qué hay que hacer esto, hay que hacer lo otro, y entonces yo les dije: “Si ustedes quieren hacer igual que hace Allende en Chile, miren cómo le va a Allende en Chile”. Entonces hay que andar con calma, cuidado con eso, porque la reacción interna y apoyada desde afuera, es sumamente poderosa, y aquí todavía no se ha revelado el misterio; porque todavía hay tipos que están mirando por debajo de la reja de los cuarteles para ver cuándo pueden salir y ustedes saben cuando salen esos locos cómo la agrandan.
Entonces, nosotros tenemos que hacer, a ese intento, hay que oponerle un poder político muy cohesionado y muy fuerte, solamente así se puede evitar que caigamos en nuevas deformaciones como las que pasaron en estos dieciocho años. Es decir, que este rabo está por desollarse todavía, ¿no? No nos hagamos ilusiones, ya demasiado se ha hecho, hasta alcanzar esto y cualquier otra… Quién sabe si nos pudiéramos salvar de la misma manera que hemos salvado esto. Porque los ingredientes de la Revolución son siempre dos: sangre o tiempo, si se emplea mucha sangre se ahorra tiempo, si se emplea mucho tiempo se ahorra sangre, eso es lo único que podemos decir. Pero siempre es una lucha y yo soy partidario de gastar tiempo y no gastar sangre inútilmente. Porque, ¿qué hubiéramos obtenido? ¿Algo más que lo que hemos obtenido? En una guerra civil hubiéramos destruido el país, etc. Y después, ¿con qué hacíamos la guerra civil, muchachos? No hay que hacerse ilusiones; esto se hace con realidades, no con ilusiones. Es decir, hay que pensarla muy bien, y pensarla muy bien. Los consejos que le di a Allende, no los ha cumplido y le va como le va, pobre. Claro, no es cuestión de sentir que uno quiere hacer esto o que uno quiere hacer lo otro, la cuestión es hacerlo y hacerlo bien. Hay que pensar que del otro lado hay una voluntad contrapuesta, que también tiene fuerza, y que no es cuestión de atropellar con la cabeza porque se rompe la cabeza, ¿saben…?
Que es lo que les está pasando en Chile y lo que les ha pasado en muchas partes. En cambio los peruanos, esos van más “tanteaos”, van más despacito, no se han apurado y no hay que apurarse; total tiempo al tiempo. ¿Cuántos años tendrá la República por delante…? Vaya a saber. En esto, nosotros tenemos que pensarla y pensarla muy bien. Por eso, para mí, el problema fundamental de la juventud es organizarse. No está organizada… No está organizada cuando se dan ejemplos que sale una juventud y atrás sale otra que está en contra de la que va adelante. No, no puede ser. Eso no puede ser. En la juventud no debe haber nada que no esté en un entendimiento, por lo menos en la misión que deben cumplir. Porque si están divididos, ¿qué van a hacer? Van a llegar, van a tomar la manija, pero no van a poder dar vuelta, porque va a haber otro que les va a dar patadas si se ponen a dar vuelta. Se dan cuenta ustedes, esto es una cosa, que en la acción política, del desarrollo o en el acopio de la fuerza política indispensable, hay que andar con mucho tino. El tino es orgánico, hay que organizarse. Por eso, yo había conversado con algunos muchachos con los que hablé, sobre la necesidad de hacer un Congreso, donde no falte nadie, entran todos allí los representantes, pero que sean representantes fehacientes. Hasta ahora ha habido muchas representaciones de grupo, que yo las conozco. Claro… Yo me dejo pasar, porque en política hay que dejarse engañar, con tal de que no lo engañen, ¿no? (risas) Hay que dejarse engañar. Pero, todo lo que reluce no ha sido oro, yo sé bien eso.
Tampoco, en fin, es verdad todas las cosas que se dicen, ni son justas muchas otras cosas que he visto, por ejemplo, que atacan a la organización sindical. Eso es injusto, la organización sindical no ha actuado porque yo le he dicho que no actúe. Ellos han cumplido perfectamente la orden que yo les he dado. ¿Para qué iban a actuar? ¿Para destruirse? ¿Ocupar fábricas y poner las organizaciones para que las interviniera la Dictadura Militar y las encarajinaran como fue la primera vez?
Eso que está bien organizado, es mejor conservarlo y ellos se han mantenido así porque yo les he dado la orden de hacerlo.
De la misma manera, hay sectores donde se ha procedido de otro modo, porque ha convenido hacerlo así. Y eso que hemos estado manejando una masa casi inorgánica durante los dieciocho años. Es muy fácil conducir un ejército, donde va todo organizadito, pero una masa inorgánica no es fácil; es difícil, se presta a un sinnúmero de cosas.
Pero ustedes, la juventud, debe de[1] persuadirse de esa necesidad. Habíamos hablado, se puede hacer un Congreso y allí si quieren se pegan adentro, pero después salen de acuerdo, eso es lo importante. Sabemos que no es una cuestión de que todo el mundo va a hacer lo que todo el mundo quiere, ¿no? Cada uno puede tener su idea, pero teniendo un objetivo común, eso hay que caminar por un camino o por otro, pero ir sobre el objetivo y eso es la base orgánica.
El peronismo no se ha destruido en estos 18 años, vean que en 18 años, primero nos trataron de romper por el terror, fusilaron una punta de gente, masacraron a otros. Bueno, se aguantó. Después hubo quien quiso asimilarnos, es decir incorporarnos, también le fue mal, y después los militares quisieron hacernos a patadas, tal como los militares hacen siempre; tampoco les fue bien. Pero el peronismo sigue en pie, sigue firme y se afirma cada vez más, porque frente a eso es como más se afirma.
Ahora, cada uno de los sectores nuestros debe de[2] tener una misión y de eso hemos conversado tantas veces. Indudablemente que dentro de esta misión cada uno cumple con el menor sacrificio posible, yo no soy partidario de emplear el sacrificio, más bien la inteligencia, que impide y evita el sacrificio inútil. Es decir, actuar inteligentemente.
En eso, por ejemplo, las mujeres. Las mujeres nosotros las hemos puesto a un lado, porque en esta lucha no las podíamos poner a las mujeres a que se gastaran en una forma en que podían… y no iban a ser tampoco muy eficaces en eso. Ellas tuvieron una misión secundaria a cumplir, y la cumplieron. Ahora, la juventud, y la juventud es la que hace la lucha activa, las formaciones especiales, todo eso del Movimiento fue para eso.
Ahora, la organización sindical tiene su sector, que en este caso mantener esa organización era para nosotros decisivo. No hay que olvidarse, muchachos, que la juventud hizo el 17 de Octubre, pero fue la juventud de los sindicatos la que hizo el 17 de Octubre. La otra juventud estaba en contra de nosotros, esos salían todos los días a tirar piedras contra nosotros, en Trabajo y Previsión, yo cuerpié[3] una piedra ahí y era la juventud de la clase media y los universitarios, que desde el principio no estuvo con nosotros. En cambio la juventud sindical, esa sí, esa se organizó y esa fue la que hizo el 17 de Octubre.
Claro, esto ha cambiado mucho porque también se ha ido abriendo paso la verdad y la razón y por otra parte el tiempo nos ha ayudado (por qué no se corren un poquito más adelante que están muy incómodos allá arriba. Aquí les podemos aflojar un poquito el espacio. Es una lástima que esto es tan chiquito…). Por eso lo que quería hablar era para ver si podemos organizar un Congreso que dure unos cuantos días, para emparejar un poco las cargas. Ya estamos en condiciones de hacer un trabajo de conjunto con los dirigentes. Porque en las otras fuerzas se realizan los congresos, pero en la juventud no, la juventud todavía están, diremos fragmentada, y a eso hay que buscarle una… Porque después yo veo muchas veces, escucho algunos de ustedes que protestan por algunas cosas, pero son cosas resueltas por los congresos partidarios y eso es palabra santa, ¿no?
Lo que hay que hacer es participar de esas decisiones de conjunto, porque no es el caso de no participar y después protestar de afuera, eso no tiene ningún valor. Porque eso se hace, fatalmente lo que sale. Y en el Movimiento, que ahora se está institucionalizando realmente, se va a institucionalizar y van a ser representaciones fehacientes, elegidas, ¿no? Pero elegidas por las bases, no por los dedos, eso ya no cuadra en esta época. Podría ser posible en la lucha, porque no se podía estar haciendo elecciones en el Movimiento, se estaba peleando. Pero ahora ya, sí. Ahora ya eso, hay que ir creando la institución, la institución que da el orden, da la eficiencia y da la permanencia, la estabilidad.
No se puede actuar como estamos actuando, sobre todo el sector juvenil que está todos los días empezando una cosa nueva; es decir, todos los días empezando, como hacen los locos, que se levantan y ese día empiezan de nuevo alguna cosa nueva. Eso no es constructivo. Es decir, hay que crear ya una línea, dentro de una posición, que es la que ustedes elijan, no es tampoco una posición que viene de afuera y entonces sí, frente a las demás ramas del Movimiento, ustedes pueden hacer valer su opinión, pero si no están representados…
Por ejemplo, la fórmula. Sé que algunos de los muchachos de la juventud, no están de acuerdo con la fórmula que ha salido; ha salido de un Congreso. Un Congreso que está formado por los dirigentes que han venido en representación de todas partes. Además todos los diputados y todos los senadores que fueron electos. Esos hombres tienen representación, esos no vinieron porque Dios quiso. Que habrá habido algunas anormalidades y anomalías sí, bueno, pero… No se pudo hacer de otra manera; el tiempo de que se dispuso para todas esas cosas no dio tanto margen como para elegir lo impecable, se eligió lo mejor que se pudo.
Ahora indudablemente que cuando ese Congreso resuelve una cosa, y bueno, nosotros todos tenemos que acatarla, yo no he tenido ninguna intervención, y ni he querido arrimarme a los congresos, ni a nada de eso, que resuelva el Movimiento. Hemos empezado con eso y tenemos que seguir con eso. Ahora en ese congreso también había hombres de la juventud, ¡vamos!, los diputados que tienen ustedes, todos han estado en el Congreso y ellos han resuelto; ha salido por aclamación eso.
Ahora, que me digan ustedes que eso se habrá trabajado, bueno… En todos los congresos se trabaja una cosa o se trabaja otra pero… Bueno, ustedes no serán mancos para trabajar tampoco (risas). Es inútil protestar después que se han hecho las cosas y uno no ha tenido la decisión que hubo de haber tenido para hacer la discusión dentro de los órganos correspondientes.
Por eso todas estas cosas, indican que hay una indudable falta de organización, nada de eso puede pasar si hay organización. Siempre he mantenido el movimiento en la misma forma. Jamás yo he obligado a nadie dentro del movimiento a pensar de una manera determinante.
Tenemos, sí, una ideología y una doctrina dentro de la cual nos vamos desarrollando. Algunos están a la derecha de esa ideología y otros están a la izquierda, pero están en la ideología. Los de la derecha protestan porque estos de la izquierda están y los de la izquierda protestan porque están los de la derecha, y yo no sé cuál de los dos tiene razón en la protesta. Pero esa es una cosa que a mí no me interesa. Me interesa que exista un Movimiento que sea, diremos, multifacético, que tenga todas las facetas que un Movimiento debe tener. Esto no es un partido político; en consecuencia no puede ser ni sectario ni excluyente.
Yo siempre cito el ejemplo y ustedes ya lo conocen, de Remorino. Protestaba porque hay comunistas, decía él. Y estos otros que estaban a la izquierda protestaban por él, por los reaccionarios. Bueno, pero eso es lo que corresponde en un Movimiento. Los dos fueron buenos peronistas al final, cosa curiosa. Lo que me interesa a mí es eso.
De la misma manera cada uno, dentro del movimiento, tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas. Me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política todos tienen que tragar un poco el sapo, pero yo no, yo hago aquí de padre eterno. Bendigo orbe et urbi[4]. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número, porque la política tiene esa técnica, acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante hacia la finalidad y los objetivos que nosotros perseguimos.
Todo el que piense y sienta así, ahora, mañana o pasado, bien hecho. Ahora, dentro de eso hay distintas posiciones, a mí se me presentan todos los días esas fracciones divididas: ¡que estos son traidores!, y los otros que los traidores son los otros y yo siempre les digo lo mismo. Todo el que viene, dice: sí, pero nosotros tenemos razón, sí, tal vez a lo mejor sí, pero como yo no soy juez ni estoy para dar la razón… Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos. Porque si quiero llevar solo los buenos voy a quedar con muy poquitos (risas), y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho.
Es decir, que esto tiene una hermenéutica de la cual no se puede salir, porque si no es ir al fracaso. Hay otros que tienen otra misión, bueno… Que la cumplan ellos. Esta es mi misión, como digo es la más ingrata de todas, porque muchas veces llega un tipo que yo le daría una patada y le tengo que dar un abrazo. Pero la política es así, es un juego de ductilidad, y tolerancia y paciencia. ¡Pero qué paciencia hay que tener! Y, si no, no hay que meterse en esta, ¿no? (risas). Por eso digo muchachos, yo creo que lo que la juventud tiene que hacer, en mi concepto, es un trabajo que no ha hecho, que es el de buscar de conformar una Organización que los prepare de la mejor manera para la tarea que van a tener que realizar.
Porque en este momento, si yo les dijera que pueden empezar ya a actuar, les diría una macana porque no conviene que empiecen a actuar. Ustedes tienen una actuación política, pero no puedo entregarles yo la cosa pública y decir: “Muchachos, a manejar esto”. Si nosotros, con la experiencia que tenemos, con el conocimiento profundo que tenemos, estamos muy dudosos para hacer cualquier cosa, porque hay que ver cómo está el país.
Este es un Estado que ha sido destruido, han comenzado por destruir al hombre. Esa generación del medio está destruida, es una generación de amanuenses y esta tarea que hay que realizar no se puede realizar con amanuenses, hay que realizarla con hombres que tengan iniciativa y pongan las cosas que hay que poner; ahora, no es tan fácil hacerla, no vayan a creer. Vean lo que le pasó a Debenedetti: Debenedetti es un primario de esos que llegó y dijo ¡Esto! Y es claro y es cierto, se encontró con que en la Municipalidad no había más que jefes y las calles sucias y él creyó que esto era como en la época nuestra que fue Intendente, con un poco de manija; atropelló y se dio contra la pared.
Es decir, cuidado con eso, uno tiene el sentido y el sentimiento primario, pero hay que calificarlo con un poco de la experiencia y la ductilidad en la acción y eso es lo que ustedes tienen que aprender. Nosotros, ¿qué les podemos dar? Esa experiencia. Ustedes todos los demás valores que tienen, pero la experiencia se la tenemos que dar. Dios me libre si a nosotros se nos ocurre hacerlos actuar a ustedes arrancándolos verdes. Dios me libre. Es ponerlos en el fracaso a todos.
Yo muchas veces recibo algunas cosas que me mandan, en general escritos y críticas sobre una cosa, críticas sobre otra cosa, de los muchachos, con la más buena intención del mundo. Pero… dicen que “el camino que conduce al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Aquí, además de la intención hay que tener las formas de ejecución, que son indispensables. Estamos, sí, tenemos, nosotros sabemos a qué finalidades debemos llegar, pero hay que hacerlo, eso. ¡Cuidado! Este es un asunto sumamente frágil, ¿no? Es como cuando están manejando una terracota y la están modelando, cuando le hacen así se tuerce toda, cuidado con eso, o se rompe.
Eso es lo que les decía a unos muchachos que me pidieron que hay que hacer esto, que hay que hacer lo otro y yo estoy totalmente de acuerdo, pero, ¿usted quiere hacer como Allende? ¡Cuidado! ¡Se le va la mano! Entonces todas las otras fuerzas que están acopladas a ese proceso se le vienen encima. Y este hombre que subió con el apoyo total del pueblo, ahora tiene la mitad del pueblo en contra, y decididamente en contra. Porque no tan solamente los patrones son los que están en contra, sino los trabajadores los que tiene en contra, y ¿cómo se puede hacer un movimiento de las características que él está realizando con la clase trabajadora en contra? Ahora, que se la han puesto, claro que se la han puesto, ¡qué gracioso! Pero están ayudando a que se la pongan. ¡Lo que no hay que dar lugar es a eso!
Vean, esta es la cosa, que además de un pensamiento claro hay que tener un tacto, que si no se quema uno. El tipo que no tiene tacto, agarra, ¡paf!, se quema. En esto es igual, la cosa es no quemarse. Por eso, todo eso hay que aprender. Ahora que hay que hacerla, sí, sí, sí, hay que hacerla, pero hay que hacerla “piano” y bien hecha. En estos momentos nosotros, por ejemplo, hemos recibido el gobierno en una situación difícil. Claro que no hemos podido entrar a la tremenda. Los muchachos que han estado, tanto en el primer gobierno, como este otro que está ahora, han tenido que tolerar muchas cosas. ¡Ah! ¡Entonces hay vacío de poder! El gobierno es débil… ¡Claro! Y nos van a atacar por un lado, o por el otro. Si nosotros hubiéramos llamado a los militares y hubiéramos metido leña como la dictadura… ¡Ah! ¡De nuevo la tiranía!
Entonces no hay que darle ni pa’un lado ni pa’l otro[5]… que está indeciso en esto, ¡ajá!, y trabajar firmemente, pero con calma, con paciencia. Y la juventud, que generalmente es impaciente, que normalmente es impaciente, es la que más debe acopiar paciencia.
Lo que yo les puedo asegurar es que, en este grave problema en que nos encontramos, con una generación y otra generación y en el medio un gran vacío, porque esa generación de amanuenses que ha actuado 18 años en el Estado, esos no sirven ni para Dios ni para el Diablo, esos no se pueden utilizar. Son hombres que no tienen valores para ser utilizados. Nosotros hemos empezado a emplear muchos… No va. Sin embargo hay que hacerlo y hay que hacerlo con muchos de ellos. Ahora lo que yo les puedo garantizar es que en dos o tres años, este problema puede ser solucionado. Y pueden ustedes encontrar la nueva generación que ha de hacer el verdadero trasvasamiento generacional. Y a encontrar la situación y empezar ya, desde ahora, pero hay que empezar de abajo, hay que empezar desde abajo e ir poniendo como pensábamos nosotros desde hace rato ya, ir poniendo los hombres de gran experiencia y un muchacho al lado, para que se vaya haciendo, se vaya formando, y vaya adquiriendo experiencia, y algunas mañas también va a tomar de los viejos, pero… Pero todo eso les puede ser de utilidad.
Es decir, no jugarse en una aventura generacional y que puede conducir a un desastre, un desastre en el que ustedes mismos se van a matar unos con otros, como ya han empezado algunas veces a hacerlo, ¿no? Eso es lo que hay que evitar. Todo eso hay que ir puliendo, organizando, creando los seguros y reaseguros necesarios para que la juventud sea verdaderamente una juventud “de emergencia”, que va a tomar en su momento, no apresuradamente tampoco. No es ninguna ganancia para ustedes apechugar un problema como el que se está ventilando en este momento.
Por otra parte, el error muy grande de mucha gente, entre ellos de mi amigo don Salvador, es pretender cambiar los sistemas. El sistema es un conjunto de arbitrios, que forman un verdadero cuerpo, eso es el sistema y a nadie se le ocurra cambiarlo. Si yo tengo que cambiar esta casa no se me ocurra agarrar la casa y levantarla. Empezaré por llevar de a poco los ladrillos y lo que haya que llevar y trasladarlo.
Entonces lo que hay que cambiar, paulatinamente y con gran prudencia, son las estructuras que conforman el sistema. No se puede, algunos quieren pasar de un sistema a otro, a otro sistema, cambiando sistemas, no, no. El sistema no se cambia. El sistema va a resultar cambiado cuando las estructuras que lo conforman y lo desenvuelven se hayan modificado. ¿Y cómo se modifica eso? Hay un solo camino, dentro de esta actitud nuestra que es la legislación. Hay que ir creando la legislación que modifique las estructuras. Cuando se acuerden, el sistema va a estar totalmente cambiado. Para nosotros, ese es el camino.
No es de ninguna manera constructivo el romper el sistema. Fíjense ustedes que deben tomar por experiencia: la Unión Soviética, por ejemplo, rompió un sistema y creó otro hace 66 años, y todavía no ha podido, a pesar de que los han ayudado todos, que la tecnología ha ido adelante, tiene que ir Brezhnev a pedir auxilio a los Estados Unidos. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que ese sistema no es… Miren ustedes por ejemplo los países que salieron de la guerra hace 27 años en Europa. Miren por ejemplo Alemania, que quedó “pa’l gato”[6], estaba todo en el suelo, no había nada, hoy es el país más rico de Europa y con un sistema más apropiado de toda Europa. Vean ustedes que la legislación alemana sobre la cuestión social, etc., es magnífica. Magnífica porque han hecho un Estado moderno donde el esfuerzo es mancomunado y hay unas leyes perfectas.
Lo mismo pasa en Francia, que también ha quedado destruida. Pero todo eso se ha hecho en veintitantos años de trabajo y de modificación de las estructuras, hasta llegar a la perfección actual. Por eso digo: nosotros tenemos que pensar muy seriamente en eso. Es muy fácil romper. La cosa después es componer lo que uno ha roto. Pienso en esto, por ejemplo: he estado en Rumania. Cuando emplearon estos sistemas catastróficos, destruyeron todo. Ahora hay que ver lo que les cuesta para poder arreglarlo. Menos mal que tenían a Ceaucescu que se ha dado cuenta de ese fenómeno. Nosotros hemos conversado muy largamente con él, y me ha dado toda la experiencia. Ellos fueron de todo. Lucharon, rompieron, destruyeron todo. Y ahora se dan cuenta que tienen que volver a construir. Sobre eso mismo están construyendo. No tienen más remedio.
Entonces, pensemos seriamente en eso. En esto no se puede improvisar. Y hay poco que improvisar ya en la historia del hombre. Porque los ciclos históricos han ido afirmando experiencias que no se pueden desaprovechar.
Por eso, mi consejo para la juventud: buscar una organización, lo que ustedes tienen no es una organización, muchachos, aunque ustedes crean que sí. Todas estas pequeñas divisiones en cuanto se produce la menor fricción, ya están a los palos entre ustedes. Eso no puede ser.
Tenemos ejemplos, ¿no? Hay ejemplos ya. No sé de quién es la culpa ni me interesa. Pero cuando hay una organización realmente fuerte y bien hecha, no hay quien pueda provocar una cosa así, violenta o catastrófica entre sectores de una juventud que tiene un mismo objetivo, una misma misión y que está en un trabajo por alcanzar.
En eso creo yo que el defecto es no estar organizados. Ustedes no están organizados. Se han reunido, más o menos, pero eso no es la organización. La organización presupone una unidad absoluta de propósitos. Es de allí donde nace la cohesión de las organizaciones. No puede haber unos que piensen de una manera y otros que piensen de otra. Sí, todos tienen derecho a pensar como se les ocurra, individualmente. Pero en la organización no. La organización tiene un propósito, una misión y un objetivo, que aunque uno no esté de acuerdo, si sirve a esa organización, tiene que aceptar, porque es la mayoría. Porque es el pensamiento de la mayoría. Y si no está de acuerdo se va a su casa, ¿no? En esto no hay más… Por eso yo creo, creo, que ustedes deben de[7] buscar la forma realizando, por ejemplo, un Congreso. Son las mejores formas. Un Congreso con representantes fehacientes de cada una de las organizaciones de ustedes y llegar, sin abandonar si quieren las siglas. No interesa. Que algunos se enamoran de las siglas, algunas veces. Y entonces, ¿por qué no respetarles eso? Pero la organización no. La organización tiene que ser una organización cohesionada, firme, y que asegure una estabilidad. Es decir, que no puede haber ningún fenómeno dentro de la organización que la destruya en un momento dado. Fíjense, tomen ejemplo de nuestro Movimiento. Yo sé que muchos de ustedes desprecian a mucha gente de nuestro Movimiento, por A, por B o por C, ¿no? No son despreciables. Es gente que ha cumplido una misión, y ha cumplido una finalidad. Tan es así, que ¿hemos ganado o hemos perdido? (aplausos).
Ahora que hemos ganado, tenemos que aprovechar eso. Pero aprovechar eso para hacerlo orgánicamente. Y ustedes, que dentro de dos o tres años, van a tener la responsabilidad total, son los que tienen que poner la barba en remojo. Estas cosas hay que tomarlas con esa responsabilidad. Muchos de ustedes han sufrido. Magnífico: la escuela de formación de hombres es el sacrificio, no es “la dolce vita”, no. La formación de los hombres es a fuerza de ese sacrificio, de ese trabajo, de ese esfuerzo, así se forman hombres, hombres con virtudes suficientes como para realizar. Realizarse durante su vida.
Por otra parte, yo siempre digo que “así como no nace el hombre que escape a su destino, no debiera nacer el que no tenga una causa para servir en su vida”. Porque es la única manera de justificar su paso por la vida. Hay hombres que son normales. Y han resultado grandes y verdaderos héroes de la humanidad, porque han sido hombres que sirvieron a una causa. En cambio hay hombres de un talento extraordinario que se pasaron la vida escribiendo novelitas. No sirvieron para nada. Entonces no son nada, a pesar de que son quizás genios. Pero el genio es genio cuando se aplica a una causa noble, por la cual se sacrifica y va adelante. Yo pienso así, pienso que no debía[8] haber un hombre que no tuviese una causa para servir.
Bueno, todo eso conforma lo que yo genéricamente llamo “organización”. Lo que nosotros hemos tratado de meter en el pueblo argentino desde hace ya treinta años. Precisamente eso. Algunos no saben por qué los chicos chiquitos ya nos hacen así en la calle (hace la V peronista con los dedos). Son las mamitas que se los enseñaron, y es lógico. Lo agarró la mamá entre el nacimiento y los seis años, que es cuando se meten las cosas en el subconsciente, y ¿quién se lo saca, eso? No lo dejan más. Y probablemente el vuelco de la Juventud Argentina hacia nuestro Movimiento está muy afirmado en eso.
Indudablemente nosotros tenemos que tener, por la mujer también, no solo el respeto humano que la mujer debe despertar en nosotros, sino también incorporarla al quehacer político, y sobre todo al trabajo. Fíjense ustedes que nosotros somos 24 millones, y trabajan solamente 12 millones; a lo mejor de esos doce, entre viejitas y muchachitos serán siete. Qué lindo sería, si por lo menos laburaran 14. Yo he estado por ejemplo en Europa, en regiones no muy pobladas (Holanda, Bélgica) que como nosotros están casi con poca cantidad de habitantes, pero esa poca cantidad de habitantes que tienen la emplean toda. Y ahí tiene a China, en China se morían 12 millones de hambre todos los años. Se puso a trabajar la mujer, hoy la mujer en China trabaja a la par del hombre, y ahora se dan el lujo de exportar comida, los chinos.
Es decir, me refiero al trabajo útil de la mujer. Ahora, hay que darle –si le vamos a exigir que la mujer trabaje-, hay que darle también todas las garantías y los alivios que deben tener como consecuencia de esto, empeñarse en un trabajo a la par del hombre.
Lo cierto es que en las fábricas argentinas no hay mujeres que trabajen, muy poquitas, ¿por qué? Si hay menesteres fabriles en que la mujer es infinitamente superior al hombre. Es que hemos acostumbrado a que sean amas de casa, amas de casa, de esa tarea yo casi no sé, o hacer muy poco, y de ese menester se puede encargar otro que no tenga la aptitud que la mujer tiene para rendirle al país, un provecho.
Ese es, diremos, el pensamiento moderno, o que se utiliza hoy en todas las partes del mundo.
Nosotros estamos, en ese sentido, un poco atrasados.
Por eso creo que el Movimiento, y ustedes la juventud, ustedes han empleado a las mujeres, pero poco. Las chicas han acompañado mucho y muy meritoriamente, pero son poquitas las que han acompañado, debieron haber sido todas.
Es decir, que hay que mover esos sectores. Nosotros los vamos a mover y espero que cuando ustedes lleguen a tomar la manija, esté ya más o menos en marcha todo ese proceso. Porque Dios los libre si ustedes llegan a tomar la manija y no pueden dar vuelta después… Eso hay que irlo pensando. Y para eso tienen que estar organizados. Y el único defecto que yo le encuentro a la juventud es que no está organizada.
Ahora, organizarse, como han hecho por zonas, estoy totalmente de acuerdo. Ahora, una vez que esa juventud esté zonalmente organizada, dentro de cada zona, la Organización presupondrá la necesidad de ver quiénes son aptos y para qué. A fin de que puedan ser empleados de la mejor manera. Hay gente que sirve para poner su materia gris, y eso hay que acopiarlo en gran cantidad, porque es lo que más vale. Otros que sirven para la acción política. Porque hay misión para todos. Otros que sirven para el trabajo, diremos, de organización.
Es decir, estudiar todo eso e ir estableciendo la organización a base ya de esa conformación y crear en cada organización juvenil, especialmente en las zonas, los Institutos de Estudio y Planificación, donde van los que tengan conocimiento y capacidad para eso.
Debo advertirles que hace cinco años que nosotros tenemos ya organizados los Institutos de Estudio y Planificación; que no los hemos podido todavía poner en plena vigencia, porque no sabemos lo que hay adentro del paquete todavía. Estamos estudiando la situación a ver qué es lo que ha pasado en el país. Y cada día que recorremos alguna cosa, sabe, y apretamos sale una gota de pus. ¡Cuidado! Que eso no se puede cicatrizar, sobre el pus, hay que hacer un raspaje hasta el hueso y después cicatrizar, no, no es tan fácil.
Algunos muchachos creen que no se está haciendo nada. Se está haciendo eso. Y se está haciendo eso con gente que tiene experiencia ya en esas cosas. Ahora, después que se ha aclarado el panorama y estudiado bien la situación, vienen las medidas que hay que tomar para liberarse de eso.
Esta gente que se ha ido ha dejado todos los puestos inamovibles, no los puede echar porque tienen leyes de estabilidad. Y todos esos bandidos que están metidos en la administración no los podemos echar porque tienen una ley que los protege.
Ahora, el Congreso tiene que estudiar todos esos problemas. Pero el Congreso no quiere porque… no es político dejar sin efecto una ley de estabilidad. Pero hay que darse cuenta que la gente que tiene y está protegida por esas leyes de estabilidad son todos gorilas que han quedado. Son leyes que ellos hacían así nomás en la trastienda. Y la daban como ley.
Nosotros lo vamos a dejar todo resuelto a ustedes. Lo que ha pasado en estos 18 años es de tal naturaleza que no se puede arreglar de la noche a la mañana. Primero, porque está todo eso podrido. Vayan ustedes a cualquier repartición pública. En cuanto se empiezan a tomar medidas largan las vacas a la calle (risas).
Esos señores son unos vivillos que han vivido estafando, intermediarios, que han venido encareciendo la vida a la población. Usted dice, bueno, ahora el Estado va a tomar esto para que no haya más intermediarios y la carne pueda bajar un 10 o un 20% más, entonces le largan las vacas a la calle (risas).
Es decir, cada cosa de estas… Yo voy a tomar como ejemplo el problema municipal: todos son jefes y no hay quién barra las calles. Ustedes ven la mugre que hay, nunca ha estado tan sucia la ciudad y llena de pozos y llena de… Bueno, eso hay que arreglarlo, muchachos. Y Dios quiera que no sean ustedes los que lo tengan que arreglar, porque esas son cosas que mejor que carguemos nosotros con la responsabilidad de hacerlo, y ustedes reciban ya el panorama más o menos despejado. Y puedan utilizar digamos todos los medios para llevar adelante el país.
Bueno, yo los quisiera escuchar a algunos de ustedes también. Hasta ahora me han hecho hacer a mí el gasto y quisiera escuchar a alguno de ustedes qué piensan sobre estos problemas…
Un representante FEN-OUP: Un poco más para terminar con las presentaciones. Nosotros somos del Frente Estudiantil Nacional y la Organización Universitaria Peronista. No, estábamos completando las presentaciones que se habían empezado y no se habían terminado. Estaba diciendo que éramos del FEN y OUP y están más o menos presentes los compañeros de las distintas regionales y después le vamos a entregar una carpeta donde está condensado todo nuestro trabajo.
Gral. PERÓN: Eso es muy interesante, muy importante. Sí, porque aquí tenemos que hablar con franqueza: no estamos para… (es interrumpido).
Un representante: Yo quisiera decirle una cosa… No sé si primero, seguro que hay grupos que no se han presentado. No sé si usted prefiere en todo caso…
Gral. PERÓN: No, para mí es bastante con saber que hay grupos (risas y aplausos). Ahora el remedio lo tienen que tomar ustedes, no yo. Pero en síntesis…
Un representante: El análisis que usted ha hecho es compartido unánimemente por nosotros, totalmente, puede contar con nosotros para cualquier… (ruido de avión).
Un representante: Nos gustaría que nos aclarase un poco el problema de las fuerzas que intervienen acá, solicitando nuestro apoyo para servir a fines que nosotros no podemos manejar por el nivel en que se orientan. ¿Se da cuenta la desgracia? Nosotros nos damos cuenta que en muchos casos somos usados por fines que no conocemos. Ese es nuestro problema fundamental. O sea, la juventud no actúa en una campana de vacío. Está siendo solicitada por fuerzas internas y externas. Por intereses del país y ajenos al país. Nosotros necesitamos los elementos de juicio de los que usted dispone para poder orientar esa organización imprescindible al servicio de la Patria y no más ya al servicio de intereses de círculo, ambiciones o intereses de sectores internacionales que están agrediendo al país.
Un representante del MAP: Yo soy del Movimiento de Agrupaciones Peronistas.
Algunos: ¿Qué es eso?
Un representante: Bueno, ¿quieren que me presente?
Gral. PERÓN: Sí, cómo no…
Un representante del MAP: Bueno, yo soy integrante de la Mesa Nacional del Movimiento de Agrupaciones Peronistas de la Mesa de la Juventud, en que interviene, ha intervenido el compañero Ramón Martínez, Secretario Privado del compañero José Rucci, ha intervenido en una serie de hechos. Además personalmente he estado preso, tengo 31 años, creo ser todavía joven. En el año 60 estuve preso casi un año en Trelew, a partir de eso me dediqué un poco más a trabajar. Me casé, tengo 6 hijos. Nada más.
Gral. PERÓN: Bueno, sí, con el mismo derecho que los demás están agrupados, tienen derecho otros de agruparse de otra manera. ¿Y eso? ¿Qué es eso? Y pienso simplemente que no está organizado. No nos engrupamos entre nosotros; no hay organización. Y aparecerán otros que están agrupados en otra forma y bueno, y es lógico que toleremos que están agrupados, que cada uno se agrupa en la forma que quiere. Nadie está obligado a agruparse donde no le interesa, o donde no le gusta o no le conviene. En cambio, si se hace una organización de conjunto, ¡ah, entonces sí!
Pasa como en el peronismo, en el peronismo hay gente que piensa de una manera, de otra, de una rama o de otra. Pero es peronista. ¡Cuidado! Eso es lo que interesa. Y él tiene mucha razón en esto, porque como decía Martín Fierro, “No todos son domadores, muchos son frangoyadores que andan de bozal y rienda…[9]” (risa del Gral. Perón). En este aspecto…
Y en eso yo conozco bastante porque no solamente he actuado acá, sino que he actuado fuera, donde se mueven muchas fuerzas que actúan aquí. Eso es un asunto que ya le dije los otros días, no me hacen el cuento porque los conocí “naranjo” yo a ellos… (risas).
Sí, los vi allá, y estuve con ellos allá y hablé con ellos. En esa época yo también conspiraba (risas). Y entonces, yo sé adónde van. Yo sé lo que quieren, porque eso me lo han dicho ellos a mí. Porque ellos creían que yo era uno de los de ellos pero yo no era uno de ellos, yo era uno de los nuestros (risas). De ellos no.
Todavía tengo conexiones con gente allá que se mueven en París, cualquiera, Posadas y todos los demás que están allí. Eso ya es gente que está en una acción internacional, porque no se mueven solamente aquí, se mueven en todo el continente. Vamos… Y nosotros no podemos estar en eso. ¿Por qué? Y, porque si no estamos con los yanquis, tampoco podemos estar con los marxistas (aplausos).
Un representante Montoneros: Sí, nosotros compartimos todo lo que usted estaba diciendo. En que evidentemente el problema es que no existe una organización sólida e integral. También es cierto que no hace mucho que se está haciendo esto. La identificación con el cauce. El problema que subsiste generalmente es que como no tenemos una organización, es porque no se concibe en el conjunto de los miembros que deban componerla, con claridad los objetivos o el proyecto político que esa organización debe desarrollar.
El proyecto político, como solemos decir nosotros a veces “algunos compañeros se quedan en la cortita…”. Y el proyecto político es de largo alcance. El proyecto político está signado por esa famosa frase que “el año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. De que inevitablemente marchamos hacia la construcción de un socialismo, que si tomamos a la Nación como Latinoamérica, será nacional, ¿no es cierto? Pero eso es de aquí a fin de siglo, pero es difícil calcularlo. Interesa tener presente y eso, es lo que creo que tal vez no esté lo suficientemente claro. ¿Qué tenemos que hacer hoy para llegar a ese proyecto? Porque uno a lo mejor se puede poner fácilmente de acuerdo en un proyecto de aquí a 30 años, pero es más difícil ponerse de acuerdo en qué hay que hacer mañana.
Aquí entonces está el problema de la unidad nacional, de la generación de emergencia. Y no hay ninguna unidad nacional si no hay un movimiento justicialista que lo conduzca porque es un eje hegemónico, su trayectoria, su composición social, su doctrina, etc.
Pero, el problema nos remite a que el proyecto a 30 años, en el día de mañana, lo tenemos en la unidad del Movimiento. Es decir, su implementación consiste en la unidad del Movimiento.
Y esto también nos remite a otro problema. Es evidente que en el Movimiento, como dice el general Perón, es suficiente con saber que hay grupos, que hay distintos modos de pensar, que a veces las distintas organizaciones responden a distintos modos de pensar, otras veces responden a competencias. No podemos negarlo. Entonces, el problema reside en lograr esa unidad, pero esa unidad del Movimiento requiere una conducción unificada. Y ahí es donde entran en colisión también los proyectos de las distintas organizaciones y las competencias entre unos y otros.
Como usted ya ha dicho hace no mucho tiempo: ahora se acabó la época del dedo. Pero anteriormente estábamos obligados –porque uno no puede llamar a elecciones en medio de la lucha-, estábamos obligados no al dedo sino a la verticalidad, a la verticalidad absoluta, ¿no es cierto? En medio de un tiroteo nadie discute. Cuerpo a tierra, cuerpo a tierra. En medio de una acción política de construcción de un plan de gobierno se discute, absolutamente, porque no es cuestión de tirarse cuerpo a tierra.
El problema es que no sé si la totalidad de los organismos que estamos acá, y tal vez algunos que no están, tenemos claro este cambio de etapa. Cambio de etapa de lo que es la destrucción a pasar a la reconstrucción y entonces consecuentemente con eso se acaba el dedo para lograr representatividad absoluta y lograr unidad para poder cohesionar la Nación, etc.
Gral. PERÓN: Para institucionalizarse, que es lo único que va a resistir al tiempo. Lo demás, el hombre, va a la Chacarita le guste o no le guste (risas).
Un representante Montoneros: Tenemos sobrada experiencia…
Entonces el problema es que a veces, los distintos organismos se juegan un poco a ver quién era más vivo y quién se pone debajo de su dedo. Y entonces no comprendemos allí dónde está el proyecto. La cosa no es ser más vivo y ponerse debajo de su dedo, es comprender el proyecto que usted está conduciendo y trabajar en función de lograr la unidad representativa, en fin, todo el resto.
Es decir, yo personalmente pienso que el problema de la unidad de la juventud gira bastante en torno a esto. Hay diferencias de concepción, ¿no es cierto? En fin… Pero no se puede lograr una unidad si no garantizamos un mecanismo donde la unidad genere un organismo de conducción que, aun aunque tenga representantes de distintos organismos internos, llamémosle así, garantice una unidad de conjunto. Y que eso no se puede lograr jugando a congeniarse con su dedo. Se tiene que lograr en base a la comprensión de ese proyecto, saberlo implementar y ganarse la representatividad. Hay que ganársela.
Gral. PERÓN: Sí, sí, sí, en política nadie regala nada (risas). Hay que ganárselo.
Un representante Montoneros: Por eso lo que usted dice, un Congreso, creo que es correcto, de algún modo todo esto es un Congreso también, suficiente gente de todos los grupos, casi todos.
El problema es poner en claro el proyecto, sacar el denominador común. Qué es el proyecto común que pueda resultar entre las distintas concepciones y garantizar un mecanismo que permita una conducción verdaderamente representativa. Y ahí cada cual se gane la representatividad, y el que perdió, perdió. Es decir, dentro de todo organismo político que pretende llevar adelante un proyecto revolucionario existen mayorías y minorías. Existe la absoluta posibilidad de discutir y cuestionar durante el momento de la discusión. Después de tomada la decisión, la minoría se somete a la mayoría y punto. ¿No es cierto?
Es decir, que el modo de resolver este problema pasa necesariamente por ponerse de acuerdo en un mecanismo de representatividad que es la elección, el más simple. Tal vez es el más lento, ¿no es cierto? Hay que tener en cuenta que la juventud no tiene padrones propios o los tiene muy a medias.
Gral. PERÓN: Pero hay que hacerlos… Tarde o temprano van a tener que hacerlos…
Un representante: Claro, hay que hacerlos, porque si no, ponerse de acuerdo en la representatividad en una mesa no garantiza representatividad ni de los que están en la mesa ni que las proporciones que salgan sean las justas, ni nada. Es decir, ¡no garantiza nada! Nosotros nos podemos poner de acuerdo y eso no garantiza la representatividad del conjunto, que es lo único que garantiza el desarrollo del proyecto.
Un poco para sintetizar, simplemente el punto es comprender realmente el proyecto en el largo plazo, comprender que empieza pasado mañana por medio de lo que denominamos “reconstrucción nacional”, etc., y que eso pasa por la unidad de la juventud en base a un procedimiento que garantice la representatividad de los dirigentes. Ese procedimiento es el padrón y la elección controlada por todos.
Gral. PERÓN: De acuerdo, así me parece que vamos encaminándonos en eso…
Un representante de la Escuela de Conducción Política: Estoy un poco lejos…
Gral. PERÓN: Y por qué no se acerca… (risas)
Un representante ECP: Me llamo Daniel Alberto Daiácono. Pertenezco a la Escuela de Conducción Política del Movimiento Nacional Justicialista y he venido en representación de ella acompañado por otros dos compañeros. Dentro de ella pertenezco a la Secretaría Docente cuyo Secretario Nacional es el compañero Hugo Petroff y el Secretario Docente el profesor Jaime María de Mahieu.
En primer lugar, antes de empezar a sintetizar un poco cuál es la situación de la Escuela, cuáles son sus objetivos generales, en base al análisis que hemos hecho de la realidad, quisiera entregarle un documento doctrinario que hemos reimpreso, creo que usted lo tiene…
Gral. PERÓN: Sí, pero yo lo tengo en Madrid, me va a venir muy bien.
Un representante ECP: Bueno, yo le he traído unos cuantos.
Gral. PERÓN: Ahí tiene un centro importante, un centro importante es un Centro de Estudios. Ellos no tienen representatividad política, pero es importante porque allí, allí es una escuela. ¿Cuántos muchachos tienen, van a los cursos? ¿Cómo van los cursos?
Un representante ECP: En estos momentos, la situación de la Escuela es un poco… Dado que su labor no es un poco así buscar mayorías ni minorías, no está ubicada en ese aspecto, sino que está tratando de formar dirigentes, organizar dirigentes, se mueve con un poquito, cómo podría decirle…
Gral. PERÓN: Precariedad.
Un representante ECP: Esfuerzos personales. Precariedad. No obstante, usted dese cuenta que no contamos ni con una sede central. Son todas colaboraciones de compañeros, individuales, por supuesto, que hasta el momento no alcanzan para abastecer las necesidades organizativas de todos los compañeros peronistas.
Gral. PERÓN: Y esta debe ser una inquietud especial de la juventud, porque en las Escuelas del Movimiento Sindical Argentino, en 1944/45 –perdone que lo haya interrumpido-, no tenía ningún valor. Intelectualmente era nada, era cero. Nosotros inauguramos escuelas sindicales en todos los sindicatos, elegimos los mejores profesores que teníamos. Durante 10 años funcionaron las escuelas sindicales. Hicimos escuelas políticas en todas las provincias. Y creamos acá una Escuela Superior Peronista que era la Escuela de Especialización de la Conducción.
Ustedes no tienen una idea cómo se elevó el horizonte intelectual de los dirigentes. Sin eso… No una escuela, hay que tener… Ya hemos empezado con las escuelas sindicales. Ya están las escuelas sindicales en marcha. En cada sindicato una escuela. ¡Pero hombre…!
Un representante ECP: Bueno, con respecto a eso, el Secretario Nacional de la Escuela le envía… Disculpe usted la improvisación…
Gral. PERÓN: No importa hijo, no interesa…
Un representante ECP: …pero nos avisaron un poquito tarde, aquí están los Centros que están funcionando, un poco sintéticamente…
Gral. PERÓN: Bueno, ya, ya me voy a reunir yo con ustedes, después, y vamos a conversar sobre esto en detalle. Es una cosa que me interesa extraordinariamente, porque yo tengo una gran experiencia en eso. Desde que nosotros empezamos a hacer funcionar… Le voy a decir: el Partido Peronista masculino con el Partido Peronista femenino ha sido manejado durante 18 años por gente que ha cursado las Escuelas Políticas nuestras. Claro, al alumno se le dan los conocimientos; los valores propios, eso no, eso lo da Dios, ya nosotros no podemos darlos. Por eso hay muchos que esos conocimientos los emplean bien y otros que los emplean mal. Porque están los calificados con virtudes o los calificados con defectos.
Pero la escuela es una cosa extraordinaria. Y en eso nos vamos a ocupar especialmente. Yo sé, ellos han seguido, hace muchos años que está trabajando esa escuela, y creo que la juventud debe de[10] tener su Escuela.
Un representante ECP: Nosotros en parte tenemos algunos ofrecimientos concretos. Lógicamente ellos dependen, o sea su concreción depende, un poco de mejorar esa precariedad en la cual nos estábamos desenvolviendo. Porque evidentemente, como no tenemos compromisos de orden político con nadie…
Gral. PERÓN: Es que no los deben tener. Ustedes deben ser cualquier cosa menos políticos. Lógico.
Un representante ECP: Claro, usted se da cuenta, huelgan las palabras.
Gral. PERÓN: Sí señor, sí señor.
Un representante ECP: O sea que estábamos en condiciones, incluso habíamos reunido el plantel de técnicos necesarios como para ofrecer a toda la juventud cursos de organización y capacitación acelerados, pero la concreción de esos cursos requiere medios. Incluso sin llegar a…
Gral. PERÓN: Bueno, hasta ahora todos los medios que se han empleado es para ganar las elecciones que también era un objetivo importante (risas). Ahora podemos empezar a trabajar sobre eso. Ustedes estén tranquilos que yo los voy a llamar. Y vamos a conversar y vamos a destinar todo lo que sea necesario a eso.
Un representante ECP: Yo, digamos, venía a ofrecer para toda la juventud, ya que no tenemos compromisos políticos con nadie, esos cursos de organización que, digamos, en sí quedan un poco sometidos y relegados a este proceso eleccionario. Después de eso…
Gral. PERÓN: Ya vamos a empezar, ustedes muchachos estén tranquilos, que yo me acuerdo, no me olvido. El pobre Petroff que sé que ha estado allá, hasta en Madrid ha estado Petroff, yo no he tomado contacto porque mientras se fue él yo estaba en París o en Italia… Ya… me tenían como bola sin manija esos días.
Un representante ECP: Para terminar un poquito tenemos prácticamente para imprimir un nuevo folleto que hemos titulado “Catecismo Peronista”. Nos gustaría hacérselo llegar…
Gral. PERÓN: ¡Gracias! Cómo no, sí señor…
Un representante ECP: …antes de su impresión para que usted lo vea, ¿puede ser?
Gral. PERÓN: Sí, sí, sí. Lo mandan aquí a la guardia nuestra, a Esquer directamente.
Un representante ECP: Bueno, porque ya está terminado, incluso autorizado por la Secretaría Nacional, lo único que necesitaríamos es su autorización.
Gral. PERÓN: Encantado, hasta les puedo hacer un prologuito, si quieren…
Un representante Tendencia: Yo quisiera continuar un poco con el desarrollo. Usted decía recién que ya nos estamos encaminando con el problema de la necesidad, la urgencia de la organización de la juventud, ¿no es cierto? Porque yo creo que no hay realmente una organización de la juventud que se pueda definir como una organización ya concretada, estabilizada, etc. Yo quisiera…
Gral. PERÓN: Hay muchas organizaciones, por eso no están organizadas.
Un representante Tendencia: Yo diría que sin embargo algo se ha hecho, y se ha hecho bastante dentro de las posibilidades que presentaba la etapa anterior, la represión, y en la etapa actual todo el esfuerzo organizativo, se ha hecho bastante, ¿no es cierto? Y eso es bueno tenerlo en cuenta, sobre todo en algunas de las organizaciones de juventud.
Porque está el otro problema también: es decir, una organización de juventud que más o menos trabaje; y también lo otro, que son grupos que son distintos… Porque si uno se junta con cinco personas y sacan un grupo y…
Gral. PERÓN: Si sabré de juventud…
Un representante Tendencia: …y eso no es representativo en absoluto. Sin embargo, es lo que pasó el otro día, en el reportaje. Hay compañeros que pagan jóvenes para tenerlos como matones y les llaman “juventudes”, o demás. Es lo que pasó el otro día en el reportaje por televisión. Todo eso también puede aparecer como grupos…
Gral. PERÓN: Sí, grupos, pero son todos grupos… (risas).
Un representante Tendencia: Hay una pequeña diferencia y yo creo que la diferencia fundamental está en el juicio de las bases. Un grupo de esos, que no moviliza a nadie, es decir, que tiene su núcleo y que no crece, es un núcleo que no…
Gral. PERÓN: Pero a esos no hay que pegarles, hay que llamarlos y decirles “Vení, metete ahí, y quedate quieto” (risas).
Un representante Tendencia: Después están los otros grupos, que con un trabajo y con un esfuerzo realizado durante muchos años, han logrado realmente conducir un grupo de gente joven, movilizarla y adoctrinarla. Y por lo tanto, han estado haciendo…
Gral. PERÓN: Bueno, eso lo conoce todo el mundo, ¿no es cierto?
Un representante Tendencia: Eso es importante. Ahora, lo que usted decía es fundamental: la importancia que tiene la organización de la juventud, y que lo único que puede lograr la organización real de la juventud es la democratización y la elección de las bases. Eso es lo fundamental, porque una vez en un Congreso es muy difícil porque usted sabe cómo son las cosas: se inventan sellos, etc. Y entonces no se puede ver quiénes…
Gral. PERÓN: No. No. No. Es que el Congreso no es para elegir sino para organizar…
Un representante Tendencia: La mesa de trabajo.
Gral. PERÓN: La mesa de trabajo, claro.
Un representante Tendencia: Ahora, de todas maneras, como usted plantea, el objetivo fundamental debe ser la elección definitiva de la juventud a través de la elección de las bases. Y allí van a decir quién es quién. Quién es la juventud.
Gral. PERÓN: Exacto, exacto. Para que en un momento el Consejo Superior del Movimiento Peronista –que está organizándose, y que estamos en la misma tesitura-, me han venido a hablar de la forma, no, no (negando con la cabeza), y les dije que no, que se elija. Los Delegados del Partido Peronista y los Delegados del Partido Peronista Femenino, yo los quiero elegidos por los votos (golpea sobre la mesa). Y en las organizaciones sindicales igual. A mí me dejan de grupos… (risas). A elegir… a elegir…
Un representante Tendencia: Yo diría entonces, si me permite, para ir encauzando…
Gral. PERÓN: Y a la juventud hay que hacerle lo mismo.
Un representante Tendencia: Yo diría que vayamos viendo cómo podría hacerse la forma, las propuestas a través de las cuales los compañeros de la juventud puedan ir concretando ese proceso que lleve finalmente a la elección interna.
Gral. PERÓN: Bueno, eso es cuestión de que se reúnan y se pongan de acuerdo sobre las formas como lo van a realizar. Nada más. Y después realizarlo. Esta es una cosa que no…
Un representante de Brigadas: Usted cuando comenzó la charla no desarrolló mucho, pero mencionó el funcionamiento de los clubes juveniles por barrios. También mencionó otra cosa que a mí me parece muy importante, y que me parece que como usted señaló muy correctamente sería importante insistir un poco sobre el problema, que es en cuanto a la incorporación de las mujeres, es decir, fundamentalmente en lo que nos atañe a nosotros: las compañeras más jóvenes, las pibas jóvenes, a este proceso.
Yo, más que proponerle nada, le pediría por favor si usted pudiera desarrollar un poco la idea de cómo se podría implementar, hoy día, la formación de esos clubes juveniles, o esos clubes barriales o ateneos barriales. Porque me parece que el problema fundamental, hoy en día, para la realización de esos clubes barriales, es el problema de los medios.
Y también le pediría si pudiera desarrollar un poco el problema de las compañeras más jóvenes. O sea que, además de todo el problema de la mujer, de la incorporación de la mujer en la reconstrucción nacional y fundamentalmente el trabajo en toda esta etapa, cuál es, un poco, la misión de las compañeras más jóvenes –o sea, de las pibas-, un poco de las compañeras de la juventud peronista, en toda esta etapa.
Gral. PERÓN: Sí. Yo en ese sentido tengo una gran experiencia, porque todo ese trabajo nosotros lo hicimos ya en 1950. Lo hicimos en la Capital y en las provincias también, en varias provincias se empezó a hacer eso… Y lo hicimos con fondos de la Fundación Eva Perón. Por ejemplo, aquí existe la Quinta Presidencial de Olivos, que son creo que 18 hectáreas o 30 y tantas más. Nosotros ahí hicimos un gran centro de la UES femenina, iban todas las chicas ahí; tenían las piscinas, tenían las canchas de básquet, teatro vocacional, canchas de tenis, gimnasia, en fin… muy bien.
Para los muchachos teníamos Núñez, en Núñez que está al lado de River, ahí. Allí teníamos once canchas de fútbol, teníamos un autódromo y teníamos automóviles de carrera, que nos regalaban, esos que venían a correr en el Autódromo, nos habían regalado… y los muchachos corrían con esos automóviles, y se iban haciendo automovilistas.
Teníamos además un teatro, grande, donde dábamos funciones normalmente para los muchachos… Y, si nosotros llegamos a dar en el Colón un 25 de Mayo, el día de la fiesta de gala del Colón, dimos toda una función con los chicos y las chicas. ¡Hay que ver qué función salió! ¡Formidable! Con esa frescura que no le dan las bailarinas viejas, esas que, saben…
Bueno, eso allí, nosotros llevamos ahí por domingo cuarenta a cincuenta mil muchachos. Esas eran todas las escuelas profesionales y las escuelas secundarias. Pero claro, eso era poco, porque mucha gente no podía concurrir allí por A, B o C. Entonces, surgió la iniciativa de formar los clubes de barrio.
Ahora, ¿cómo se hizo eso? Y bueno, eso se hizo de una sola manera: con fondos que el gobierno dio porque eso es toda la obra social, ¿no? Nosotros tenemos un Ministerio de Bienestar Social que puede ocuparse y debe ocuparse de eso. Por otra parte se trata de reivindicar ya los bienes de la Fundación, y con eso se va a poder reiniciar esa obra extraordinaria que fue, por ejemplo, la Ciudad Estudiantil, donde había tres o cuatro mil muchachitos ahí, que eran de afuera y que venían a estudiar aquí y ahí hacían el Nacional y después pasaban a la Facultad.
Es decir, ayudar, en ese sentido, con centros que fueran de alta moralidad y no que los pobres chiquitos tengan que ir a los potreros a aprender malas cosas. Después salen asaltantes y no sabemos por qué; y, porque se formaron ahí, en el potrero. Ahí combinaron el primer asalto ya. Todo eso –cuando se habla de la delincuencia juvenil-, la culpa es siempre del Estado y no de los muchachos. Es del Estado, que no ha tomado las medidas para impedirlo. Siempre algún delincuente suelto puede salir, pero no una secuela de delincuentes como esta que estamos presenciando nosotros. Esa es la incuria gubernamental la que ha producido esto. Todos esos noventa clubes de barrio que nosotros habíamos construido los han destruido todos. Núñez lo agarraron, como digo, los marinos. La quinta de Olivos, que, en fin, en aquella época era fea pero era útil. Ahora está muy linda, es un palacio eso, pero hay que ver lo que se gasta en eso, inútilmente, y no sirve para nada.
Es decir, todo ese proceso hay que reestructurar y eso lo vamos a hacer, eso lo vamos a hacer. De manera que los clubes de barrio los vamos a empezar y rápidamente vamos a empezar a remontar todo eso; en cada barrio debería haber dos o tres clubes que inicialmente el gobierno hace todo el gasto y después con una pequeña cuota de los del barrio, se mantiene el club. Una pequeña cuota. Eso existe en todas partes del mundo.
Un representante Brigadas: Además perdone, General, esa sería la forma en que todos los jóvenes sean del barrio, sean de los colegios secundarios, es como se empiezan a ligar a los destinos de la Nación. En la medida que, tal vez… es decir, específicamente en los colegios secundarios hay que entender bien cómo se hace eso. Porque no se hace gritando ¡viva Perón! o ¡muera Balbín!, sino que se logra dándole un contenido nuevo a todo lo que se hace, es decir: la cosa emotiva –como usted siempre ha dicho, ¿no es cierto?-, que sean verdaderos… es decir, que sea una cosa donde se enseñe hombría y donde se enseñe solidaridad, cultivar el cuerpo, pero no para lucirlo o para qué sé yo, para defender a la Nación.
Gral. PERÓN: Claro, y cultivar el espíritu también…
Un representante Brigadas: Y lo mismo con todo lo demás, el teatro, la cultura. Todo eso muy bien: teatro, cultura, música, todo eso lindo, pero siempre y cuando esté ligado al pueblo, esté ligado a los objetivos del pueblo. Y no sea una cosa descolgada. Es decir, yo creo que tanto los clubes esos como lo que usted decía de la UES, yo creo que lo que fundamentalmente hacía era eso. Es decir, ligarlo y ante todas esas cosas (que también las hace el sistema, nada más que las hace con un contenido totalmente distinto, ¿no es cierto?), darle los contenidos de la Doctrina Peronista, y es así como los jóvenes empezamos a ligarnos a la Nacón. Y, además, como los jóvenes somos jóvenes realmente.
Gral. PERÓN: Muy bien.
Compañero Esquer: Si me permite, mi General, vamos a anotar a los que quieran hablar porque ya hay allá dos compañeros que hace rato que están hablando.
Un representante Brigadas: Cuando yo le pregunto todo este problema de los clubes de fútbol (o de los clubes barriales, más que de clubes de fútbol), es decir, clubes que hagan a la formación integral de los jóvenes, ¿no es cierto?, es plantear la actuación o la militancia en juventud peronista como una escuela de vida que vaya forjando a los jóvenes que más adelante van a tener en sus manos el destino de la Nación, como usted dijo, usted desarrolla en algunos mensajes, general, de más o menos dos o tres años… ¿Un poco cómo ve todo este proceso que vive la Nación Argentina desde el 55? Es decir: el proceso político y social, o sea, está hablando en lo más profundo, que el proceso que se ve a nivel de las instituciones de la sociedad… Es decir, habla de un proceso más profundo de las clases sociales, o de los recortes sociales, digamos, ¿qué van manifestando? En cuanto a la juventud, concretamente, si puede usted agregar algo al problema de las compañeras más jóvenes, cómo ve usted ese proceso de ideas de avanzar sobre las instituciones políticas, que se expresa, digamos, Juventud Peronista, la juventud argentina en general y por otro lado el proceso más profundo, o sea, el proceso social que vive la juventud, que es más o menos similar, digamos, al proceso social de la juventud en Latinoamérica y por ahí en todo el Tercer Mundo.
Un representante: Como el problema de las compañeras, General, me gustaría General que lo desarrolle.
Gral. PERÓN: Es un tema un poquito largo para desarrollar ahora. Todo eso debe ser por un camino orgánico; es necesario, primero, organizarse, y dentro de la organización. Ahí está funcionando, por ejemplo, la Escuela de Conducción Peronista, pero está suelta como un satélite loco, dando vueltas; y no engrana con nada. ¿Por qué? Porque está dentro de un proceso de una masa inorgánica. De la organización sale todo eso, es la organización la que nos va a dar, diremos, los módulos de acción para cada una de esas finalidades sociales o políticas. Decir que nosotros vamos a hacer esto… ¡No, no…! Primero vamos a organizarnos. Una vez organizados vamos a decir acá cuáles son las funciones que hay que llenar: esta, esta; y para cada una de esas funciones, es necesario crear la organización correspondiente.
Uno no se organiza, diremos, sino objetivamente, con una finalidad. Esa es la base de la organización.
Las reglas de la organización son siempre cuatro: objetividad, simplicidad, estabilidad y perfectibilidad. Cada una de esas cuatro reglas es necesario aplicarlas en cada una de las organizaciones. Dentro de eso, vienen comprendidos todos los aspectos: de la juventud; de las chicas; de los chicos, de todos. Es decir, nosotros lo hicimos eso ya en 1946 o 47; cuando tomamos el gobierno por primera vez comenzamos a hacer todo ese trabajo, y cuando cayó el gobierno constitucional en 1955 todos esos sectores estaban perfectamente cubiertos, sino que vino el gorilaje y destruyó todo eso. ¿No han visto todavía la Ciudad Estudiantil, que está ahí cerrada, echándose a perder, ocupada por la Gendarmería? Fíjese usted, ahí tenían hasta una reproducción del Salón Blanco de la Casa de Gobierno, cosas finas, y han metido todas estas patas llenas de barro (risas), ¡Increíble, no? ¡Increíble! Lo mismo la Ciudad Infantil, que ahí era una escuela para los niños que se iban formando, con una orientación. Bueno, lo mismo pasó con la UES. De las mujeres, que allí habían los sectores de las que hacían deportes, de las que hacían teatro, de las que hacían otras disciplinas de distinta naturaleza, que se reunían y tenían esgrima, por ejemplo. Allí había una sala de armas con cuatro profesores de esgrima, y las chicas hacían esgrima todos los días, era increíble la cantidad de esgrimistas que se formaron allí. Entre las chicas la esgrima es un deporte especial para las mujeres, porque no es de mucho esfuerzo y no es violento. El florete es una “fioritura”, como dicen los italianos.
De manera que todo ese proceso, bueno, eso es cuestión de organización. Esta gente rompió la organización y todo eso se vino abajo. Ellos lo hicieron a propósito, para castigar al pueblo que había sido beneficiado con eso. Pero eso se va a volver a recrear y no vaya a creer que sea una cosa difícil, todo eso lo vamos a remontar de nuevo.
Un representante CNU: Yo soy Roberto Galloso de la Concentración Nacional Universitaria, de la Mesa Nacional de CNU. Bueno, yo lo que quería decir previamente es que gran parte de la confusión en que toda la juventud está sumida es, evidentemente, una de las armas que la sinarquía internacional ha usado con más beneficio para sus nefastos intereses. No tenemos que olvidar que la revolución del 55 fue, quizás, la primera revolución sinárquica de América.
Gral. PERÓN: Exacto.
Un representante CNU: …como universitario en particular quiero recalcar un aspecto, y es que de las herramientas utilizadas por la sinarquía –esa conjunción, esa concentración de fuerzas aparentemente contrapuestas-, entre las más nefastas se encuentran las diversas leyes universitarias y el terrible despilfarro humano que se realizó en la universidad argentina…
Gral. PERÓN: Claro.
Un representante CNU: …destruyendo la obra que había empezado de a poco, a realizarse, apuntando a una verdadera Universidad Nacional con la Ley 13.031 de 1947, que usted presentara con un magnífico discurso, diciendo que en base a esa ley podía llegar a crearse una verdadera Universidad Argentina al servicio de los intereses de la Argentina.
Nosotros esperamos que, bajo su mando y bajo su doctrina –que es la luz, digamos, para toda fundación verdaderamente nacional-, podamos alguna vez también poner en el frontispicio de nuestras universidades aquel lema de los griegos “todo en su meida y armoniosamente” y fundar una verdadera Universidad al servicio de la Nación; porque entendemos que es absolutamente imposible que subsista un Estado Nacional si no existe una Universidad Nacional. O sea: si no hay una Universidad Nacional que forme los cuadros gobernantes e intermedios, con gente de verdadero sentido patriótico, toda tarea, toda organización, toda estructura indefectiblemente se viene abajo.
Si bien es cierto que lo único que supera al tiempo es la organización, también sabemos (como usted lo describe en su libro “Doctrina Peronista” y como lo dijo en un Congreso que se realizó en el año 47), precisamente, que la base de toda organización era el estudio profundo de la doctrina. Nosotros creemos que para clarificar tenemos primero que estudiar, porque somos jóvenes; y como es la etapa de acumular experiencias, la experiencia comienza por el estudio, que es el único aquietamiento de los espíritus, realmente válido y constructivo. Nada más, General.
Gral. PERÓN: Muy bien, perfectamente de acuerdo. Totalmente de acuerdo.
Un representante OUP: General, aprovechando la posibilidad que tenemos los distintos compañeros de distintas organizaciones, por ahí grupos, que estamos aquí presentes de distintas provincias –yo por ejemplo soy de Mendoza de la OUP-, creo que sería importante vertir algunos elementos en torno al problema central que se discute, que es esto de la unidad de la juventud. Y recién se expresaron algunos conceptos que a mí me parece que se confunden algunos elementos y que es importante clarificar: yo creo, o creemos, digamos que hay dos problemas fundamentales, es decir, o hay dos aspectos dentro de un mismo problema, uno es el aspecto formal y uno es el aspecto profundo, o sea un aspecto verdaderamente trascendental que es en definitiva lo que determina la unidad o no de la juventud; porque el proceso formal, usted lo explicó, es simple: es decir: es la unificación a través de una elección o cualquier método, y la elección parece ser el más conveniente, un Congreso, etc. Ahora, se hablaba recién, de hallar un denominador común dentro de la juventud. A nosotros nos parece que no es cuestión de hallar un denominador común, el denominador común ya está dado, el denominador común es la doctrina justicialista, el denominador común es la causa, es el proyecto. Está lo suficientemente claro para ser proyecto estratégico, está lo suficientemente claro, es decir como usted lo enmarca dentro de la etapa del continentalismo, la etapa del universalismo y todo lo que está reiterado repetidas veces en el discurso, entonces el problema está en clarificar los elementos doctrinarios y no parcializar los elementos doctrinarios, teniendo en cuenta lo que usted en la reunión marcaba recién: que nuestra doctrina es diferente, digamos diferente de la doctrina capitalista, o del capitalismo y diferente del marxismo, como también ubicaba, pero superior a ellas. No diferente, y que, porque tenga de los dos sea una cosa distinta, sino porque las supera. Teniendo en cuenta y clarificándolo suficientemente todo eso, creemos que el problema de la unificación de la juventud se resuelve bastante simplemente, porque es por un lado un problema complejo y por otro lado un problema simple. Digo que es un problema simple porque es nada más que eso, ¿no? Pero es un problema complejo en tanto que requiere que para la unificación de la juventud –a pesar de que tenemos poca experiencia, poca trayectoria y todo lo demás- tenga que haber verdaderos conductores, no caudillitos, porque es el problema, los caudillitos; lo que en definitiva digo que es difícil, porque se requiere para la unificación de la juventud contar con conductores que tengan los valores morales y los valores intelectuales necesarios para llevar adelante la empresa. Entonces, si uno sabe que no puede cumplir la función de dirigente o determinado puesto, bueno, porque es capaz para otro puesto simplemente, y el que se ha logrado destacar en una actividad, bueno, será el que cumpla esa función y yo cumplo cualquier otra, porque no es la función la que hace al hombre sino el hombre el que hace la función, verdaderamente.
Así que, por eso decía que no tiene sentido ponerse a discutir… El plantearse un denominador común, es solamente haber parcializado la doctrina, y por otro lado, son problemas que –a pesar de los grandes valores que como jóvenes contamos- todavía nos hace falta una cierta madurez moral diría yo, una cierta capacitación moral. Que esa es la base fundamental a la cual tenemos que ir aportando o ir construyendo, y la unidad surge bastante simple de ahí. Después vienen los Congresos, las formas, digamos.
Gral. PERÓN: De acuerdo. Lo que es importante, hijo, es entender que organizar, en primer lugar, implica la necesidad de discernir, perfectamente bien, la gente que ha de manejar o dirigir el movimiento del conjunto. Es decir, la juventud argentina no va a valer por la cantidad de muchachos que junten, ni por el dominio que tengan territorialmente; va a valer por la clase de dirigentes que las encuadre y las conduzca.
Las masas no valen por su número, no, no. Valen por la clase de dirigentes que tienen al frente. Eso es el producto de una organización que a través de una selección sacará sus dirigentes. No se puede hacer, como han intentado muchos, y como todavía existe una Facultad de Ciencias Políticas, muy útil para aprender política, pero no ha salido ningún político de ahí. El político sale de la masa, el dirigente no se hace; nace, se manifiesta dentro de la masa. No se puede hacer un dirigente por decreto. Ese, lo ve surgir usted porque tiene condiciones y tiene calidades, y tiene virtudes para eso. Eso es una cosa que surge empíricamente de la organización, cuando usted organice verá, enseguida, cómo surgen los hombres capacitados para dirigir.
Entonces es cuando la organización impone dos clases de dirigente: los dirigentes de conducción[11], que son los que conducen el conjunto o las grandes partes en que ese conjunto puede dividirse; los de encuadramiento[12] que son los dirigentes que sirven de enlace y manejan la masa en la conducción de la lucha. Es decir, unos son los dirigentes, diremos, estratégicos: los de conducción. Los otros son los dirigentes tácticos. Tan buenos deben ser unos como otros. Porque no vale absolutamente nada una gran resolución estratégica que se pierda porque los conductores tácticos fracasan[13]. Tampoco vale tener grandes conductores tácticos si la situación o la resolución estratégica es falsa. Cualquier resolución estratégica falsa, los éxitos tácticos quedan totalmente anulados[14]. Entonces esto en los organismos… ¿Qué es la política? Es una lucha, de dos voluntades contrapuestas. ¿Que se dirime dónde…? En las grandes decisiones y en la ejecución dentro del material político que es la masa.
Conducir bien lo de arriba y conducir bien lo de abajo, “that is the question” como decía el amigo… ¡Esa es la cuestión! No hay lugar a dudas y a eso tiende la organización. Si se hace una Organización eso solo va a salir, porque no se puede hacer una organización sin que haya dirigentes de conducción y sin que haya dirigentes de encuadramiento. La calidad de ellos, bueno, dependerá de que sean bien elegidos. Y que después de ser bien elegidos, sean convenientemente preparados, porque el genio también suele ser trabajo. Ese dirigente que sale, si aprende las grandes reglas políticas, para conducir, será mejor. Es como la pintura, la escultura, las demás artes: hay algunos que nacen con el genio, pero hay que ver, después, cómo los afilan en la técnica y en la teoría de la pintura, para que lleguen a pintar bien o lleguen a esculpir bien. Porque todas las artes –y la conducción política es un arte-, todas las artes tienen una técnica y tienen una teoría, que conforman, diremos así, la parte inerte del arte. Ahora, la parte vital es el artista y eso depende del óleo sagrado de Samuel que le haya puesto Dios a cada uno, eso no se puede aprender, eso es lo que se trae. Por eso digo yo el artista –y la Conducción es un arte, como todos los demás- nace, y no se hace. Se puede adquirir la técnica, es decir, que puede asimilar la parte inerte del Arte. La parte vital… Esa no se puede… Esa hay que acertarle al que la tenga.
Un representante Brigadas: Mi General… Con respecto al problema de la Organización estábamos comentando, nosotros creemos que un poco así –no por justificar la situación de Juventud Peronista, no es cierto- pero simplemente que en lo que dice también un poco lo que es la historia, y fijándose un poco para adentro, la historia de nuestro Movimiento, como usted dice, hay un movimiento que nace a partir de, fundamentalmente, de lo social, que posteriormente fija su estructura política que le permite acceder al poder. Creo que es precisamente un poco la experiencia de Juventud Peronista, que se desarrolla vigorosamente fundamentalmente en los años de la lucha contra la dictadura y en general después del 55, en estos últimos 18 años. Creemos que justamente se desarrolla a la luz de un proceso netamente, digamos, al revés… Nace como estructura política, dadas las luchas políticas bajo todas las formas, ¿no es cierto?, guerra directamente, y pensamos nosotros de que, de lo que se trata ahora, y en parte digamos ya se están haciendo, digamos, o hacia eso se tiende, de conformar la organización también social de los jóvenes. Organización social que permita, digamos, conjuntamente con los otros sectores de la sociedad organizada por el Movimiento Peronista desde hace 30 años: las mujeres, los trabajadores, etc.
Gral. PERÓN: Sí, hoy es increíble: vinieron a verme de la Confederación General de Profesionales, que tiene 300.000 adherentes ya; la CGE, la CGT, todas esas estructuras era lo que yo llamé –en la filosofía, es decir, o en la base filosófica de nuestra doctrina- la Comunidad Organizada. Y la juventud, aspiro yo, a que sea igual que eso. Una Confederación General de Juventud. Entonces haremos un Ministerio para la Juventud y el Deporte. Cosas que ya están creadas en casi todas las partes del mundo. Ministerio de la Juventud y el Deporte. Una cosa que hay que crear. Entonces la juventud tendrá su Ministerio y podrá desenvolverse como corresponde que se desenvuelva. Disculpe que lo interrumpa, pero claro, me quiero adelantar porque esto va a ser así.
Un representante Brigadas: Entonces, es una cuestión, es un poco una inquietud así digamos, personal, ¿no es cierto?, o sea es un problema de lograr la organización social de toda la columna, digamos así, social de los jóvenes, ¿no es cierto?
Gral. PERÓN: Exacto, exacto.
Un representante Brigadas: …como conformando realmente la cuarta rama, pero con contenido real, ¿no es cierto?, que expresen como tal los jóvenes.
Gral. PERÓN: Claro, claro.
Un representante Brigadas: …creemos ¿no es cierto? Que en ese está un poco la riqueza tamibén del proceso que se inicia a través de la Reconstrucción Nacional, no solamente por los jóvenes sino por la participación de todos los sectores sociales en esta empresa común, digamos de la Nación, ¿no es cierto?
Ahora paralelamente a todo eso, usted a partir fundamentalmente de su regreso el 20 de junio y en los últimos discursos que pronunció, yo el que más recuerdo nítidamente, así como está planteado incluso, en el mensaje a las mujeres, y en el mensaje a la CGT, usted puso en tela de juicio una situación, ¿no es cierto?, que para muchos de nosotros, quizás erróneamente, o quizás porque no habíamos participado tanto en ese proceso, no lo veíamos tan a flor de piel, tan así en la superficie, que es esto que usted llama el problema de la destrucción del hombre argentino, ¿no es cierto?
O sea, hay una cosa que se ve, que es el problema de la destrucción del Estado, la destrucción de las instituciones porque es una cosa más, digamos, tiene su forma, aparece más concreta, se puede ver una destrucción. El problema de la destrucción del hombre argentino pasa por hacerse un poco uno a la vez autocrítica de realmente para qué está, ¿no es cierto?
Entonces, yo lo que le pregunto es lo siguiente: si existe, digamos, de qué manera se puede relacionar realmente la real participación de todos los sectores sociales y a partir del punto de vista nuestro, no es cierto, de juventud, en este momento, no es cierto, que como usted dice la juventud en cierto modo tiene un plano de reserva, pero que, al mismo tiempo contribuya en un proceso, no es cierto, de reconstrucción de ese hombre argentino. Porque yo pienso que un poco por ahí puede estar un poco la pista de, digamos, una organización y ese objeto de la organización: el “para qué” de esa organización, no es cierto…
Gral. PERÓN: Natural, natural.
Un representante Brigadas: … está muy relacionado al problema de la formación de los jóvenes a partir, digamos, o sea para vivir y para reconstruir. En función de eso yo quisiera que, un poquito si usted pudiese, precise un poco más de elementos en que se ve, digamos, concretamente, un poco esa destrucción del hombre, o sea, se ve mucho pero a veces no se ve nada, de tan oscuro que está todo, ¿no es cierto?
Gral. PERÓN: Con mucho gusto… En el año 53 el Director General de Prisiones vino y me dijo: “Señor Presidente, nos estamos quedando sin presos” (risas), “vamos a tener que hacer algo” (risas). Claro, es decir, ese es un índice bien determinante de un estado social, diremos más o menos conveniente. Porque el índice de la delincuencia es lo que demuestra más fehacientemente la falta, cómo diremos, o el desastre social de una comunidad, una comunidad sin valores sociales.
La delincuencia es sumamente numerosa, y sobre todo la delincuencia juvenil, que es, probablemente en los tiempos que vivimos, uno de los azotes más graves de todas las comunidades. Hay algunas comunidades, en Europa, que hay tipos que salen a la calle a matar por deporte, ya. Es curioso, es decir, es curioso ver cómo se deforma el espíritu humano. Por una causa o por otra.
Pero, para mí, la falta de una Justicia Social, es la causa principal de esta destrucción moral de sectores importantes de la comunidad. Tanto en los hombres como en las mujeres. En este país, en este momento, es uno de los países que tiene un mayor índice de delincuencia juvenil, y lo estamos viendo todos los días que uno sale a la calle, y no sabe si lo van a secuestrar cuando salga. Es decir, eso está determinando una deformación moral, que es una de las formas de destrucción y eso, yo no le doy gran importancia porque sé cuál es la causa de que eso pase. La causa es, simplemente, de que aquí se ha denigrado socialmente al país en una medida tal, que eso va resultando ya las únicas soluciones que quedan: dedicarse, como en la selva, a cazar. En este caso, a cazar ricos, en otros casos a cazar animales para comer; y en esto más o menos pasa lo mismo. De manera que eso no tiene mucha importancia.
Pero, como me ha sido dado también incursionar en la parte económica del país, y en el Estado; que he estado estudiando precisamente eso, con un poco de experiencia que tengo después de haber sido diez años Presidente de la República, eso da una gran experiencia indudablemente. Y les puedo decir que en la Administración Pública, en todos esos organismos que se han creado, porque ahora se han creado una cantidad de organismos, y yo les digo a ustedes, que todos esos organismos están hechos exclusivamente para delinquir en una o en otra dirección. Nunca el Cacho Otero ni el otro -¿cómo se llamaba…?-, el Cholo Peco, pudieron haber sido personajes como no sea en la Penitenciaría Nacional, y acá fueron factótums de un régimen de gobierno.
Es decir, esa es la descomposición del hombre. Usted va a esos organismos que crearon para los delincuentes y aprieta así (hace un gesto), ¡y sale un chorro de pus! Vean lo que pasa con la carne, vean lo que pasa con el trigo y todo lo que se puede comercializar. Otro es el contrabando, ustedes saben que en la República Argentina hoy el contrabando es pavoroso. Organizado fuera y dentro del país, y cuando usted para una frontera tiene un asunto internacional con un vecino. Y así se han hecho las formas. Es decir, donde usted mire encontrará siempre lo mismo.
¿Por qué se produce esto? Porque el hombre se ha descompuesto. El hombre ha perdido sus valores morales. A veces mucha gente no es, diremos, delincuente, por ética, por moral. Otras veces es delincuente por necesidad y por el ambiente.
El ambiente es lo que hace, si acá se había acostumbrado, acá eso, delinquir no era ser un bellaco, era ser un vivo, un “piola” como dicen… “¡Uuuuuy! Es un tipo piola, robaba a todo el mundo” (risas).
Entonces, todo eso, esa, ¿es una destrucción o no es una destrucción? Aparte de esto la gente que no tiene acceso diremos a esa clase de deformaciones porque resiste mejor, se desmoraliza. No quiere meterse en nada de eso, que es lo que está pasando en mucho en el país. La gente no quiere meterse en nada. ¿Por qué? Porque no tiene confianza, porque tiene miedo. Si uno anda en un tembladeral y tiene miedo de hundirse. Uno lo ve, hay gente que yo he llamado gente para consultarle y me han dicho: “Mi General, sí, pero vea…”. La gente no quiere, no quiere “lola”. Es curioso. Bueno, todo eso es destrucción.
Por otra parte, uno ve, la mayoría quiere vivir; ni ahorra, no, porque la moneda se viene abajo. ¿Por qué va a ahorrar? Es decir, se ha hecho existencialista. ¿Por qué se hicieron existencialistas los franceses? Muy simple: hasta 1870 llenaron la media (porque los franceses juntan la plata en una media abajo del colchón), llenó la media, perdió la guerra y le quitaron la media (risas). Llegó la primera guerra mundial, había llenado la media otra vez, perdió la guerra y se la volvieron a quitar, la media; y llega la segunda guerra mundial, y por tercera vez le pasa lo mismo. Y entonces dijeron: ¡no hay más medias! (risas y aplausos). De ahí nace el existencialismo (risas). Mucho de eso hay en este país.
Un representante Juventud Sindical Peronista: Permiso, mi General: Jorge Castelvetti, de la Mesa Nacional de la Juventud Sindical Peronista. Venimos aquí con gran optimismo y nuevamente queremos así dejar bien en claro, la posición de nuestra organización, con el simple objetivo de limar asperezas en bien de lo que pueda significar la unificación de la Juventud Peronista.
Gral. PERÓN: Muy bien, muy bien.
Un representante Juventud Sindical Peronista: Realmente, se viene desvirtuando un tanto la imagen de nuestra organización por problemas más que nada circunstanciales. Nace Juventud Sindical Peronista con el único objetivo del esclarecimiento doctrinario y capacitación del joven sindicalizado argentino. Consideramos que el joven sindicalizado, desde los comienzos del Movimiento Justicialista, fue el hacedor de héroes y no de mártires de la causa del Movimiento. Creemos además de que estaban en estas circunstancias, desvalidos en el sentido teórico y doctrinario. Había una gran gana de hacer, pero muy poco conocimiento para realizarlo. La posición de la Juventud Sindical Peronista, en ese aspecto, fue la capacitación doctrinaria en base a sus libros fundamentales: “Conducción Política”, “Comunidad Organizada” y “Doctrina Justicialista”.
El trabajo se hizo en todos los niveles y a nivel fabril. Es probable que el trabajo nuestro en ese aspecto no se haya, así, lucido, tanto en el problema de las movilizaciones y demás. Lo que sucede, General, es que nosotros movilizamos a realmente trabajadores y realmente el movilizarse significa, en estos duros tiempos en que vive el trabajador argentino, una pérdida de dinero; una pérdida de dinero que generalmente es importante tenerla en cuenta. Es decir, el movilizar, el movilizar ciertos sectores de los sectores trabajadores argentinos, realmente es oneroso para ellos. Esto es una gran verdad que tenemos que tener en cuenta. A nivel universitario, a nivel secundario, entiendo que el problema de las movilizaciones es mucho más factible de realizarse que dentro del ámbito sindical, y dentro del ámbito fabril.
General, simplemente queremos aportar en todo lo que sea posible todo lo indicado para lograr la unificación de Juventud Peronista y desde ya le vamos a ofrecer nuevamente una Juventud Sindical, una Juventud sindicalizada realmente preparada doctrinariamente y fehacientemente en todos los problemas que podamos solucionar nosotros. Nada más.
Gral. PERÓN: Muy bien, muchas gracias compañero. Eso es valioso. Este es el espíritu que debe impregnarse a todos, es decir, ponernos, muchachos, a hacer todo lo que podamos, unidos y solidarios, que es la única forma de llegar al objetivo final. Nada de intereses parciales. Bueno, todas estas cosas que han ocurrido dentro de la Juventud hay que borrarlas y llegar a hacer una organización donde, para un hombre de esta generación, no haya mejor que otro hombre de esta generación. Es decir, uno para todos y todos para uno. Así, solamente, podrán llegar a conformar una generación a quien el país tenga algo que agradecer. Hay un ejemplo de nuestra historia que se llamó “la Generación del 80”, que se formó en la Universidad Argentina, que Miguel Cané escribió la historia de eso. Fue una generación de amigos. Nadie hizo más por el país que esa generación notable. Es decir, llegaron, tomaron la cosa pública y la lanzaron adelante como no la había lanzado nadie y como después nadie la lanzó. Es decir, una generación de amigos, de compañeros, solidarios. Esa es la garantía del éxito. Sin eso no estará garantizado el éxito, pero con eso estará garantizado el éxito. Entonces qué cuesta, qué cuesta echar a la espalda todos los prejuicios y todas las ideas que no sea de conformar una Comunidad Organizada que ustedes con principios firmes, y con una absoluta unidad basada en una solidaridad…
(se interrumpe la grabación)
…y espero que ustedes comiencen a pensar; nosotros tenemos, en la calle Charcas, una casa que está a disposición de ustedes, por si se quieren reunir. Córdoba (risas). Ahora yo no me equivoco con la Gran Vía y eso, pero aquí me equivoco con todas las calles. Córdoba, ahí tenemos nosotros una casa grande, un piso completo, donde se pueden preparar para organizar reuniones, etc., un poco más cómodo que acá, ¿no? Y entonces lo vamos a poner a disposición de ustedes. Porque está el piso de la Rama en el quinto es el que…
Compañero Esquer: Bueno, en el noveno hay una parte que podría ser, no sé, tendríamos que ver con la Señora, porque está la Rama Femenina también.
Gral. PERÓN: Y bueno, no irá todos los días la Señora… (risas). Se puede compartir porque son espacios grandes, salones. Entonces, ponerlos para que puedan trabajar y puedan moverse. En ese sentido estamos todos a disposición, muchachos, ustedes verán reunirse para, diremos, organizarse, hacer un Congreso, aunque formalmente no sea. Es decir, conversar, ponerse de acuerdo, dejarse de macanas, en otras palabras. Y empezar a trabajar por una solidaridad y conocerse unos con otros, porque yo he visto muchas veces hay algunos que se tienen rabia con otros y no los conocen (risas). Eso lo he observado en esta organización. Los veo que le cortarían la cabeza y usted le pregunta si lo conoce y no, no lo conoce (risas) (aplausos).
Son esas cosas que tenemos todos los hombres pero que en estas cosas debemos superarlas y ponerse a trabajar en eso.
Yo les doy la iniciativa y pongo a disposición de ustedes la casa que la pueden arreglar con Esquer, que es el que maneja todas esas cuestiones, para poder disponder del local, etc., para hacer las reuniones y conversar.
Lo demás lo tienen que hacer ustedes. Nadie lo hará en reemplazo de ustedes, en forma que tengan algo que agradecer. Por eso, yo les dejo la iniciativa y ustedes, empiezan a trabajar con eso. Creo que si se reúnen todos[15], se van a poner de acuerdo y de ahí saldrá una organización.
Porque el Movimiento tiene su Rama Masculina organizada, Femenina organizada, la CGT y “las 62” perfectamente organizadas, porque están organizadas no hay lugar a dudas… Muy bien… Falta la juventud, que esa está un poco dispersa.
¿Por qué no organizarse?
Y cuando ustedes se organicen, comenzarán a gravitar sobre la organización sindical, sobre las mujeres y sobre el Partido Masculino.
Es decir, por lo menos gravitar en forma de que no les salga una cosa que ustedes no quieran, pero que los otros las han resuleto, por mayoría y no hay más remedio.
Organizados podrán discutirlas y aún ganarlas, algunas veces.
Muy bien, yo no sé, yo no tengo nada más que…
APLAUSOS.
MARCHA PERONISTA.
* Gentileza Guillermo Carrasco.
[1] Textual en el original.
[2] Ídem.
[3] Textual en el original.
[4] Textual en el original.
[5] Textual en el original.
[6] Referencia al modismo chileno “estar pa’l gato”: estar tan mal que se puede dar como comida para el gato.
[7] Textual en el original.
[8] Textual en el original.
[9] N.de la E.: Frangoyo: asunto turbio o dudoso. En el Martín Fierro se utiliza “frangoyador” para definir a quien complica las cosas con el afán de perder o engañar al interlocutor (glosario gauchesco, en http://defierro.wordpress.com/glosario-gauchesco/).
[10] Textual en el original.
[11] En negrita en la transcripción original.
[12] Ídem.
[13] Ídem.
[14] Ídem.
[15] En negrita en el original.
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