Fermín Chávez: la historia revisionista y el pensamiento nacional como pilares para construir la conciencia nacional. Por Juan Godoy

Por Juan Godoy

 

– Estrategias en el largo camino de la conformación de la conciencia nacional

 

Variados son los temas que trata Fermín Chávez en su obra: desde cuestiones vinculadas a la historia nacional, el pensamiento nacional, la música, la filosofía, la historia de la gauchesca, la cultura nacional, por nombrar algunos. Ahora bien, todos los temas que trata en su vasta bibliografía están atravesados por una de sus principales preocupaciones que es la de la conformación y fortalecimiento de la conciencia nacional en pos de la emancipación de la Patria.

En este breve escrito tomaremos dos de los temas principales de su obra en función de esta preocupación, a saber: el revisionismo histórico y el pensamiento nacional. Lo haremos no tanto con su obra editada, sino con material de su archivo, donde hay un conjunto de escritos en diversos formatos, como folletos, opúsculos, artículos, notas “sueltas”, etc. No obstante, también vincularemos este material novedoso con sus libros, pues ambos materiales encuentran una estrecha ligazón.

Nuestro autor se ocupa de discutir la historiografía liberal, construyendo otro relato sobre nuestro pasado. Así en esta tarea escribe libros que hacen un repaso por la historia de nuestro país como “Historia del país de los argentinos”, discute algunos personajes desprestigiado o silenciados por la historia mitrista como el caso de “José Hernández: periodista, político y poeta”, o atravesado por la tradición federal “Vida y Muerte de López Jordán”, también se ocupa de acontecimientos históricos fundamentales como la Guerra de Paraguay, asimismo haciendo énfasis en dos personajes y movimientos políticos demonizados profundamente por la superestructural cultural, a saber: Juan Manuel de Rosas, y el rosismo, como así también Juan Domingo Perón, y el peronismo a los cuales le dedica gran parte de su investigación histórica.

Al mismo tiempo también se ocupa de varios de los personajes representativos del pensamiento nacional, rescatando del ostracismo a muchos de ellos. Así, ha realizado estudios sobre el pensamiento de Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortíz, Juan José Hernández Arregui, John William Cooke, Leonardo Castellani, entre otros. Escribiendo un ensayo dedicado a esta corriente de pensamiento, de la cual él también es parte, bajo el título de “El pensamiento nacional. Breviario e itinerario”.

Tanto estos pensadores nacionales, como los acontecimientos históricos abordados desde la óptica del pueblo son silenciados por el aparato cultural de colonización pedagógica. Arturo Jauretche en el prólogo al libro de Armando Cascella: “La traición de la oligarquía”, de la editorial Sudestada que por entonces dirigían Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Duhalde introduce a las ideas argentinas el término “maldito” para hacer referencia a estos personajes que se atreven a expresar un pensamiento disonante del que expresa esa superestructura cultural, y cuestionar el orden semi-colonial[1]. Podemos también hacer extensivo el término a algunos acontecimientos históricos, o bien a la óptica con la que se abordan los mismos, discutiendo la historiografía liberal.

En este marco es que se comprende la preocupación de Fermín Chávez no solo por desentrañar esa “otra historia”, sino también que encuentre difusión y que se vuelva conciencia nacional. Podemos pensar entonces que ésta es una de las razones que lo llevan a Fermín a diagramar diversas estrategias para lograr tener un mayor impacto, más allá de las “clásicas” (que también las realiza fuertemente), como la edición de libros, realización de conferencias, notas en periódicos y revistas, etc.

Así, nuestro autor realiza en forma artesanal en un esfuerzo que no deja de ser conmovedor, esta suerte de folletines, opúsculos, trípticos, etc. en torno a diversos temas con los que también trabajamos aquí. No resultan contradictorios entre sí, sino más bien son complementarios a los otros formatos. Es más, claramente estos forman (muchas veces), partes luego incorporadas a los libros e investigaciones históricas, o bien el camino contrario, de los libros puede llegar a hacer algún extracto sintético de algún tema y/o personaje. Hay una relación profunda entre estos materiales con los que trabajamos aquí y la obra editada de Chávez.

Este formato breve, mayormente con viñetas, dibujos recortados de revistas y coloridos, le otorgan un atractivo a los mismos, y sobre todo le permite tener una mayor llegada y/o una difusión más precisa en torno a la idea o personaje en concreto, en vinculación a la persona que se lo quiera entregar.

Se piensa que muchas veces los libros (más aún los extensos), resultan más difíciles de leer, de modo que estos textos breves sobre los mismos temas dan la posibilidad de una lectura rápida, actúan como transmisión de un conjunto de ideas, a la vez que como una “puerta de entrada” a los otros trabajos. Muchas veces también pueden ser útiles para dar a conocer avances sobre las investigaciones que viene realizando.

 

– La ruptura con el iluminismo: ideología de la dependencia

 

Fermín Chávez[2] pone de relevancia que la dominación no es solo económica, sino también es cultural. Al modelo económico dependiente le corresponde un conjunto de ideas “importadas” que justifican y/o hacen invisible esa dependencia. La adopción del liberalismo económico podría ser un ejemplo, la del iluminismo y su idea de la razón universal otro de los centrales.

En este marco, Fermín propone romper con ese iluminismo que no es otra cosa que una ideología de la dependencia. Encontrar otra “puerta de entrada” para pensar nuestra realidad. Así, mientras que el iluminismo denosta las tradiciones culturales propias y el pasado (sobre el cual hace una “tabla rasa”), en virtud que la única fuente de conocimiento es la que emana de la razón moderna (despreciando toda otra forma de conocimiento), el autor propone comenzar “otro camino” a partir de la adopción del historicismo.

El iluminismo en el Río de la Plata hace énfasis en la dicotomía que Domingo F. Sarmiento hizo conocida, y que Fermín Chávez encuentra un antecedente (el primero), en un escrito de Juan Cruz Varela donde expresa esa misma idea que luego el sanjuanino se encargaría en difundir.

No es casual entonces que, a partir de la propuesta de romper con el iluminismo, Chávez rescate personajes y/o acontecimientos históricos que la historiografía liberal califica como parte de la barbarie, como pueden ser los caudillos provinciales, o su reivindicación del modelo paraguayo y su crítica a la política de la oligarquía porteña en esa guerra fratricida.

Nuestro autor piensa que el iluminismo va de la mano con el eurocentrismo, y es la negación de los valores Hispanoamericanos en virtud de los valores e ideas anglosajonas. El iluminismo es una ideología progresista y anti-histórica. Constituye el núcleo del pensamiento colonial.

El historicismo, por el contrario, reivindica el pasado y las tradiciones culturales propias. De ahí la reivindicación de la poesía gauchesca como una manifestación particular de nuestro pueblo.      La cultura nacional aparece como un pilar de la conciencia nacional. Asimismo entronca con una posición revisionista, pues la historiografía liberal, penetrada por el iluminismo es la negación del pueblo, y de la construcción de una conciencia nacional. Considera que los sistemas de dominación eclipsan la conciencia del colonizado. La misma es cuestionada, queda como una rémora del pasado, como el atraso, parte de la barbarie.

 

– El camino de la creación y fortalecimiento de un pensamiento nacional

 

Fermín Chávez nos habla de una ciencia de pensar en nacional como forma de descolonización. Crear y fortalecer ese esquema de pensamiento es parte de las luchas por demoler las bases culturales que sustentan nuestra dependencia[3]. Propone entonces “desentrañar las ideologías de los sistemas centrales, en cuanto ellas representan fuerzas e instrumentos de dominación, es una de las tareas primordiales de los trabajadores de la cultura en las regiones de la periferia. Pero la realización cabal de esta tarea presupone, a su vez la construcción de un instrumento adecuado; necesitamos pues, de una nueva ciencia del pensar, esto es, una epistemología propia”[4].

La ideas importadas acríticamente y que constituyen factores de la dependencia obturan la creación de un pensamiento propio. Así, Fermín Chávez llama a “formular, orgánica y metódicamente, una redefinición de conceptos referentes a todo nuestro proceso cultural en función de autoconciencia y liberación (…) todo lo dicho apunta a fundamentar la necesidad de una aproximación conceptual en torno a un nuevo eje cultural que no sea la ideología de la dependencia, en sus distintos matices, puesto que hoy el sistema central de poder exporta hacia la periferia no un ingrediente único”[5]Sostiene la necesidad de fundamentar y sistematizar una epistemología propia en el mundo periférico.

Ponemos de relevancia que Fermín Chávez edita un libro “El Pensamiento Nacional. Brevario e itinerario”, donde rescata diferentes pensadores nacionales a través de la reproducción de fragmentos de sus obra. Consideramos, como dijimos anteriormente, que estos opúsculos vinculados a la temática encuentran un vínculo estrecho con esta obra de Chávez, ya sea por ser antecedentes y servir de base a la misma, como por el “camino contrario”, la obra ser útil para extraer fragmentos, ideas, datos, etc. para la confección de estos folletos y demás formatos de difusión que utiliza nuestro autor. Es más, en la nota preliminar Chávez cuenta que el trabajo lo fue meditando en torno a qué autores incluir, qué extensión de los textos, etc. a lo largo de una década.

Allí, el autor de “iluminismo e historicismo en el Río de la Plata” argumenta la pertinencia de la obra en tanto “los argentinos –que hemos sido construidos históricamente según ciertos universales-, necesitamos una nueva ciencia del pensar, otra episteme, la que viene elaborada a partir de lo particular, es decir, sin subordinación a universales dominantes y que proceden interesadamente del sistema central de poder. Repitamos así que vale este cuasi axioma: si cultura es poder, cultura nacional es poder nacional (…) Cultura no es solamente percepción sino también apercepción, esto es, conciencia de lo propio, que es particular y no universal”[6].

Esos conocimientos que construyen esta epistemología propia, muchas veces construidos “a orillas de la ciencia” como definió Aníbal Ford, que emergen de la experiencia de los pueblos cristalizando su particularidad. Este pensamiento nacional se nutre de la experiencia histórica. El pensar en nacional también apunta a romper con las ideas que exportan los sistemas centrales de poder en su propio beneficio.

 

– Sobre Hernández Arregui y la conciencia nacional-latinoamericana

Fermín Chávez escribe una nota bajo el título “Hernández Arregui. Un campeón de la autoconciencia latinoamericana. Reflexiones sobre un hombre que pensaba por sí mismo”. Desde el título podemos observar que rescata la figura de Hernández Arregui en base a sus preocupaciones. Que lo ubica en el marco de lo que denomina la creación de una epistemología para la periferia. Rescata allí la idea de la conciencia nacional, que no es nacional en torno a la patria chica, sino que es Latinoamericana. Asimismo resalta la idea de “pensar por sí mismo”, es decir lo aborda como un exponente de un pensamiento original.

Allí valoriza enormemente a la figura de Hernández Arregui, sobre todo de tres de sus obra que considera medulares como “Imperialismo y Cultura”, “¿Qué es el ser nacional?”, y “La formación de la conciencia nacional”. Asimismo marca la huella que ha dejado el maestro de Arregui, a saber: Rodolfo Mondolfo. Afirma Fermín Chávez en base a lo expresado de Hernández Arregui que “el iluminismo entró al Rio de la Plata de la mano de los intereses materiales británicos”[7].

            Fermín Chávez enmarca la pluma de Arregui dentro de algunos tópicos que expresa la corriente historicista. Sostiene que el autor de “Imperialismo y cultura”: “nos vuelve a estimular para que repensemos y redefinamos toda la cultura argentina desde sus orígenes. Y también a denunciar las mistificaciones del intelectualismo que se dice “progresista” sin entender nada de los movimientos nacionales “que surgen –dice-, no de los libros sino de las tradiciones de un pueblo”[8].

La autoconciencia del rechazo a lo británico se va generando lentamente. Fermín Chávez marca en la obra de Hernández Arregui, tres momentos nodales: 1806, 1845 y 1945. Al mismo tiempo, no se puede rechazar la herencia hispánica, pues la Revolución de Mayo no anti-española (y pro-británica) como pretende la historiografía mitrista. Destaca asimismo algo que considera central del pensamiento de Arregui que lo lleva a ser creativo e inspirador ya que “al tomar del marxismo no sus elementos inservibles, sino los que resultan útiles en una elaboración nacional, lo que no es posible si se mantiene el ingrediente iluminista”[9].

 

– Sobre Raúl Scalabrini Ortíz

En uno de los libelos que Fermín Chávez escribe el 14 de febrero de 1988, fecha del natalicio de Scalabrini Ortíz, hace un breve repaso por los diferentes homenajes realizados a Scalabrini luego de su fallecimiento en mayo del 59. Esto viene a cuenta de rescatar las acciones en pos de rescatar a los nacionales ninguneados y silenciados por el aparato cultural.

Asimismo reproduce una poesía escrita en 1960, y que había editado en 1964 en un libro “Poemas con fusilados y proscriptos”. Allí rescata la enorme figura de Scalabrini y afirma: “yo, que no tengo tema por el suelo invadido, le canto a tu presencia porque es patria y milagro”[10][11].

 

– Sobre Arturo Jauretche

En el duro año 2001 para la Argentina, durante la crisis profunda que dejaron las políticas neoliberales y la sumisión a Estados Unidos e Inglaterra, no casualmente Fermín Chávez rescata la figura de Arturo Jauretche aprovechando que ese año se cumplía el centenario del natalicio del linqueño[12].

Allí, lo que hace Chávez es una síntesis biográfica prácticamente año a año. En cada uno de los años rescata algún aspecto o accionar de Jauretche, como por ejemplo su participación en el Levantamiento de Paso de los Libres (Corrientes), en diciembre de 1933, el nacimiento de FORJA dos años más tarde, su paso como Presidente del Banco Provincia, su papel como publicista, la publicación de sus libros, entre otros aspectos. En el frente del folleto estampa un recorte de una historieta que dice “Además, he matáu tantas langostas que Greenpeace me declaró persona no grata”[13].

 

 

– La revisión del pasado nacional en clave revisionista, y las figuras centrales en la construcción de la emancipación nacional

 

En este rescate de esa “otra historia”, Fermín Chávez hace bajo el formato de breves folletines, al menos, unas ocho “cartillas de historia Argentina”, y varios opúsculos más donde repasa a modo de enumeración los acontecimientos significativos de nuestra historia. Estas “cartillas” recorren la historia desde la época virreinal hasta la década del 60 (del siglo XX). En palabras del autor las “cartillas” “siguen el modelo del EPITOME HISTORIAE GRAECAE, de Henri Lantoine”[14] (1935)

 

– Los comienzos de la política invisible en el Río de la Plata

En torno a las invasiones británicas al Río de la Plata Chávez afirma que en 1806-07 “el pueblo en armas hizo que acabara mal aquella aventura colonialista y por ahora se vio frustrado el objetivo declarado de la misma (“abrir mercados para el consumo de manufacturas británicas”), según The Times lo decía”[15].

Fermín Chávez marca el cambio de estrategia británica a principios del siglo XIX. Al mismo tiempo que el fracaso de las invasiones británicas al Río de la Plata, Castlereagh, en su célebre memorial, dicta la “nueva política” británica para Hispanoamérica: “no más agresiones armadas y sí un avance económico, para ganar un mercado de consumo de manufacturas”[16].

            En otro trabajo (poético), Chávez remarca la política balcanizadora de Inglaterra en Suramérica. Esta estrategia de “dividir para reinar” que hace fracasar el proyecto de la Patria Grande. Dice el autor: “Provincias Unidas desunidas/la flaca herencia de España/Inglaterra y Portugal acordes/en desequilibrarla;/dividiendo para reinar las tierras/del Atlántico a la distancia”[17].

            De esta forma, la dominación británica se manifiesta en la penetración sobre la estructura económica que va a ser montada en función de los intereses extranjeros, más nunca de los nacionales. Esa penetración económica tiene su correlato, como dijimos, en la cultura. Así, sobre todo luego de Caseros y Pavón “hubo otra patria cercana/de puertos, ferrocarriles,/frigoríficos, teléfonos/y también en manos de la inglesada./POBRE PATRIA ENAGENADA./Desde Londres titireteaban/los negocios, con administradores/que otros idiomas hablaban./Siendo cosa tan parecida/no nos llamaban colonia/porque no se les antojaba”.[18] Dominan los banqueros, los intereses y las deudas que actúan como cadenas. Esta política es acompañada por una filosofía liberal, una historia oficial, y por la adopción del librecambio.

Chávez caracteriza al imperialismo como un “gigante que todo lo impone/envenena costumbres, idiomas, folklore/banca partidos, promueve religiones/aplasta al hombre nativo”.[19]

 

– Las dos líneas en la emancipación

Chávez indica las dos líneas presentes en el proceso de emancipación que se enfrentan “una, librecambista, ligada a los intereses del puerto, coincidentes con los británicos; otra, proteccionista y federalista, representativa del interior, que tendía a la formación de la Patria Grande”[20]. Una la representa el partido directorial, y va a tener su máximo representante: Rivadavia, y la otra el Libertador San Martín. Posteriormente Dorrego y Quiroga representan el federalismo contra la política entreguista de la burguesía comercial porteña liderada por Rivadavia. No obstante, la inteligencia británica conjuntamente con los representantes locales del “iluminismo”, segregan la Banda Oriental, y frustran la gobernación de Dorrego con su fusilamiento.

 

– La figura de Juan Manuel de Rosas, expresión del historicismo federal y defensor de la soberanía nacional.

Como dijimos en el ideario de Fermín Chávez, la figura de Rosas resulta central[21]. Representa las ideas federales, de protección de la manufactura local, defensa de la soberanía, y retoma la tradición de construir la política a partir de la realidad (que había realizado anteriormente Manuel Dorrego –la “primera víctima” del iluminismo-), lo que lleva al autor a calificarlo como expresión del historicismo federal. En este sentido, afirma en una poesía: “la pugna era ciega y sorda/o se imponían los nuestros/o se imponían los otros./O se mamaba un país de adentro-afuera/o se hacía de afuera a adentro/EL PAIS REAL O EL RETÓRICO”.[22] Se construye el país en base a una idea abstracta, o se parte de la realidad, y se conforma con los elementos que se tiene.

Destaca la heroica defensa en Obligado, donde Gran Bretaña pretende “lo que había logrado en China: el sagrado dogma británico del derecho divino de comerciar”[23], donde la Confederación triunfa diplomáticamente, el autor caracteriza certeramente que “la resistencia puesta por Rosas en 1845 fue la única que tuvo éxito en la periferia del mundo, en esa década en que los piratas “civilizadores” y “modernizadores quisieron imponer su plan Baker y su plan Austral. Lo que lograron un poco después, cuando el “temático” Rosas fue militarmente derrotado por los locales”[24].

En otro de los opúsculos de Chávez, con el sugestivo título “La barbarie (1840-1848)”, bajo el cual inserta una imagen del personaje de historieta Mendieta y lo hace decir: “cuántas operaciones hubo en tiempos del tirano, Mendieta. Y cuántos máistros precisó…”[25].

En el mismo, recorre parte del segundo gobierno de Rosas, época calificada por la historiografía liberal como de la “barbarie”, mostrando que constituye una falacia, en tanto los avances en materia educativa, en torno a la cultura, a la medicina, etc. Así, observa la gran cantidad de colegios que funcionan en esos años, como los medicamentos que se distribuyen, o bien las operaciones médicas que se llevan a cabo, entre otros avances. Este libelo tiene relación con el libro de investigación profunda que realiza el mismo autor años antes, a saber: “La cultura en la época de Rosas. La descolonización mental”.

Rosas aparece así como “la puntada/ejemplar de una patriada./Sagaz voluntad aplicada/a pelear a los imperios/queriendo guardar intacta/la posta que San Martín nos legara”.[26] Luego de Obligado el frente federal se fragmenta en los 50, Urquiza abandona a Rosas estableciendo una alianza con Brasil y el liberalismo uruguayo, se produce Caseros y el exilio de “El Restaurador”.

 

– Sobre las causas de la Guerra del Paraguay

Un acontecimiento central en el siglo XIX es la Guerra contra el Paraguay, que como sabemos, con una guerra que llevaron adelante nuestro país, Brasil y Uruguay (con la influencia y el apoyo sustancial británico, claro está), que duró cinco dejó diezmado al Paraguay, por entonces el país más desarrollado e igualitario del Cono Sur. La historiografía liberal la analiza como una lucha entre la civilización y la barbarie. No resulta casual entonces que Fermín Chávez se ocupe de desenmarañar las causas de dicha guerra infame.

Un cuadernillo que escribe en el 2001 lleva por título “La Guerra del Paraguay. Sus Causas”. Allí reivindica la tradición de revisar los acontecimiento que narra la historiografía liberal, rescatando los esfuerzos realizador por Carlos Guido y Spano, Juan Bautista Alberdi, Miguel Navarro Viola, entre otros, son los primeros que comenzaron a desandar el relato mitrista, como asimismo autores contemporáneos que siguieron esta tradición revisionista.

Si bien considera que en el comienzo del siglo XXI el relato historiográfico liberal está prácticamente terminado, sostiene que faltan, al menos, tres ejes que revisar más profundamente: los intereses económico-financiero que condicionan a Buenos Aires (y paralizan a Urquiza); las relaciones entre Urquiza y López; el conocimiento de la Declaración de guerra en Buenos Aires.

Fermín pone de relevancia el papel británico en la guerra, considerando que “lo único simple está representado por la acción de los intereses británicos, coherentes y efectivos en todas partes”[27]. Liga este interés, entre otras cuestiones, a la pérdida del algodón con la derrota del Sur en la guerra de Secesión norteamericana. En la década del 60 Gran Bretaña tiene una presencia decidida en diferentes partes del globo, ya sea a través de la diplomacia o de forma bélica, directa o indirectamente a través de terceros.

En torno a la figura de Urquiza nos dice que ya en Pavón “ha dejado de ser el jefe de las provincias confederadas para convertirse en un fuerte empresario entrerriano”[28]. Solo quedarán los caudillos provinciales consecuentes.

Fermín Chávez retoma la tesis de Alberdi[29], sosteniendo que “la cuestión del Paraguay no era más que un elemento de la política interna argentina, creado por las necesidades geopolíticas del mitrismo y de la The Anglo-Argentine Conection”[30]. Al mismo tiempo Chávez fija la fecha de la Guerra antes del ataque a Corrientes, y considera que fue deliberadamente oculta[31].

 

– López Jordán y la literatura

Fermín Chávez, como indicamos anteriormente, escribe “Vida y muerte de López Jordán”. Recordamos que Fermín nace en Entre Ríos, no sólo eso, sino que su abuela adhiere al caudillo provincial, y el pensador dedicó una importante parte de su investigación al “pago chico”.

Así, además de la biografía política del caudillo se pregunta si existe una literatura jordanista, contestando: “desde hace tiempo venimos sosteniendo que sí, puesto que no solamente hay letras en torno al movimiento que acaudilló el General López Jordán, sino también textos de escritores jordanistas”,[32]como Hernández, Magnasco, Carriego (abuelo), Piedrabuena, etc. En este marco reproduce una selección de fragmentos que dan cuenta de esa literatura jordanista cabalmente.

 

– Don Hipólito Yrigoyen, el ascenso del sector plebeyo y “la política a medias”

Luego de los años de levantamientos que presionan por terminar con el Régimen “falaz y descreído”, llega la sanción de la Ley Sáenz Peña con la cual es electo Yrigoyen, así “un nuevo sector social, no oligárquico, son más bien plebeyo”[33], es el que llega al poder en la caracterización de Fermín Chávez. No obstante, también afirma que “el nuevo presidente quería una “reparación nacional”, pero fue respetuoso en demasía del régimen neocolonial (…) se mostró como un caudillo bondadoso y perdonavidas”[34].

Apoya la reforma del 18, declara nulos los contratos de tierras otorgadas a los ingleses en Santa Cruz, tuvo una tendencia obrerista (destacando que la semana trágica es una mancha en esta política), etc. Sin embargo, varias de las medidas que pretende imponer como la creación de una flota mercante o la nacionalización de toda la estructura petrolera, por ejemplo, chocan contra los representantes del “viejo país”.

 

– El anti-yrigoyenismo y la década infame / Lo nacional y lo anti-nacional

En uno de los folletines, escrito en el 2001 bajo el título ¿Otra concordancia anti-nacional?, repasa la conformación del “frente único” contra la candidatura de Yrigoyen, a quien llama “semi-olvidado representante de la plebe”[35]. Ese “frente único” que va del ala conservadora a la izquierda, representa lo anti-nacional, y tenía una línea de continuidad con el derrocamiento de Yrigoyen y con la entrega absoluta a Gran Bretaña de los años infames. Por eso Chávez, se pregunta, durante la segunda década infame si no habría que “hacer una Concordancia de los Nacionales”[36].

            Destaca asimismo cómo en esa década del 30 comienza a germinar la autoconciencia nacional, resalta allí la conformación de FORJA, como las diferentes denuncias que se realizan en torno a los negociados de la década infame y la entrega a Gran Bretaña, como asimismo, hacia el final de la misma la conformación del GOU, donde aparece la figura del Coronel Perón[37].

 

– Juan Domingo Perón, la segunda emancipación y la representación del movimiento obrero organizado

Juan Domingo Perón resulta otra de las personalidades destacadas en la obra de Fermín Chávez, y a la cual le dedica una importante parte de su profunda investigación[38]. Luego del 17 de Octubre y del triunfo electoral del peronismo en febrero de 1946, Perón asume la presidencia desde donde va a transformar al país semi-colonial a partir de la ruptura de los vínculos de sumisión, y una planificación económica a través de los planes quinquenales para desarrollar el país, en este sentido Fermín Chávez resalta la frase de Perón: “los países que no desarrollan sus industrias difícilmente salen de la etapa de su economía semi-colonial”[39].

Resalta varias de las medidas tomadas por el peronismo como la creación del IAPI, la sanción de los derechos de los trabajadores, la nacionalización de los ferrocarriles, del banco central, de las empresas de servicio, el Plan Siderúrgico Nacional, la liquidación de la deuda externa (independencia económica), la reforma constitucional del 49, por nombrar algunas de las que menciona. Considera que ante esta política que plantea la independencia económica, la soberanía política y la justicia social se levantan las potencias extranjeras y la oligarquía local que logran en luego del bombardeo de la Marina de junio, el golpe en septiembre del 55[40], dando inicio al exilio del líder, pero al mismo tiempo a los años de la Resistencia Peronista[41].

En torno a la independencia económica proclamada en Tucumán el 9 de Julio de 1947, indica que el mensaje que deja este segundo 9 de Julio es que “ningún argentino por miserable que se sienta, pueda exponer jamás su soberanía y su independencia ante ningún poder de la tierra”.[42]

Destaca el autor en una poesía la importancia del sindicalismo, conocido como la columna vertebral del gobierno peronista, así afirma que “allá por el 50 su apogeo alcanzó/dedicaba sus afanes a proyectos/administraba sus obras sociales/teniendo bajo la férula a médicos/y construía grandes hoteles/para los merecidos veraneos (…) ERA UN LUCHADOR SIN DUDAS/CORREA DE TRANSMISIÓN DEL GOBIERNO”.[43]

Resalta también en otra de las poesías la política latinoamericanista de Perón en tanto dice “Patria es la patria chica/pero también la más grande/la que me enseñó Perón/a querer en sus entrañas/ES LA MADRE DE LAS PATRIAS/ES LA PATRIA AMERICANA”.[44]

Fermín Chávez hace una poesía en la que el cantor aparece como la representación del pueblo y de la memoria colectiva. Allí dice el cantor que es “leal por sobre todas las cosas ¡ARGENTINA… Y PERONISTA!!! (…) Mi viejo me hizo un varón/sin cuna y sin pretensiones,/no apunta al Luna el cantor/soy de abajo, de los pobres,/credulón imprevisor/hasta que vino Perón”.[45]

Por último, sobre el retorno de Perón a la Argentina, Chávez escribe un poema en el que marca la línea de continuidad histórica y política entre San Martín, Rosas y Perón, sosteniendo que “SI LA HISTORIA ES PARTE/DE LA CULTURA DE UN PUEBLO/el NO RETORNO ERA UN FRENO./Era un hecho repetido con San Martín y con Rozas,/IMPEDITIVO A UN PROYECTO”.[46]

 

A modo de cierre

 

Como observamos a lo largo del trabajo, los temas que trata Fermín Chávez en este material de su archivo en diversos formatos, están íntimamente vinculados a su obra editada en libros, mucho más conocida, ya sea por ser estos opúsculos base para los libros, o viceversa.

Lo que se observa claramente es la intención y la preocupación de Chávez por difundir las ideas nacionales, a los pensadores representativos de esta corriente, y la revisión del pasado nacional en clave revisionista. Estos folletos y demás formatos pequeños, le permiten una mayor y más rápida difusión de estas ideas.

Ambos ejes son nodales en la obra de Chávez, y también están vinculados entre sí. Dado que en su pensamiento no hay revisionismo histórico en clave popular sin el rescate de los pensadores nacionales, y no hay pensamiento nacional posible sin indagar en nuestro pasado desde el punto de vista del pueblo. A estos ejes, claramente, aunque no lo tratemos aquí, habría que sumarle el rescate de la cultura nacional a través de sus diversas expresiones.

Fermín Chávez entiende que no existe construcción un proyecto de emancipación nacional sin construir un ideario que parta y exprese la realidad profunda de nuestro pueblo. A eso le dedicó su aliento a lo largo de su vida, y este material, mucho realizado en forma absolutamente artesanal es demostración cabal de lo que expresamos aquí.

Por último, si entendemos las crisis argentinas como las comprende el autor, en tanto éstas son “ontológicas, luego morales y después políticas y económicas”,[47] este profundo rescate de nuestro pasado desde la óptima del pueblo profundo, el retomar y reivindicar las tradiciones culturales propias, y a los pensadores que se atrevieron a cuestionar el orden semi-colonial y a pensar por en clave nacional, resultan los pilares fundamentales para la compresión ontológica y la conformación de la conciencia nacional, en virtud de la ansiada y definitiva emancipación nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Chávez, Fermín. (s.f.). El 16 de septiembre. En Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). El cantor. El pueblo. La memoria colectiva. Inédito. Archivo FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). El pueblo echa al invasor colonialista. En Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). El Retorno. Inédito. Archivo FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Historia. Historia. Historia. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Imperialismos. Imperialismos. Imperialismos. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Letras jordanistas. Inédito. Archivo FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Patria del 55 y otras patrias posteriores. Inédito. FC-UNLa.

Chávez, Fermín. (s.f.). Patria. Patria. Patria. Patria peronista. Inédito. Archivo FC-UNLa.

Chávez, Fermín. Hernández Arregui. Un campeón de la autoconciencia latinoamericana. Reflexiones sobre un hombre que pensaba por sí mismo. En Revista El Despertador Nº 24. Diciembre de 1989. Archivo FC-UNLa

Jauretche,  Arturo. (1969). Prólogo a Cascella, Armando. La traición de la oligarquía. Buenos Aires: Sudestada.

 

 

[1] En dicho libro Jauretche refiere específicamente al proceso iniciado con el golpe de estado del 55, y en vinculación a personajes vinculados a dicho movimiento nacional. Jauretche,  Arturo. (1969). Prólogo a Cascella, Armando. La traición de la oligarquía. Buenos Aires: Sudestada

[2]  Chávez, Fermín. (1977). Historicismo e iluminismo en la Historia Argentina. En Jaramillo, Ana (Comp.).  (2012). Epistemología para la periferia. Buenos Aires: UNLa.

[3]  Chávez, Fermín. (1994). Porque esto tiene otra llave. De Wittgenstein a Vico. En Jaramillo, Ana (Comp.).  (2012). Epistemología para la periferia. Buenos Aires: UNLa.

[4]  Chávez, Fermín. (1983). La conciencia nacional. Historia de su eclipse y recuperación. En Jaramillo, Ana (Comp.).  (2012). Epistemología para la periferia. Buenos Aires: UNLa, pp. 168.

[5]  Chávez, Fermín. (1977). Historicismo e iluminismo en la Historia Argentina. En Jaramillo, Ana (Comp.).  (2012). Epistemología para la periferia. Buenos Aires: UNLa, pp. 39-41.

[6] Chávez, Fermín. (1999). El pensamiento nacional. Brevario e itinerario. Buenos Aires: Pleamar, pp. 11.

[7] Chávez, Fermín. Hernández Arregui. Un campeón de la autoconciencia latinoamericana. Reflexiones sobre un hombre que pensaba por sí mismo. En Revista El Despertador Nº 24. Diciembre de 1989. Archivo FC-UNLa, pp. 2. Al otro año el mismo texto es editado por “Cultura y Creadores”

[8] ibídem, pp. 3.

[9] Ibídem.

[10] Chávez, Fermín. (1988). Raúl Scalabrini Ortíz. Inédito. Archivo FC-UNLa: pp. 2. Diez años más tarde, edita exactamente el mismo folletín, con el agregado “cumple 100 años”, y el sello editorial Pueblo Entero.

[11] Ese mismo año (1988), escribe un poema a Leopoldo Marechal, donde dice: “¡Qué lindo ver en el llano. Ver un poeta naciendo, verlo cómo va subiendo, humo de Dios y Paisano! (…) Por eso le escribo ahora esta milonga bailada, porteñita y bautizada con la Cruz y con la Aurora”. Chávez, Fermín. (19988). Milonga bautizada. Para Leopoldo Marechal. Inédito. Archivo FC-UNLa.

[12] Chávez, Fermín. (2001). Jauretche: su centenario. Inédito. Pueblo Entero. Archivo FC-UNLa.

[13] Ibídem

[14] Chávez, Fermín. (s.f.). Cartilla de historia argentina 1. Inédito. FC-UNLa, contratapa.

[15] Chávez, Fermín. (s.f.). El pueblo echa al invasor colonialista. En Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa, pp. 19. Se trata de una compilación que hace el propio Chávez de los artículos que escribe en la Revista Entre Todos durante esos años.

[16] Chávez, Fermín. (s.f.). Cartilla de historia argentina 1. Inédito. FC-UNLa, pp. 2.

[17] Chávez, Fermín. (s.f.). Historia. Historia. Historia. Inédito. FC-UNLa, pp. 1.

[18] Chávez, Fermín. (s.f.). Historia. Historia. Historia. Inédito. FC-UNLa, pp. 10. Mayúsculas en el original.

[19] Chávez, Fermín. (s.f.). Imperialismos. Imperialismos. Imperialismos. Inédito. FC-UNLa, pp. 1.

[20] Chávez, Fermín. (s.f.). Cartilla de historia argentina 1. Inédito. FC-UNLa, pp. 3.

[21] Recordemos que una de las obras más importantes del autor, aunque no la única en la cual aborda la figura desde ya, es la continuación de la iconografía de Rosas de Juan Pradere en los dos volúmenes que realiza: Chávez, Fermín. (1970-72). Iconografía de Rosas y de la Federación. Buenos Aires: Oriente.

[22] Chávez, Fermín. (s.f.). Historia. Historia. Historia. Inédito. FC-UNLa, pp. 6. Mayúsculas en el original.

[23] Chávez, Fermín. (1985). Cartilla de historia argentina 2. Inédito. FC-UNLa, pp. 1.

[24] Chávez, Fermín. (s.f.). Cuando hubo poder nacional no se aflojó. En Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa, pp. 27.

[25] Chávez, Fermín. (2004). La barbarie (1840-1848). Inédito. FC-UNLa, portada.

[26] Chávez, Fermín. (s.f.). Historia. Historia. Historia. Inédito. FC-UNLa, pp. 3.

[27] Chávez, Fermín. (2001). La Guerra del Paraguay. Sus Causas. Inédito. Archivo FC-UNLa, pp. 1.

[28] Ibídem, pp. 5.

[29] La tesis de Alberdi, como algunas cuestiones referidas a la Guerra del Paraguay y la crítica al mitrismo, Chávez los aborda en Chávez, Fermín. (1974). Civilización y barbarie en la historia de la cultura Argentina. Buenos Aires: Theoría.

[30] Chávez, Fermín. (2001). La Guerra del Paraguay. Sus Causas. Inédito. Archivo FC-UNLa, pp. 6.

[31] En su biografía de López Jordán, Fermín Chávez había incorporado estos documentos probatorios. Chávez, Fermín. (1986). Vida y muerte de López Jordán. Buenos Aires: Hyspamérica.

[32] Chávez, Fermín. (s.f.). Letras jordanistas. Inédito. Archivo FC-UNLa.

[33] Chávez, Fermín. (1985). Cartilla de historia argentina 2. Inédito. FC-UNLa, pp. 8.

[34] ibídem, pp. 8.

[35] Chávez, Fermín. (2001).  ¿Otra concordancia anti-nacional?. Inédito. Archivo FC-UNLa, pp. 2.

[36] ibídem, pp. 5.

[37] Chávez, Fermín. (1985). Cartilla de historia argentina 3. Inédito. FC-UNLa.

[38] Son varias las obras de Fermín Chávez que tratan la figura de Perón y al peronismo, destacamos aquí tres de las mismas, por resultar emblemáticas: Chávez, Fermín. (1999). El peronismo visto por Víctor Frankl. Buenos Aires: Theoría (en este caso se trata mayormente de la reproducción de un trabajo de Frankl). Chávez, Fermín. (1984). Perón y el justicialismo. Buenos Aires: CEAL. Chávez, Fermín. (1975). Perón y el peronismo en la historia contemporánea. Buenos Aires: Oriente.

[39] Chávez, Fermín. (1987). Cartilla de historia argentina 4. Inédito. FC-UNLa, pp. 3.

[40] Chávez ubica la gestación del golpe de Septiembre en la segunda mitad de 1950 y principios de 1951, en base a los testimonios de los conspiradores. En el trasfondo estaban: la Sociedad Rural, el Jockey Club, el Club 20 de febrero (salteño), el Grupo Bemberg, las “fuerzas vivas”. Chávez, Fermín. (s.f.). El 16 de Septiembre. En Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa, pp. 20.

[41] Los años de la Resistencia Peronista son detallados en los cuadernillos 5 al 8 (que llega a 1965). También lo hace en Chávez, Fermín. (s.f.). Patria del 55 y otras patrias posteriores. Inédito. FC-UNLa. En torno a la Resistencia y el Movimiento Obrero, Chávez sostiene en una poesía que en el 55 “se lanzó a una lucha desigual/contra la anti-patria y los servicios./NO CABEN DUDAS QUE LA RESISTENCIA/FUE SU PERIODO MEJOR.”. Chávez, Fermín. (s.f.). Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Inédito. FC-UNLa, pp. 3. Mayúsculas en el original.

[42] Chávez, Fermín. (s.f.). Mis  artículos de Entre Todos 1984-86. Inédito. FC-UNLa, pp. 16.

[43] Chávez, Fermín. (s.f.). Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Gremialismo. Inédito. FC-UNLa, pp. 1. Mayúsculas en el original.

[44] Chávez, Fermín. (s.f.). Patria. Patria. Patria. Patria peronista. Inédito. Archivo FC-UNLa: pp. 2.

[45] Chávez, Fermín. (s.f.). El cantor. El pueblo. La memoria colectiva. Inédito. Archivo FC-UNLa, pp. 1 y 3.

[46] Chávez, Fermín. (s.f.). El Retorno. Inédito. Archivo FC-UNLa, pp. 1.

[47] Chávez, Fermín. (1974). Civilización y barbarie en la historia de la cultura Argentina. Buenos Aires: Theoría, pp. 12.

 

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