Por haber compartido la cárcel con el compañero Félix Francisco Serravalle “comandante puma” de los uturuncos, con motivo de su fallecimiento
Cuando el Dr. Arturo Frondizi llega a la Presidencia de la Nación el año 1958 con el voto de los peronistas, respetando el compromiso que había asumido la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) con la firma de Frondizi y Rogelio Frigerio y por el peronismo con la firma de Juan Domingo Perón y Jhonn William Coock comprometiéndose a cumplir una serie de acuerdos, entre los más importantes como: el reconocimiento y la legalización del Movimiento Peronista (que se encontraba totalmente en la clandestinidad debido al decreto Numero 4161 del Poder Ejecutivo Nacional en setiembre de 1955, en la administración de la “Revolución Libertadora”), devolución de los bienes del Partido Peronista (rama masculina y rama femenina) y de la Fundación “Eva Perón”, normalizar la Confederación General del Trabajo (CGT), que estaba intervenida por militares, sindicatos y obras sociales, etc. en el término prudencial de seis meses.
Como preveíamos , no cumplió con los compromisos asumidos debido a que el Poder Militar en manos de los jerarcas gorilas que Perón los encasillaba con el dicho “la fuerza es el Derecho de las bestias…” y utilizando al gobierno de la UCRI como globo de ensayo sobre el pulso de la opinión de los electores argentinos, se convoco a elecciones en la Provincia de Buenos Aires imponiéndose el candidato peronista compañero Andrès Framini dirigente gremial. Frondizi debido a la presión de los militares gorilas señalados, firmó el decreto junto a su Ministro del Interior Roque Vittolo anulando las elecciones legítimamente ganadas.
Provoco que en todo el Movimiento Peronista y motivado por los mensajes de Peròn iniciara una lucha de presión sobre las autoridades ilegítimas del Gobierno, con protestas, huelgas, toma de fábricas, intimidación, paros, trabajo a desgano, aparición y proliferación de boletines, panfletos, publicaciones y análisis estratégicos entregados casa por casa con el objetivo de explicar a los argentinos el porqué de esta movilización. El país tembló y los militares encabezados por el General Toranzo Montero presionó a Frondizi para que firmara el Decreto secreto aplicando el Plan Conintes (Estado de Conmoción Interna) en 1959 y 1960 se lo implemento poniendo a todos los ciudadanos civiles en el área de la justicia militar a cargo de las Fuerzas Armadas.
Es así, como se inicia la represión y el encarcelamiento de los trabajadores, las movilizaciones de obreros y empleados, de los militantes peronistas y estudiantes, y eran llevados a los cuarteles porque el decreto permitía a los militares llevar adelante la represión. Así que cada región militar operativa fue creando su Consejo de Guerra “Especial”, en todo el Territorio Nacional .-
A pesar de todas las gestiones realizadas por los valientes profesionales de la abogacía (Dres. Risso, Smith, Berardo, Romero Victorica, Gonzalez, Antún, etc. ante los Tribunales Federales y Ordinarios solicitando “habeas corpus”, identificación y localización de las personas secuestradas, planteando la inconstitucionalidad del “PLAN CONINTES”, denunciando la aplicación de tormentos, físicos y psicológicos, simulacros de fusilamientos, torturas, secuestro, aplicación de la picana eléctrica, permanecer de pie a la intemperie —día y noche— sin dejarlo dormir, sin asistencia de ningún tipo (médica, jurídica, etc), con ropa ligera y únicamente cubierto con una manta con temperaturas de 2 y 3 grados centígrados bajo cero, buscando quebrar la solidez de la convicción ideológica y humana, etc. elaboraron pseudo-declaraciones y tuvieron que acceder a firmarlas ante las presiones y amenazas antes señaladas.-
Luego se realizo el juicio a los detenidos siendo condenados, y trasladados en confinamiento a las cárceles del Sur. Primero se intento levantar una estructura en el Archipiélago de las Islas de los Estados en el Atlántico Sur, pero al no conseguir recursos humanos para que cuidaran a los compañeros, rehabilitaron la cárcel de Ushuaia. En ella alojaron a los compañeros de Capital Federal, La Plata, Mar del Plata y Rosario, pero debido a un acto de protesta por los peronistas confinados realizaron una huelga de hambre con apoyo externo de familiares y compañeros, se logro el desplazamiento de una comisión del Honorable Congreso de la Nación comprobándose las pésimas condiciones en que estaban los militantes, resolviéndose cerrarla.
Cuando el grupo de cordobeses —era un joven de 23 años de edad, estudiante de medicina de la Universidad Nacional de Córdoba y me había casado en la cárcel con una joven llamada Estela Silvia Ledesma de mi misma edad y peronista, cuyo evento llamó mucho la atención por la divulgación que se realizo por Radio “Carve” de la República Oriental del Uruguay, conocida popularmente como “viborita” que rompía el bloqueo de noticias que tenían las emisoras argentinas— condenados que se encontraban en la Cárcel Penitenciaria del Barrio San Martin de la ciudad de Córdoba —´posteriormente denominada Unidad Penal n° 1— los desplazaron y fuimos distribuidos en el penal de Rawson (Chubut), Viedma (Rio Negro) y Magdalena (Pvcia. de Buenos Aires). El grupo que me encontraba fue recluido en Viedma y allí fue donde conocí y trabamos una amistad muy solidaria y afectiva con el compañero Félix Serravalle “El Puma” uno de los Comandantes “Uturuncos” junto con el gallego Mena y el Dr. Enrique Oliva, recientemente fallecido a principios de este año 2010.
Allí pudimos identificarnos, relacionarnos, convivimos y compartimos muchas horas de franca amistad. Hablamos de estrategias políticas especialmente las del Gral. Perón, comentarios, análisis geopolíticos, adoctrinamiento, el análisis de la ética política en la lucha clandestina y en las cárceles. Fue solidario con el acto realizado el 17 de octubre de 1960, en el cual fuimos sancionados por las autoridades del penal con 30 días de reclusión y nos retiraron todo los elementos personales (libros de lectura de historia, religioso, científico, ropa, cama, cobijas, correspondencia, mate y bombilla, pava y calentador, cigarrillos, etc. Unicamente nos sacaban de a una persona para asistir al baño y la comida.
El santiagueño Serravalle con su claro acento autóctono de su provincia, siempre estuvo presente con su humildad, lucidez intelectual, sencillez, diáfano en su expresión, firme en sus convicciones, fue un ejemplo conductual de disciplina y respeto durante la larga convivencia de casi durante dos años. Siempre con expresiones sencillas, francas, cargadas de dulzura, — sirva pues este mensaje de recordación testimonial para el compañero peronista santiagueño, que con su característico acento norteño se ganaba el cariño y la voluntad de todos.
Con poca cabellera, de rostro redondeado, blanco por su palidez, de contextura física fuerte y de un andar cadencioso y tranquilo, seguro de sí mismo, se mostraba con cierta imponencia, mientras caminábamos por el patio de la prisión con otros compañeros (Rulli, Cassano, Sarmiento, etc) comentando las noticias que recibíamos censuradas de nuestra correspondencia y las auto-reflexiones propias del momento.
No teníamos ningún tipo de acceso a información desde afuera, no había radio, no había tv, no había diarios, ni revistas. Esas eran las condiciones de nuestro diario vivir. En otro sector, al lado del nuestro separados por una alta reja, se encontraban el compañero Andrés Framini, el Dr. Abogado Perelmann y otros ciudadanos que no recuerdo que estaban a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, ellos a veces nos pasaban en los momentos que nos encontrábamos en los sanitarios algunos recortes de los periódicos que recibían pues ese servicio no estaba vetado a ellos, pero si a nosotros que estábamos bajo régimen de condenados.
Estábamos confinados y desarraigados de nuestros familiares, compañeros y amigos, situación que agravaba nuestra vida carcelaria, realizamos una huelga de hambre todos unidos durante más de nueve días, solicitando el traslado a lugares cercanos a nuestros domicilios, fuimos desplazados por tren a la Capital Federal arribando a la Estación de Constitucion y alojados en la Cárcel Penitenciaria Nacional de Las Heras (unidad penal n° 1) y desde allí se perdió el contacto con los compañeros. A nosotros nos llevaron a la Cárcel de la ciudad de Coronda en la Pvcia. de Santa Fé y luego de otra huelga de hambre conseguimos que nos llevaran a la Cárcel Penitenciaria de Córdoba en donde nos recluyeron anteriormente al ser secuestrados.-
Estas palabras de recordación que sirvan para testimoniar esta breve amistad en condiciones muy especial, y que lleguen a todos sus familiares y compañeros peronistas de Santiago del Estero y el resto del País que no hayan tenido la oportunidad de conocerlo, sepan de su intachable conducta peronista. Se fue de este mundo pero queda el recuerdo de un compañero imperecedero. Permanente en el cerebro de los militantes peronistas. Que en paz descanse.-
Dr. Rolando Marcelo Guruceta, médico argentino, psiquiatra, cordobés, asilado en Venezuela.-
Lechería, Estado Anzoátegui – Venezuela, septiembre de 2010.-
hola, con gran alegria y emocion le escribo dr. rolando guruceta, tantos años que por diferentes motivos queria comunicarme con ud. o su flia. soy la hija primogenita del compañero y adorado y amado padre Josè Alarcon., vivo en la ciudad de santa fe argentina. Me seria muy grato tener comunicacion personal con ud. gracias desde ya por la atenciòn. mi numero celular es 54 342 155 156 160 y en face figuro como merceditasalarcon. cariños mercedes. tambien en [email protected]
hola, con gran alegria y emocion le escribo dr. rolando guruceta, tantos años que por diferentes motivos queria comunicarme con ud. o su flia. soy la hija primogenita del compañero y adorado y amado padre Josè Alarcon., vivo en la ciudad de santa fe argentina. Me seria muy grato tener comunicacion personal con ud. gracias desde ya por la atenciòn. mi numero celular es 54 342 155 156 160 y en face figuro como merceditasalarcon. cariños mercedes