Perón al poder

Por Francisco José Pestanha (*)
fpestanha@hotmail.com

Antes de iniciar esta conferencia, quiero expresar un profundo agradecimiento a los integrantes del movimiento entrerriano peronista a, y en especial, al compañero Tito Alanis. Un reconocimiento además a los compañeros Alfredo y Maximiliano que siempre nos brindan su afecto.

En oportunidad de invitarme a este masivo y caluroso encuentro, Alanis,  me propuso disertar sobre las circunstancias históricas, políticas y sociales que rodearon la llegada al peronismo al poder. Ustedes comprenderán que analizar todas y cada una de ellas excedería con creces el tiempo asignado para esta conferencia y seguramente mis propias capacidades. Es por ello que en esta oportunidad voy a referirme solamente a aquellas que considero más relevantes, y en las cuales, podemos encontrar algunas claves que nos permitan analizar nuestro presente y construir juntos el venturoso futuro que anhelamos para nuestra patria.

Antes de concentrarnos específicamente en el surgimiento de este maravilloso movimiento al que pertenecemos por convicción y por qué no, por pasión, debo a modo de introducción hacer somera referencia al contexto histórico de su surgimiento.

En lo que a Europa atañe, la primera mitad del siglo estuvo caracterizada por:
– La consolidación de los estados nacionales y el consecuente surgimiento de las doctrinas nacionalistas, y además, el posterior surgimiento y expansión, a partir de la revolución Rusa, del comunismo como máxima expresión del positivismo.

–  La primera Guerra Mundial entre 1914 y 1918.
–  La segunda Guerra Mundial, iniciada en septiembre del 1939 con la invasión a Polonia, y concluida en  agosto de 1945 con la derrota  del eje Berlín-Roma-Tokio.
En Sudamérica en tanto, se producen sucesivamente una serie de acontecimientos políticos y sociales sobre los cuales sería imposible explayarse en esta oportunidad, pero cuyos tópicos mas relevantes pueden sintetizarse de la siguiente forma:

  1. Comienzo del industrialismo.
  2. Desarrollo del nacionalismo económico.
  3. Reacción contra el positivismo.
  4. Reclamos de justicia social  y de ampliación de la legitimidad política.
  5. Revolución estética.
  6. Renovación del catolicismo.
  7. Revalorización del pensamiento filosófico
  8. Anti-liberalismo:

En lo que atañe a nuestro país, el principio del siglo en lo político, se encuentra protagonizado por el Radicalismo conducido por un descendiente de federales, don Hipólito Yrigoyen, movimiento que se constituyó en antagonista principal al  régimen conservador –oligárquico consolidado con posterioridad a Caseros.
Son aspectos relevantes de este período.
– La sanción de la ley Sáenz Peña, a partir de la cual se incorporan a la estructura del poder público amplios sectores de nuestra comunidad que hasta el momento se encontraban excluidos de la participación política.
– Continuidad del Proceso Inmigratorio iniciado hacia fines del siglo pasado, bajo la consigna alberdiana de “Gobernar es Poblar” .
– Surgimiento del nacionalismo de elite, como reacción contra el proceso aluvional migratorio, nacionalismo que alcanza su mayor esplendor en el pensamiento de Leopoldo Lugones.
– Golpe de estado 1930 por parte de Uriburu con la consecuente  caída de la institucionalidad democrática.
– Crisis económica del 30. Debacle del modelo agro –exportador (granero del mundo) y consecuente  migración aluvional del sector rural hacia las orillas de la Ciudad
De las circunstancias enunciadas con anterioridad vamos a destacar  dos vitales para entender el surgimiento del Peronismo. Les pido encarecidamente que se concentren en estos dos fenómenos que denomino “convergencia de los orilleros” y “Revolución estética”
Durante las primeras décadas del siglo comienzan a converger en las orillas de la gran ciudad tres sectores marginados por diferentes razones, convergencia que, con el tiempo, va a producir un intercambio sumamente trascendental.

¿Cuáles son dichos sectores?:

En primer lugar los orilleros desplazados por la política de progreso indefinido  impulsado a partir de 1870: El gaucho y en menor medida el indio. En segundo lugar los orilleros provenientes de las corrientes inmigratorias provenientes del exterior del país y privados de la promesa de tierras. En tercer lugar los orilleros desplazados del trabajo rural a causa de la caída del modelo agro -exportador.
Estos tres factores van a converger físicamente y a convivir intercambiando experiencias, expectativas, conocimientos y tradiciones, y naturalmente, desarrollando una serie de conceptos, de ideas que van a ser recogidos por el ideario Forjista.  Este factor es clave, ya que FORJA convive y analiza todas y cada una de estas experiencias, articulándolas con algunas elaboraciones provenientes del pensamiento nacionalista de principios de siglo y con el Revisionismo Histórico. Surge así el nacionalismo popular incorporando definitivamente al pueblo en el concepto de Nación.
Los FORJISTAS así se constituyen en una suerte de proto-peronismo  dotando de sentido ideológico al movimiento que se avecinaba. Téngase presente además que FORJA, estaba compuesto por compatriotas provenientes principalmente de la provincia. Jaureche era linqueño; Scalabrini ORTIZ, correntino; Ortiz Pereyra, correntino; Manzi  , santiagueño; Maya (entrerriano), etc. La constitución de FORJA es nítidamente federal y dicho ideario aparece en toda su obra.
Como primer conclusión: Podemos afirmar sin duda alguna que los forjistas  conformaron el cauce que proveyó de sentido a la nueva fase del movimiento Nacional.
El segundo fenómeno al que hay que prestar atención es el que denominamos como “Revolución Estética”  . En ese sentido debe tenerse en cuenta que mientras se consolidaba la convergencia de los orilleros, una profunda revolución artística, ética y estética comenzaba a producirse en todo el país. Era la protagonizada por la que Juan W. Wally denomina como Generación X. Una generación que reaccionó agudamente contra el coloniaje y se propuso la búsqueda de un sentido colectivo. Para comprender cabalmente la importancia de dicha generación, les recomiendo el Trabajo de Juan W. Wally que está en nuestra pagina www.pensamientonacional.com.ar A dicha generación pertenecen los Forjistas.

La generación décima fue a mi criterio la más productiva y brillante del siglo pasado. Me refiero a la que entre otros integraron: Xul Solar –  Alberto Vacarezza –  Francisco Canaro – Pascual Contursi – Enrique Cadícamo – Rafael Bielsa –  Alejandro Bustillo – Miguel Ángel Cárcano – Álvaro Yunque – Carlos Gardel – Benito Quinquela Martín – Florencio Molina Campos -Oliverio Girondo – – Ignacio Corsini – Miguel Miranda –  Manuel Savio – Amadeo Sabattini – Emilio Pettoruti – Carlos Astrada – Ramón Doll –  Juan Domingo Perón –  Tomás Casares – – Nimio de Anquín – César Pico – Lino Spilimbergo – Emilio Cassani – José Fioravanti – Esteban Celedonio Flores –  Rodolfo Irazusta – Osvaldo Fresedo – Raúl Scalabrini Ortiz – Jorge Luis Borges – Domingo Alfredo Mercante – Gabriel del Mazo – Agustín Magaldi – Victoria Ocampo –   Leonardo Castellani – Julio Irazusta – Leopoldo Marechal – Ernesto Palacio – Roberto Arlt – Pedro Maffia – Carlos di Sarli – Juan D’Arienzo – Alfredo Le Pera – Mario Soffici – José Aguirre Cámara – Adolfo Vichi – Carlos V. Aloé – Arturo Jauretche – Enrique Santos Discépolo
En dicho contexto transcurren los años previos a la llegada de Perón al Poder.
–    Circunstancias previas a la llegada al poder
En septiembre de 1943,  un grupo de militares imbuidos entre otros del pensamiento forjista y en el industrialismo que representan acabadamente Savio y Mosconi, asume el poder político. Es el recordado  GOU. Dicha revolución se produce en una marco de continuas crisis institucionales producidas con posterioridad al golpe de estado que derroca a Yrigoyen
El general Perón integra ese grupo de oficiales, que se habían constituido en grupo de presión y paulatinamente va convirtiéndose en el norte Ideológico del grupo. Los contactos entre el Gou y Forja están perfectamente documentados.

Perón asume sucesivamente:

–       La Subsecretaría del Ministerio de Guerra. Allí estructura un minucioso plan de aumento y modernización del Ejército. La Argentina tiene un ejército “desnudo, desarmado y en plena descomposición moral”.

–     El Departamento Nacional del Trabajo. Tres meses después había desaparecido dicho Departamento, para ceder su lugar a un organismo nuevo, la Secretaría de Trabajo y Previsión. Desde allí, desarrolla una intensa labor legislativa y política obrerista.

–    Luego, sucesivamente, desempeña el cargo de  Ministro de Guerra y Vicepresidente (el candidato de Perón era Tesaire) previamente a rehusarse a asumir en ambos. Este último cargo lo acepta por presión del Gou –inclusive de mismísimo general Avalos quien lo traicionaría posteriormente bajo la pueril excusa del nombramiento como jefe de Correos de Nicolini.  Nicolini era un funcionario que había comenzado su carrera administrativa como mensajero, había llegado a los altos cargos después de 25 años de servicios honrados y eficientes al país y a la repartición, y su designación había sido solicitada por pedido de 1.500 empelados.

En lo que atañe a la estrategia obrerista que desarrolla en este período, pueden citarse las mismas palabras de Perón:
“Yo personalmente me acerqué siempre a las masas obreras, que reconozco han sido mi predilección, porque ellas representan el dolor y el sudor de la Patria, y porque soy de los que creen que alguien en el gobierno ha de ocuparse de los que sufren cuando todos se ocupan de los que gozan.   “Reconozco también que me acerqué a los dirigentes políticos que representan auténticamente al pueblo y me separé deliberadamente de los que sólo representan a los que viven para gozar de una vida estéril y vacía. No estoy arrepentido de ello. Por otra parte, como secretario de Trabajo y Previsión tenía en mis manos y bajo mi responsabilidad la justicia social que ambiciono de fondo y no de forma.”
Toda la labor obrerista va generando una oposición cada vez más salvaje. Noten compañeros que el tándem que enfrenta a Perón en la Primera elección de febrero de 1946 que hoy conmemoramos, aglutina a: la embajada estadounidense, los liberales, los comunistas, los socialistas, los conservadores, los radicales, los ultra – católicos, ciertos nacionalistas elitistas, los terratenientes y gran parte del empresariado. En los actos, recuerden, utilizan La Marsellesa, la patriótica marcha de Francia.
La conspiración contra Perón llega a su cúspide el 9 de octubre de 1945, cuando en  campo de Mayo algunos oficiales encomiendan al general Avalos para exigir la renuncia del general, renuncia que es inmediatamente presentada. Durante los días posteriores, 9, 10 y 11 de octubre, Perón recibe en su domicilio caravanas de amigos oficiales, obreros, empleados. Algunos dirigentes sindicales le advierten que las masas obreras estaban intranquilas y que podría suceder algo grave . El 11 de octubre a las 19 horas 70.000 obreros se concentran frente a la Secretaría de Trabajo y Previsión.

El 12 de Octubre a la mañana temprano, en una lancha particular, Perón se traslada a Tigre dispuesto a descansar unos días. Ese mismo día  un grupo de “gente bien” se congrega frente al Círculo Militar. El diario La Prensa del día siguiente describe a los asistentes: “Era un público selecto formado por señoras y niñas de nuestra sociedad y caballeros de figuración social, política y universitaria”. Al compás de la canción mexicana La cucaracha, cantan:
Perón y Farrell
Perón y Farrell
ya no pueden caminar
porque no tienen
porque les falta
el apoyo popular.

La conspiración no queda allí, Desiderio Fernández Suárez planea la muerte de Perón. Once años más tarde este hombre, si así puede llamárselo,   como Jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, se dedicará a fusilar a civiles peronistas en el basural de José León Suárez, sin siquiera órdenes escritas.
–   Se viene el 17 de octubre
Perón es detenido y llevado a la Isla Martín García El lunes 15 de Octubre se generan las primeras reacciones. Afiliados del Sindicato Autónomo de Obreros de la Carne, conducidos por Cipriano Reyes, salen a las calles de Berisso y Ensenada pidiendo la libertad del coronel. Al norte del país, la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera declara una “huelga general revolucionaria”. El teniente coronel Fernando Mera, se compromete a avanzar sobre la Capital Federal junto con los obreros.
El 16 de octubre al mediodía,  un grupo de médicos intenta una revisión para constatar el estado de Salud del General, se le diagnostica una falsa  Pleuresía, y  el 17 de octubre, después del medio día por orden expresa del presidente de la Nación y en contra de la opinión de la Marina, fue trasladado al Hospital Militar Central.
Respecto a  sus primeras impresiones sobre la jornada, Perón escribe:
“El día 17 de octubre, desde el Hospital Militar, asistí a los hechos más trascendentales de toda la Revolución de Junio. Ellos llenaron todo mi corazón de argentino y de patriota: la Revolución hecha hacía dos años y cuatro meses por el Ejército había sido comprendida y había pasado al pueblo y, en consecuencia había triunfado. Numerosos camaradas del Ejército y de la Aeronáutica se hicieron presentes y durante toda la mañana disfruté del ‘perfume de la flor de la lealtad’, tan grata al corazón de los leales. Los jefes y oficiales del Ejército y Aeronáutica que repudian la ambición y la deslealtad estaban como siempre en su puesto con el honor y la firmeza de verdaderos soldados. Los amigos estaban también en su puesto y tuve la enorme satisfacción de saber que tenía amigos.    “El pueblo trabajador, al que deberé eterna gratitud, estaba en la calle e inspiraba a un poeta del pueblo, el poema de ‘Los descamisados’ que como él y yo sentimos el honor de la pobreza honrada”.
.
En la madrugada del 17, los obreros que esperaban la decisión de la Confederación General del Trabajo (CGT), se lanzan a las calles. Comienza una huelga general de hecho. La huelga se extiende hacia las provincias. En   Capital Federal y Gran Buenos Aires aparecen volantes. Uno de ellos dice: “La contrarrevolución mantiene preso al liberador de los obreros argentinos, mientras dispone la libertad de los agitadores vendidos al oro extranjero. Libertad para Perón. Paralizad los Talleres y los Campos”. Los panfletos llevan la firma de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).  Además, Militantes de la Alianza Libertadora Nacionalista y simpatizantes espontáneos recorren las calles del centro de Buenos Aires al grito de “¡Patria sí, colonia no!”. A la noche hay 87 detenidos. El 17 a la noche, es asesinado frente al Diario propiedad de los Botana, el militante nacionalista Darwin Passaponti.
Se discute hoy sobre la participación de Evita en dicho movimiento. Resulta inimaginable que ella se quedara sentada. Cuentan que evita operó activamente ,  por la vía telefónica y además mediante reuniones con políticos, periodistas, camaradas de armas de Perón, gremialistas etc.
Para describir los sucesos del  17 voy a recurrir brevemente a los textos de dos brillantes literatos argentinos, uno de ellos integrante de FORJA.
Raúl Scalabrini Ortiz describía así ese fenómeno popular:
“El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente de sus fábricas y talleres. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.  Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado”.
Por su parte Leopoldo Marechal, relataba:

Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo. Vi, reconocí y amé los miles de rostros que la integraban: no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina invisible que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas, y no bien las conocieron les dieron la espalda. Desde aquellas horas me hice peronista.”
Resulta particularmente llamativo como describieron dos de los periódicos mas importante de la época los acontecimientos del 17:
El diario Critica por ejemplo:“El anunciado movimiento popular de los peronistas ha fracasado estrepitosamente, en un ridículo de extraordinarias proporciones. Las multitudinarias e imponentes columnas que los adictos al ex vicepresidente prometían reunir para dar la sensación cabal de su poderío, se han trocado en grupos dispersos que recorren las calles con paso cansino, en medio de la indiferencia y el desprecio de la población… No obstante, ante el fracaso, los elementos más recalcitrantes de ese peronismo en veloz menguante, tratan de hallar desquite cometiendo desmanes y recurriendo al sabotaje”.

Y La Nación: “grupos revoltosos e individuos en completo estado de ebriedad producen desmanes por toda la ciudad ”.
He aquí una breve reseña de los orígenes de nuestro movimiento. Les ruego, en virtud a lo expuesto sobre FORJA y la Generación X, presten especial atención a las formas de expresión de estas nuevas generaciones. La decadencia del régimen de partidos políticos en la Argentina ha impedido la renovación política, y los jóvenes, buscan, como aquella década del 30 otras formas de expresión a partir del arte. Observemos detenidamente dichas  expresiones y brindémosle el apoyo necesario. Tal vez ellos estén construyendo un nuevo cauce como aquel que diseñaron los muchachos del 30.

Para finalizar, hago entrega al compañero Tito, un ejemplar de la flor del “no me olvides”, símbolo forjista que anhelo inspire las acciones de este cálido y valeroso Movimiento Entrerriano Peronista
(*) Se permite la reproducción citando a la fuente

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